Hay algo acerca de caminar de la mano de Porchay por las calles de un país extranjero que hace que Kim sienta que se esconde con él en medio de la multitud anónima que los rodea. Nadie sabe quiénes son. Nadie podría adivinar la historia que los une. Nadie sabe sus nombres, nadie conoce sus heridas, nadie les hará preguntas acerca de su pasado ni de su futuro.
En ese preciso instante y en medio de la multitud, Kim puede esconderse con Chay a plena luz del sol. Kim puede inventar historias y canciones nuevas, Kim puede detenerse y besarlo haciendo que los demás turistas les regalen miradas molestas o enternecidas porque bueno, son adorables.
Y Kim se siente libre, siente ganas de reír la vida entera porque es feliz y puede fundirse en medio de la multitud que no sabe de él ni de su corazón.
—¿Por qué estás tan contento, P'Kim? — pregunta Chay cuando Kim deja de besarlo—. Deberíamos seguir andando, creo que estamos estorbando.
—No, claro que no— dice Kim sonriendo de forma brillante—. Las calles de esta ciudad son nuestro pequeño escondite.
—¿Escondite? — pregunta Chay de forma confundida.
—Sí, nadie nos conoce— dice Kim con un dejo de travesura—. Podemos hacer lo que queramos sin miedo de estorbar o de incomodar ¿no crees?
Los ojos de Chay se llenan de luz y el chico ríe y Kim tiene la loca urgencia de besarlo de nuevo así que lo hace. Y los dos se besan en medio de una multitud de rostros extraños que en ese justo instante es como un refugio para los dos.
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KimChay Moments
FanfictionEscritos cortos llenos de amor y cosas dulces para sanar nuestro corazón después del final desgarrador de Kim y Chay en el canon.