Chay no sabe lo que hace en ese lugar tan tarde en la noche. No sabe por qué Porsche lo dejó ahí, en ese lugar exacto, el lugar donde hace años miró a Kim por primera vez.
No sabe por qué el lugar parece desierto, no hay estudiantes, no hay ruido. Está completamente solo y Chay no sabe por qué Tankhun le pidió usar ese traje precioso que lleva puesto ahora ni por qué ese lugar ha sido iluminado con luces de colores. El lugar luce como un sitio de fantasía. Las luces colorean la soledad del lugar. Todo parece una postal navideña y Chay recuerda que una vez le contó a Kim cómo las luces de colores pueden conmoverlo tan profundamente porque mirarlas era como estar rodeado de magia y esplendor.
Pero aun así, Chay no entiende nada. Porsche se negó a dar explicaciones y para hacer más grande su confusión, su hermano solo lo abrazó fuerte y le pidió que siguiera su corazón.
—Todo lo que siempre quise desde que eras un niño era verte feliz con la vida que has construido— dijo Porsche con una sonrisa llena de orgullo—. No estoy preocupado porque sé que eres un hombre inteligente, amable y generoso y te mereces lo mejor que este mundo te puede dar. Y eso es lo que tendrás, Porchay, estoy seguro. Sigue a tu corazón, él sabrá qué hacer, siempre lo ha sabido.
Porchay quiso preguntarle a Porsche qué significaban esas palabras pero no pudo. Después de irse a toda prisa, Porsche le pidió que esperara ahí y ahí estaba, rodeado de luces de colores y la soledad de ese lugar donde una vez conoció a su ídolo.
Chay sonríe al recordar esa versión de su yo joven durante ese día, el día que Kim cantó para los estudiantes aspirantes que querían postularse a esa universidad. Él era tan ingenuo y lleno de ilusiones mientras que Kim era tan genial y hermoso bajo la mirada de la multitud. Pero hubo un minuto en el que los ojos de Kim se habían fijado únicamente en él. Y en ese minuto, Chay podría jurar que vio un atisbo de una vida que era como un sueño. Se vio a sí mismo caminando de la mano de Kim. Se vio a sí mismo riéndose y cantando canciones en un automóvil con Kim de camino a casa. Vio todo lo que ambos han vivido hasta ahora, incluso todas las lágrimas que tuvo que llorar por él.
Pero en ese mismo momento, Chay no sabe por qué el sonido de una guitarra que toca una dulce canción de repente lo llena todo.
Y definitivamente no tiene idea de por qué Kim está ahí, luciendo como un príncipe de cuento de hadas. Kim le está sonriendo con todo el amor del mundo en sus labios. Kim lo mira como si Chay fuera todo el universo para él. No toca la guitarra pero la música viene de él. Es magia, más magia. Kim siempre hace de cada cosa ordinaria algo extraordinario.
Y luego se acerca.
Uno, dos, tres pasos y Kim está ahí. No dice nada pero sus ojos gritan amor y el corazón de Chay late salvajemente.
Y él sabe, definitivamente sabe lo que va a pasar. Él quería que sucediera. Ha soñado tantas veces con ese momento.
—Porchay Kittisawat— dice Kim con una voz tan dulce y firme que hace que las rodillas de Chay se vuelvan de gelatina—, no soy un hombre que pueda decir que es bueno con las palabras o incluso con los sentimientos y sé que te he lastimado por eso antes. Sin embargo, hoy sé que tengo que usar mis palabras porque te lo mereces. Mereces ser el hombre más feliz de esta tierra y Chay quiero ser uno de tus motivos para ser feliz. Te mereces un amor más grande que el sol porque tú mismo eres el sol para mí. Y quiero darte todo cada día de mi vida. Quiero despertar contigo todos los días y sonreír al darme cuenta de que estás ahí conmigo, que me elegiste un día más, que una vez más decidiste quedarte conmigo. Quiero ser el hombre más afortunado del universo y tomarte de la mano cuando quieras y quiero jurarte que te amaré hasta mi último aliento delante de todos, así que hay una pregunta que necesito que me respondas.
Ahora Kim está de rodillas frente a él y Chay sabe que solo hay una respuesta posible para esa pregunta incluso antes de que las palabras salgan de los labios de Kim.
—Porchay, mi ángel, ¿quieres casarte conmigo?— pregunta Kim y Chay quiere llorar pero no lo hace.
Así que decide hacer realidad otro de sus sueños.
—Quiero casarme contigo desde que te vi por primera vez así que, sé mi esposo, Kimhan— dice y luego Kim sonríe como si fuera el único hombre que ha conocido el amor en el universo entero.
Y Kim le pone un hermoso anillo de oro en el dedo y lo besa para sellar la promesa.
Y Kim lo abraza y lo besa en los labios como si ese fuera su último beso.
Y Kim dice que no hay nadie más feliz que él y carga a Chay en sus brazos y ambos se ríen y la dulce canción sigue sonando.
Y Kim dice que lo ama y Chay sabe que es para siempre.
Y Chay dice que ama a Kim más que a nada en el mundo y Kim besa las palabras en sus labios.
Y siguen besándose, riéndose y bailando.
Ambos conocen el amor y un nuevo capítulo de su historia ha comenzado en el mismo lugar donde se escribió la primera escena porque ambos son un amor infinito en el corazón del otro.
NDA: Imagino que la canción de fondo es "lover" de Taylor Swift :3
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KimChay Moments
FanficEscritos cortos llenos de amor y cosas dulces para sanar nuestro corazón después del final desgarrador de Kim y Chay en el canon.