Décimo sexto día: Por si se olvidaban de las gallinas mensajeras

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Vincent se desperezó lentamente, sintiéndose relajado tras su baño de la noche anterior. Él había ido directo tras la charla de la pared, y, cuando salió, se encontró a Neville esperando con su toalla y ropa limpia en la puerta. Se había sentido algo azorado, y se apresuró a dirigirse al dormitorio de nuevo. 

Cuando se levantó, se enterneció al ver a Greggory, abrazado a la almohada y durmiendo plácidamente. Esa calma fue interrumpida bruscamente en cuanto empezó el vocerío.

—¡Pero bueno! ¿Cómo es que siempre soy yo el que las acaba encontrando? —gritaba Malfoy desde el salón.— Chicos, ¡vengan! Por si se olvidaban de las gallinas mensajeras, ¡vinieron más!

Se escuchaba farfullando de vez en cuando y audiblemente molesto. Goyle se despertó de un brinco y salió corriendo sin siquiera darse cuenta de la suavidad con la que Crabbe lo había estado mirando.

—¡Qué bueno que al fin llegaron! ¡Esto es una condenada fiesta de pajarracos!

—Pero, ¿cuál es tu problema con las aves, en serio? —protestó Ginny, recién despierta.— La neta, no lo alcanzo a entender.

—Vamos a leer lo antes posibles, antes de que lleguen más —fue toda la respuesta que recibió por parte del rubio, quien se estremeció en escalofríos al recordar a Buckbeak: la condenada gallina monstruosa que originó su miedo.

—¿Es que tú nunca envías lechuzas? —preguntó Astoria, acariciando un ave cobriza y blanca que traía muchos sobres.

El ave le dio una cabezada con afecto y se marchó, después de dejar los sobres en manos de sus destinatarios.

(Para todos) ¡Los quiero mucho! A pesar de todo han hecho muchas cosas bien. No se olviden nunca de que están aprendiendo y la vida es para cometer errores siempre y cuando los acepten e intenten mejorar. Greg y Vincent, los quiero un montón, al igual que Nev y Tori. A todos. Les mando ranas de chocolate! (Una para cada uno, Ronald Bilius Weasley🤨) ¡los quiero bye! Att: Viole su Ravenclaw favorita ajjsja

Después de la introducción, leída por Astoria, todos se enfrascaron en la lectura de sus cartas personalizadas.

Querido Draco:

¿Por qué te escribo? No lo sé... solo me pareció que esta vez quería "charlar" contigo. Me parece que estás en un par de problemas, bro.

Todo lo qué pasó con Ginny... tal vez todos lo vean terrible, pero ¿sabes? A mí lo único que me parece incorrecto es el no haberle dicho a Hermione. El resto me parece completamente normal. Ambos necesitaban salir de sus pensamientos un rato y ambos estuvieron de acuerdo en tener esa intimidad. Perooo, las cosas no salieron muy bien.

Bueno, lo que te recomiendo es tener un espacio para ti mismo, ¿sabes? Pero no para tu parte sexual, sino para tus sentimientos. Incluso si lo que quieres es quedarte mirando tu reflejo mientras lo halagas (que no creo porque has cambiado mucho, pero si lo hicieras no estaría mal) o prender una vela y mirar la luna por la ventana.

No lo sé, es solo mi opinión.

En fin, tú verás si lo haces. También te quería decir que estoy orgullosa de ti por todo lo que has mejorado, es decir, todavía te falta un largo camino pero ¿qué importa? Tienes 17 (creo jaja) eres muy joven, la vida esta para aprender, no te culpes tanto.

Siempre estaré dispuesta a leerte si lo necesitas, atentamente, Violeta<3

Draco se sintió extrañamente reconfortado por ese mensaje. Había estado esperando truenos y odio después de lo que había pasado. Sabía mejor que nadie que las cartas solían ser muy criticonas y adoptaban bandos muy fácilmente. No esperaba recibir apoyo por algo que había acabado hiriendo a más de una persona. Aún así, el mensaje tenía razón. Aún era muy joven. Aún podía enmendar sus errores. Al fin y al cabo, ya había empezado su cambio de actitud. Incluso con Potter.

¿Verdad o reto? (HP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora