Esta vez, ni siquiera protestaron. Habían aprendido que, para bien o para mal, las decisiones de la pared eran incuestionables. Y que no importaba cuánto se resistiesen: la pared se saldría con la suya. Era mejor aceptar esa pequeña molestia antes de enfrentarse a una ira más inapaciguable.
Sin embargo, aceptar la tarea y estar cómodo con ella eran dos cosas muy diferentes. Y Harry y Ginny lo estaban aprendiendo por las malas. Solo llevaban unos minutos en el baño, pero la tensión dominaba cada rincón.
Ginny no podía dejar de pensar que ese había sido el lugar en el que Draco y ella empezaron con esa especie de aventura furtiva. Y no podía abandonar su sentimiento de culpabilidad. No le debía nada a Harry, pero quizás Malfoy tuviese razón. Quizás, Harry no quisiese plantearse regresar con ella después de lo que había sucedido entre ellos.
Aunque, por otra parte, todos habían cometido locuras en esa sala. Todos habían hecho cosas de las que no se sentían orgullosos y cosas que no los representaban. ¿Por qué este desliz tenía que ser diferente a los demás? Si Harry era capaz de ver más allá de sus explosiones, sus rabietas y su carácter, también podría ver más allá de sus amoríos.
Por su parte, Harry solo podía pensar en lo incómoda que se había vuelto la sala. En apariencia, todo estaba bien. Ya se habían dejado atrás algunas de las peores rivalidades y otras se habían suavizado. Habían sabido perdonarse entre ellos y habían sabido resolver ciertas diferencias. Y, sin embargo, él sabía de primera mano que también quedaban tensiones bajo la superficie. Su guerra fría con Ginny, su incipiente atracción por Malfoy (una que no sabía cómo resolver), el agobio de no haber respirado aire fresco desde hacía dos semanas...
Todo eso volvían el aire más tenso entre los dos chicos. Además, los olores desagradables del baño no facilitaban la tarea.
—Ginny, esto es absurdo —terminó de decir Harry, rompiendo el silencio.
La pelirroja suspiró con pesadez, y Harry se tomó eso como una señal para proseguir su monólogo interior.
—Es ridículo que nos sigamos evitando como si no hubiese pasado nada. Como si fuésemos desconocidos. No lo somos.
—Ya, pero hay demasiada historia. Simplemente, es difícil.
—Ya lo sé. Para mí también es difícil. Pero no podemos seguir así.
—¿Y qué sugieres que hagamos? No podemos volver a como estábamos hace unos días y ni soñando volveré a tomar la actitud que tenía justo antes de entrar a la sala.
—No, eso ya lo sé. Es solo que... Podemos intentar ser más... menos... Esto es incómodo. Esta situación de no querer ni siquiera estar en el mismo grupo de personas ya se está volviendo demasiado rara. En los veranos en la Madriguera... las cosas eran más fáciles.
—Claro que eran más fáciles —replicó ella, tirando el paño y girándose hacia él—. Aún no me habías besado en frente de todo Gryffindor.
—¿Eso fue lo que hizo que todo cambiase?
—Ya te lo había dicho —murmuró ella, recordando haber confesado eso hacía pocos días en esa misma sala.
—No pensé que...
—¿Me estás diciendo entonces que cuando Cho y tú se besaron, nada cambió?
—Bueno, yo había gustado de ella por bastante tiempo cuando eso pasó. Y... después del beso... no sé, simplemente... no éramos buena pareja.
—Igual que tú y yo, ¿no?
—Ginny, no me refería a eso.
—No, pero yo sí. Escucha, Harry, no es buena idea hablar de esto ahora.
ESTÁS LEYENDO
¿Verdad o reto? (HP)
Fanfiction¿Qué pasaría si encerráramos a cinco Slytherins y cinco Gryffindors en una misma habitación? ¿Y si, para colmo, empezasen a jugar a Verdad o Reto? ¿Qué pasa si añadimos cartas y una pared metiche? Harry, Ginny, Neville, Ron, Hermione, Draco, Pansy...