132: Listas de cosas agradables

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Kim ha estado paseando de un lado a otro de la habitación mientras Chay lo mira sabiendo que no debe decir nada

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Kim ha estado paseando de un lado a otro de la habitación mientras Chay lo mira sabiendo que no debe decir nada. Cuando algo sale mal en los negocios, Kim suele aislarse de ese modo y Chay sabe que para él, esos momentos de silencio y soledad son un ritual necesario para Kim.

Chay tiene su mirada fija en él ya que sabe que Kim irá a su lado en cualquier momento. Después de esos paseos silenciosos, Kim suele refugiarse en él y Chay está listo para reconfortarlo. Ese es su código de emergencia para todas las crisis: cuando cualquiera de los dos ha tenido un mal día, el hecho de saber que el otro estará ahí pase lo que pase, es lo que les permite seguir adelante.

Es en ese justo instante en el que Kim camina hacia él y Chay lo abraza con fuerza de forma inmediata. Chay está tentado a preguntar cuál fue el problema porque Kim no suele ponerse así por trabajo pero sabe que Kim le dirá todo si espera y se dedica a estar ahí con él en medio de ese silencio.

—Soy el peor hermano del mundo, Khun me odia— dice Kim por fin y Chay se siente sorprendido al escuchar esas palabras.

—¿Pelearon?— pregunta Chay porque Khun y Kim no suelen discutir.

—Le dije que no tengo tiempo para ir a su ridículo desfile de modas en el bar de Yok— dice Kim con voz avergonzada—. Soy terrible. Se puso a llorar, ángel, ni siquiera me gritó, solo se puso a llorar y me odio a mí mismo. No debí decírselo así pero estaba tan enojado porque Kinn no dejaba de llamarme para saber si podía hacer el viaje con los inversionistas de Japón de inmediato. Es por eso que no puedo ir al evento de Khun, no puedo estar en todas partes, no puedo hacer felices a Kinn y a Khun al mismo tiempo.

—Lo sé— dice Chay acariciando su espalda—. Y P'Khun también debe saberlo. Ese viaje es importante, Porsche también ha estado preocupado por eso.

—Pero soy un insensible, imbécil, asqueroso hermano menor sin corazón— dice Kim con rabia—. Soy todo lo que Porsche dice que soy: un chico frío, despiadado y arrogante que no hace más que lastimar a quienes se atreven a amarlo. Soy una basura y rompí el corazón de mi hermano mayor por algo tan idiota como un viaje. Soy tan estúpido, un monstruo y puedo seguir con la lista indefinidamente porque...

Chay sonríe con un dejo de tristeza sintiendo que su corazón duele cuando Kim dice tantas cosas horribles acerca de él, sobre todo porque está citando las palabras que Porsche le gritó cuando los dos le contaron acerca de su relación. Chay sabe que para los hermanos Theerapanyakul es más sencillo definirse como monstruos sin corazón porque eso les han hecho creer que son toda la vida. Es por eso que Chay pone su dedo índice sobre los labios de Kim cuyo discurso se detiene en ese preciso instante y sus ojos se quedan quietos sobre los de Chay.

—Tengo otra lista para ti— dice Chay sin dejar de sonreír—. Mi amado Kimhan, en realidad eres un hermano maravilloso para Khun y él te ama más que a nadie en el universo porque eres cálido con él, siempre estás cuidándolo, le das abrazos cuando tiene miedo y puedes escucharlo hablar diez horas seguidas acerca de su serie favorita en turno. Eres paciente con él, te importa escucharlo, cuando tiene una crisis dejas lo que sea que estés haciendo y corres a su lado porque sabes que solo se calma cuando tú estás ahí porque sabe que si estás con él no le pasará nada malo.

—Pero ángel...— protesta Kim.

—No, déjame terminar— dice Chay y Kim se pregunta cómo es que su amado puede ver tantas cosas buenas en él—. Cometiste un error al responder del modo en el que lo hiciste pero Khun va a entenderte cuando le pidas una disculpa.

—¿Tú crees?— pregunta Kim sintiéndose un poco más tranquilo.

—Estoy seguro— afirma Chay.

—Te amo, ángel— dice Kim y esconde su rostro en el pecho de Chay.

—Te amo más— dice Chay volviendo a abrazarlo—. Te amo porque eres adorable, guapo, dulce, talentoso y el mejor novio del universo.

—Puedo acostumbrarme a escuchar estas listas de cosas agradables acerca de mí— dice Kim con una risa tímida.

—Más te vale, tengo cien más como esta— dice Chay y Kim se abraza a él con fuerza.

Kim sonríe y dice que quiere escucharlas todas y Chay cumple su deseo porque sabe que Kim necesita escuchar eso, escuchar que es bueno, amable y la persona más fuerte que Chay conoce. Kim merece escuchar que ser amado por él es saber que estarás siempre seguro y protegido. Kim merece saber que no es un monstruo sino un ser humano capaz de amar y de ser perdonado. 

KimChay MomentsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora