Décimo séptimo día: Belly shots y retos calientes

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Draco siguió las indicaciones de Pansy para elaborar la poción.

—Pero, un segundo —comentó Hermione, sin poder dejar de darle vueltas a algo—. Si esa poción la usas para depilarte, ¿no me dejará calva?

—¿Estoy yo calva? —refutó la azabache, sin retirar la mirada del caldero.

Hermione volvió a perderse en sus pensamientos, buscando todas las posibles fallas del plan antes de ejecutarlo. Necesitaba estar segura de que podría manejar cualquier situación.

—¿Y qué hacemos mientras con mis calcetines banana? —preguntó Neville, que se había acabado sentando en el suelo para evitar otros deslices e incidentes.

—Aún estoy pensando en ello —admitió Astoria.

Les haré un favor.

Si todos acceden a jugar una ronda de ¿Verdad o reto?...

desharé todas las trampas y bromas que les queden.

Salvo el pelo de Hermione.

Se han esforzado mucho en esa poción.

—¿Cómo que todas? Solo nos quedan los calcetines de Longbottom, ¿cierto? —preguntó nervioso Goyle.

Sigue pensando eso, si es lo que te tranquiliza.

El Slytherin palideció, no quería volver a ver a nadie cubierto en una nube de sangre... o algo peor.

—Yo acepto —dijo al instante.

Hubo varios asentimientos más, incluido Neville.

—Nos está chantajeando, y a saber lo que nos pedirá que hagamos —protestó Ginny.

—No importa, solo será una ronda —dijo Harry—. Además, no creo que las cosas se puedan liar más a estas alturas.

—No la tientes —refunfuñó la pelirroja, cruzándose de brazos.

—¿Prefieres que sigamos encontrándonos trampas el resto de días que quedan?

—No. Prefiero que la pared nos deje vivir en paz.

Retiraré mi oferta en unos segundos si no la aceptan.

Tik.

Tak.

—Aceptamos —dijo Harry.

—Yo no he aceptado nada —se negó Ginny.

Recuerden: todos deben acceder.

—Ginny, no seas niña. Eres la única que está en contra —le espetó él.

—Está bien, accedo. Pero no me vuelvas a llamar "niña" —dijo ella finalmente. Estaba furiosa. Pero ya le habían dicho suficientes veces que no era capaz de aceptar una crítica, y pensaba cambiar eso. Sin embargo, eso no hacía más fácil controlar las ganas de estrangular a Harry Potter. Si alguna vez había estado enamorada de él, no quedaba ni rastro en ese momento.

Maravilloso.

Les dejaré unos minutos para que se preparen.

Draco debe terminar la poción, ¿no es cierto?

El rubio completó su tarea y la sirvió en un pequeño frasco.

—Prueba —le dijo a Hermione.

Ella lo olisqueó con reticiencia y, bajo todas las miradas expectantes, le dio un sorbo. Y después otro. Así hasta terminarla. No sabía mal, pero tenía una textura extraña. Todos sus amigos la miraban esperando alguna reacción, pero no parecía llegar. Hermione miró a Pansy, desesperada.

¿Verdad o reto? (HP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora