161: Mantenerte a salvo (día 19)

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—¡Auch! — exclama Kim y no puede creer que haya sido tan idiota como para cortarse con una de las hojas de la partitura de la canción que estaba tocando en el piano

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—¡Auch! — exclama Kim y no puede creer que haya sido tan idiota como para cortarse con una de las hojas de la partitura de la canción que estaba tocando en el piano.

Unas cuantas gotas de sangre comienzan a derramarse sobre las teclas del instrumento y Kim se da cuenta de que el corte ha sido un tanto profundo. El joven suspira y cuando está a punto de levantarse, se da cuenta de que Porchay camina hacia él con gesto preocupado.

—¿Qué pasó? — pregunta Chay y Kim le muestra su dedo herido— ¡Oh no! Ven, vamos al baño, hay un botiquín ahí.

Kim asiente y se siente maravillado por el modo en el que Porchay actúa. El joven camina a prisa y al llegar al baño, lo primero que el chico hace es lavar el dedo de Kim con sumo cuidado, como si fuera algo precioso, como si no quisiera lastimar a Kim nunca más. Y eso es sorprendente porque bueno, nadie antes de Chay se había preocupado así por él.

Lo cierto es que antes de Chay, a nadie le había importado sanar sus heridas, las de su cuerpo ni tampoco las de su corazón.

—Voy a poner un poco de desinfectante, ¿está bien? Puede que arda un poco, pero sé que puedes tolerarlo— dice Chay con una sonrisa tan hermosa que hace que Kim quiera decirle que, por él, sería capaz de soportar todas las torturas del universo.

—Gracias, ángel— dice Kim y Chay derrama unas gotas de desinfectante que sí, hacen que Kim se queje un poco pero luego Chay seca su piel con una toalla limpia y envuelve la herida en una bandita sobre la que después deja un beso suave que hace sonreír a Kim.

—Listo— dice Chay y Kim sonríe con total alegría.

—Gracias por cuidar de mí— dice Kim y luego besa su mejilla.

—Bueno, es mi deber mantenerte a salvo— dice Chay—. Ahora ven, voy a prepararte algo de comer para que se te olvide el dolor.

Kim asiente y su amado sonríe mientras toma su mano y lo dirige a la cocina de su departamento y Kim piensa que Chay no sabe lo ciertas que son sus palabras porque, antes de él, a nadie le había importado tampoco que Kim estuviera a salvo. 

KimChay MomentsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora