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Kinn camina de un lado a otro de la habitación ante la atenta mirada de sus hermanos y de Porchay quien es el invitado de honor a esa reunión de emergencia que el hermano mayor de Kim y jefe de la familia principal convocó de forma urgente y algo desesperada también.
—Muy bien, todo está bien, puedo hacerlo— dice Kinn en voz alta pero es más como si quisiera convencerse a él mismo que a los demás—. Esto es sencillo, ¿no es así? Es decir, compré el anillo más caro y más grande la tienda.
—Y la motocicleta de carreras más ostentosa también— apunta Tankhun.
—Cierto, sí, también eso— dice Kinn intentando sonreír de forma más confiada— ¿No puede salir mal, o sí?
—No, para nada— dice Tankhun con una sonrisa triunfal y el hombre recorre la habitación con la mirada para que todo el mundo esté de acuerdo con él— ¿Tú qué opinas Chay?
—Sí, ¿tú qué opinas Chay?— pregunta Kinn con un dejo de ruego en la mirada.
—Opino que Hia Porsche estará encantado— dice Chay con una sonrisa enternecida al ver a su futuro cuñado actuando de ese modo nervioso—. Él te dirá que sí, P'Kinn, siempre y cuando seas sincero con tus sentimientos y pongas tu corazón en manos de mi hermano, Porsche te dirá que sí.
Kinn asiente de forma fervorosa, pero de pronto su rostro se pone pálido y parece que va a desmayarse por lo que Khun corre a su lado y lo sujeta con fuerza deteniendo la caída. Kim levanta una ceja en señal de confusión porque lo cierto es que él jamás había visto a su hermano mayor actuando de ese modo. Kinn parece estar al borde de un colapso nervioso.
—¡Oh por Dios, no puedo hacer esto! — dice Kinn con voz temblorosa—. Siempre he sido un estúpido cuando se trata de hablar de mis sentimientos, yo siempre he sido un poco más, ya saben, físico.
—Qué asco, demasiada información— dice Kim reprimiendo la risa—. Pero no te entiendo, ¿qué es lo que no puedes hacer? ¿Quieres casarte con Porsche o no?
—¡Por supuesto que sí, lo amo! — dice Kinn a la defensiva con una voz llena de ofensa que hace sonreír a todos los ahí reunidos.
—¿Entonces qué pasa? — pregunta Khun y Kim se pregunta por qué su hermano mayor de pronto es tan paciente.
—Es que no sé si pueda decir las palabras correctas, no sé si podré hacer una propuesta inolvidable— dice Kinn mientras mira el suelo—. No sé si soy la mejor opción para Porsche, no sé si hago bien en hacer esta pregunta cuando sé que todo se puede poner peligroso en esta familia de la noche a la mañana. No tengo ninguna certeza que ofrecerle a Porsche, ¿cómo puede pedirle que se quede conmigo para siempre si no tengo ni una sola certeza?
—Yo creo que sí la tienes, P'Kinn—dice Chay con voz suave y se suelta de la mano de Kim simplemente para caminar hacia el novio de su hermano mayor—. Tienes la certeza de que amas a Hia, eso es todo lo que necesitas saber.
—¿Por qué dices eso, Chay?— pregunta Kinn y mira al joven con total atención.
—Porque es lo mismo que siento yo, yo tampoco puedo ofrecerle ninguna certeza a Kim, pero aún así decido elegirlo todos los días— dice Chay de forma natural y el corazón de Kim siente que explotará de amor al tiempo que Tankhun suelta un suspiro dramático—. Creo que ningún ser humano puede prometer que el mundo será igual o que estamos seguros de todo porque siempre estamos cambiando, pero ¿sabes? El amor que sentimos es lo único que permanece. Aférrate a eso y haz tu pregunta a mi hermano sin miedo.
—Además, todos sabemos que tú ya sabes la respuesta a esa pregunta— dice Kim con una sonrisa tranquila que resulta un tanto extraña en su rostro.
—Kim...— susurra Kinn con agradecimiento.
—Tienes que poner el ejemplo una vez más— dice Tankhun con suavidad—. Haz hecho cosas más difíciles como jefe de la familia ¿no crees? Hacer realidad tu más hermoso sueño no debe ser tan complicado.
—Claro que no— dice Kinn y el valor parece volver a él una vez más—. Puedo hacer esto, maldita sea, puedo hacer una propuesta inolvidable para Porsche.
—Claro que puedes— acuerda Tankhun.
—No esperamos menos de ti— anima Kim.
—Sé que serás el mejor cuñado del mundo y mi hermano será siempre feliz a tu lado— añade Chay y Kinn rompe a llorar así que los tres hombres corren a abrazarlo porque bueno, Kinn siempre ha sido emocional y ahora mismo los necesita.
Después de todo, con o sin boda, los tres hombres que siguen dándole apoyo moral al jefe de la familia principal, saben que a veces un abrazo de las personas que amas puede animarte a cumplir cualquiera de tus sueños más que cualquier discurso motivacional.
