131: Una cucharada de su propio chocolate

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—Muy bien, Chay, estamos reunidos aquí el día de hoy para hablar acerca de un tema de suma importancia para todos— dice Tankhun y Chay se remueve incomodo en su asiento

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—Muy bien, Chay, estamos reunidos aquí el día de hoy para hablar acerca de un tema de suma importancia para todos— dice Tankhun y Chay se remueve incomodo en su asiento.

—P'Khun, por favor no....— ruega Chay sin ser capaz de mirar a los ojos al hermano mayor de Kim, ni a su propio hermano mayor quienes lucen completamente serios y aterradores.

—Chay, tienes que escucharnos, es importante de verdad— dice Porsche y Chay lo fulmina con la mirada porque toda esa reunión es ridícula.

—Hia, todo lo que debo saber me lo han dicho en la escuela, gracias— dice Chay.

—¿En serio? Dudo mucho que las escuelas tailandesas sean tan abiertas de mente, Chay, no mientas. Puede que te hayan enseñado cosas básicas pero el mundo real es otra cosa sobre todo cuando tu pareja es un chico— dice Khun de forma terminante.

—Y sobre todo cuando ese chico es Kimhan— dice Porsche con una clara mueca de disgusto.

—¿Qué se supone que significa eso, Porsche?— interroga Khun y Chay se siente aliviado de que la atención del mayor de los hermano Theerapanyakul se haya distraído hacia Porsche.

—Khun, tú y tus hermanos tienen gustos, digámoslo de este modo, peculiares— dice Porsche—. Y no me hagas hablar de tu primo.

—Ugh, asco, no menciones al psicópata del calabozo— dice Khun fingiendo un escalofrío—. Pero mi Kimhan no es así, ¿qué clase de chico crees que eduqué?

—¿Un príncipe oscuro sin corazón que apenas sonríe y que seguramente está pervirtiendo a mi hermanito?— dice Porsche con un dejo de ironía y Khun le da un puntapié por debajo de la mesa.

—¿Ah sí? Pues también crié a Kinn y no te escucho quejarte acerca de sus gustos raros y perversiones varias — dice Khun con aire ofendido.

Khun y Porsche se enfrascan en una discusión algo acalorada que hace que Chay ruede los ojos con hartazgo. Sí, él puede admitir que todo es culpa suya pero jamás pensó que su hermano y el hermano de Kim pudieran llegar a ese extremo después de descubrirlos besándose apasionadamente en la recamara de Chay días atrás, cuando los dos pensaron que nadie más estaría en casa. Chay aún puede sentir la enorme vergüenza que sintió al ver a su hermano en el marco de la puerta justamente cuando las manos de Kim estaban en todos lados y los dos estaban produciendo sonidos nada discretos que daban cuenta del enorme placer que ambos estaban sintiendo.

Fue vergonzoso y los dos tuvieron que soportar al menos dos horas de regaños acerca de lo inapropiado de su comportamiento, sobre todo él porque a pesar de tener casi veinte años, parece que nunca dejará de ser un bebé en los ojos de Porsche. Chay suspira y decide aprovechar ese momento para intentar escabullirse de la habitación sin ser detectado pero apenas se levanta de la silla, dos voces masculinas gritan al unísono su nombre.

—Jovencito, regresa a tu lugar— dice Porsche y Chay quisiera poder desvanecerse.

—Porsche, en serio, esto no tiene sentido— dice Chay harto de toda esa puesta en escena.

—Claro que tiene sentido, querido, solo necesitamos crear un espacio seguro para ti en el cual nos puedas preguntar todas tus dudas— dice Khun volviendo a su tono amable y preocupado.

—No tengo dudas— dice Chay y carraspea con algo de vergüenza.

—Claro que debes tenerlas puesto que tú jamás... ¿o sí?— pregunta Khun y sus ojos se abren de forma desmesurada al tiempo que Porsche lo mira con el entrecejo fruncido.

—No exactamente pero P'Kim es muy dulce y paciente, estamos experimentando a nuestro propio ritmo— dice Porchay de forma apresurada y sus mejillas están tan rojas que parecen brillar.

—Dulce y paciente, bah— dice Porsche y Khun lo fulmina con la mirada.

—Te lo dije, Kimhan es un caballero— dice Khun con orgullo—. Bueno, si es así creo que Chay tiene razón, sigan siendo cuidadosos entonces.

—¡Claro que ese no es todo! ¿No lo escuchaste? ¡Kimhan sí está pervirtiéndolo!

—Ay, por dios, Porsche, todo el mundo los ha encontrado a Kinn y a ti follando como conejos en cada rincón imaginable de esta casa, yo por ejemplo no uso la alberca desde hace meses por culpa tuya— dice Khun y Chay no puede evitar reír al ver el gesto cohibido de su hermano mayor—. Mira que tú no tienes ninguna autoridad moral para regañar a los chicos por experimentar algo que es perfectamente natural, déjalos en paz.

—Gracias, P'Khun— dice Chay con verdadero cariño y luego añade mirando a Porsche con un dejo de burla—: quizá tú y yo debamos darle la charla a Hia, ya sabes, acerca de hacer esas cosas en un espacio privado como él nos sugirió a P'Kim y a mí.

—Y vaya que les hace falta— dice Khun con tono serio—. Muy bien, Porsche, te escuchamos, ¿Kinn y tú tiene un fetiche con el exhibicionismo? Mira que todos hemos sido lo suficientemente desafortunados para verlos en acción al menos una vez, deberían ser más considerados.

Porsche se levanta de pronto y dice que es tarde y que tiene que llegar a una reunión con urgencia y Tankhun lo sigue dispuesto a no dejarlo en paz hasta que Kinn tenga que intervenir y Chay se ríe porque es bueno ver que Porsche está recibiendo una cucharada de su propio chocolate.

—¿Ángel?— dice la voz de Kim de pronto y Chay sonríe al ver a su novio entrando por la puerta.

—¡Qué bueno que llegaste!— dice Chay y corre a abrazar a Kim para después esconder su rostro en su pecho—. Me estaba muriendo de vergüenza.

—¿Por qué?— pregunta Kim y acaricia su espalda como hace siempre cuando intenta tranquilizarlo.

—P'Khun y Hia intentaron darme la charla— dice Chay y Kim no puede evitar reír con un dejo de exasperación.

—No puedo creer que Porsche se atreviera a hacer eso después de todos los espectáculos que ha montado en esta casa con Kinn— dice Kim riendo con algo de burla.

—Fue lo que P'Khun dijo, mi hermano es descarado— dice Chay—. Les dije que eres dulce y paciente conmigo y me dejaron en paz.

—Debo hablar con Khun, es un entrometido— dice Kim—. Y tú no debes preocuparte por nada ¿está bien? Seguiremos haciendo todo a tu ritmo y si tienes dudas acerca de algo, podemos investigar juntos, no necesitamos a nuestros hermanos chismosos.

—Lo sé, P'Kim pero ¿sabes? Fue divertido avergonzar a Porsche— dice Chay riendo alegremente—. Debiste ver su cara cuando P'Khun le dijo que todos estamos traumatizados en esta casa por culpa suya.

—Habría pagado por ver eso— dice Kim y los dos comienzan a reírse de Porsche una vez más.

Chay dice que su hermano por fin los dejará en paz y Kim responde que el suyo hará lo mismo. Después de todo, los dos cuidan bien el uno del otro y algunas cosas deben experimentarse solamente al lado de la persona que es un refugio para el corazón en todos los sentidos. 

NDA: Creo que después de este capítulo llegaremos a las 100K lecturas en esta historia y estoy emocionaaadaaaaa!!! Creo que me pondré a festejar en Instagram cuando eso pase por si se quieren unir a mí, me encuentran por allá como jesskatsu y gracias por adelantado por hacer de estos pequeños momentos KimChay algo tan grande :3 ¡Les amito! ¡Ojalá les haya gustado el capítulo de hoy, yo me divertí bastante escribiéndolo! :D

KimChay MomentsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora