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69: Pusiste tus brazos alrededor de mí y creo que es más sencillo para ti dejarme ir.
Es increíble, casi imposible.
Está en los brazos de Kim y Chay está seguro de que no hay un lugar mejor en todo el mundo.
Los brazos de Kim son fuertes y cálidos algo que lo sorprende porque Kim suele ser frío en el exterior.
Pero Kim lo sostiene suavemente ahora y Chay nota que el otro chico tiene miedo. El corazón de Kim late con fuerza contra su pecho y Chay se pregunta si Kim está tan nervioso como lo estuvo él hace unos momentos. Y es que Chay nunca le había confesado sus sentimientos a nadie. Nunca había dicho las palabras "Me gustas" en voz alta.
Pero tenía que hacerlo porque después de todo, ese era su último día con Kim. Sabía que después de ese momento, no habría excusas plausibles para acercarse a él. Chay ya ha aprobado el examen práctico de ingreso a la universidad y los profesores estaban muy contentos con él.
Así que se prometió a sí mismo que en caso de pasar el examen, le diría a Kim sobre su corazón. Sabía que era mejor hacérselo saber a Kim. Chay no es tonto, él siempre ha sabido que solo estaba viviendo un hermoso sueño que no estaba destinado a durar indefinidamente. Haber estado con Kim ha sido un regalo de un dios misericordioso. Haber tenido a Kim como su tutor era solo una anécdota que le contaría a la gente algún día. Siendo consciente de todo eso, Chay solo quería devolverle algo a Kim como muestra de agradecimiento así que hizo esa púa de guitarra con sus nombres solo para pensar en la posibilidad de hacer que Kim lo recordara. Era solo una esperanza tonta, otro de esos sueños inofensivos que podía guardar en su corazón para pensar en ellos cada vez que la vida se pusiera difícil.
Esa es la razón por la que realmente no esperaba que Kim lo besara de forma suave como debe ser un primer beso. Los labios de Kim eran amables y cálidos, eran dulces y generosos y Chay estaba seguro de que Kim notó que era su primer beso porque, bueno, Chay fue torpe y tímido. Sin embargo, no esperaba ver esa mirada de la más pura adoración en los ojos de Kim mientras le decía que le gustaba, como si sus sentimientos y los de Kim fueran lo mismo.
Es un sueño, ¿no? Es un sueño porque la vida nunca ha sido tan colorida. El mundo no es el mismo mundo que habitaba hace diez minutos. Todo es nuevo y a pesar del miedo que puede sentir en los brazos de Kim, no quiere soltarlo. No quiere preguntarle a Kim si él también se siente atraído por él pero, si Kim lo besó, debe ser así, ¿no?
-No puedo respirar- dice Kim y Chay se ríe nerviosamente.
Por supuesto que estaba sosteniendo a Kim con una fuerza extrema pero no pudo evitarlo.
Sabe que ha gastado toda la suerte de su vida en vivir ese momento y no le importa. Quiere quedarse allí con Kim un poco más, así que después de mirarlo tímidamente a los ojos, sin saber qué hacer a continuación, Chay simplemente se arroja a los brazos de Kim nuevamente. Por supuesto que sabe que será más fácil para Kim dejarlo ir, hay algo que le dice que Kim no podrá sujetarlo, pero cuando los brazos de Kim se rinden a lo que sea que los acerque, Chay olvida sus preocupaciones y sus miedos.
Está en los brazos de Kim y desea quedarse allí, simplemente quedarse allí y olvidarse incluso de su nombre y del mundo exterior por un rato...
