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Sus mejillas están sonrojadas y sus ojos brillantes. Chay sabe que jamás ha usado un conjunto de lencería tan atrevido pero es una fecha especial y el chico quiere que para Kim sea inolvidable. Este no es para nada el primer día de San Valentín que pasan juntos y es por eso que este año, Chay quiso hacer algo diferente y todo fue idea de Porsche, bueno, no directamente, claro está porque ni en mil años su hermano mayor querría ayudarlo a hacer feliz a Kim.
Lo que sucedió fue que un día, vagando por los pasillos de la mansión de la familia secundaria, Chay escuchó cómo Porsche y Pete discutían acerca de los mejores sitios para encontrar lencería divertida y cómo eso hacía felices a Kinn y a Vegas. Y Kinn y Vegas eran chicos Theerapanyakul igual que Kim, ¿cierto? Entonces, eso quería decir que Kim sería feliz también si Chay, bueno, decidía usar ese tipo de atuendos.
—Oh por dios, ¿no me veo ridículo?— pregunta Chay a su reflejo y la imagen de ese chico de cuerpo esbelto y atlético, cubierto solamente por piezas de seda gris que se pegan a su cuerpo como una segunda piel que apenas cubre su desnudez, le responde que no, que de hecho, luce encantador.
Khun fue quien le ayudó a elegir aquel conjunto así que debe estar bien porque Khun es un dios de la moda y parecía demasiado entusiasmado al pensar en la enorme sorpresa que se llevaría Kim al verlo usando esas prendas así que todo debe salir bien ¿verdad? Quizá solo deba olvidarse de todo y concentrarse en esperar a Kim. Sí, eso es lo que hará.
Chay ha llenado la casa de rosas blancas, las favoritas de Kim, y hay velas que lo guían directamente hacia la habitación principal del departamento que ahora es como un refugio especial para los dos. El escenario es perfecto para que ese sea un día de San Valentín inolvidable y Chay decide que no pensará de más: Kim llegará, le encantará verlo y bueno, será un festejo maravilloso en realidad.
Una sonrisa confiada y llena de sensualidad inunda el rostro de cotidiano dulce de Chay quien, sintiéndose la criatura más hermosa sobre la faz de la tierra, deja que la bata de baño que ha estado cubriéndolo resbale por su cuerpo de forma lenta y en ese momento, Chay se gira hacia la entrada de la habitación donde Kim está observándolo en silencio y sí, la mirada que hay en sus ojos es toda la prueba que necesita para saber que ha elegido sorprender a Kim de la forma correcta y que Kim ha estado ahí por varios minutos, mirándolo en silencio.
—Wow, Porchay— dice Kim y Chay puede notar el deseo y la satisfacción que se esconden detrás de esas palabras—. Ángel, eres una visión del paraíso.
Chay sonríe sin decir nada y Kim se apresura a caminar hacia él sin despegar sus ojos de él y debe ser por eso que Kim tropieza en medio de la habitación y Chay se siente preocupado pero Kim se levanta de forma inmediata y se apresura a tomarlo entre sus brazos como si no quisiera dejarlo escapar.
—¿Estás bien? Esa caída fue terrible— dice Chay mientras acaricia las mejillas de Kim buscando golpes o rasguños en ellas.
—Jamás he estado mejor, ángel, yo... bueno, eres una distracción gloriosa justo ahora ¿sabes?— dice Kim y sus manos comienzan a acariciar su espalda.
—¿Te gusta cómo luzco?— pregunta Chay de forma juguetona—. Compré esto especialmente para ti.
—Me encanta— dice Kim con honestidad—. Tú me encantas.
—Feliz día de San Valentín— dice Chay sobre los labios de Kim quien cierra los ojos al sentir el aliento de Chay sobre su piel.
—Deseo que sea San Valentín todos los días si eso hace que pueda verte luciendo así— dice Kim antes de besarlo de lleno en los labios y Chay descubre que él también desea lo mismo: ojalá que todos los días fuera San Valentín para provocar que Kim quiera besarlo de ese modo lleno de fuego y estrellas naciendo hasta el final de los tiempos.
NDA: ¡Feliz San Valentín querides todas, todes y todos! Espero que su día haya estado lleno de amor y de cosas bonitas. Ojalá les haya gustado el capítulo de hoy ;D
