Ron apenas había podido dormir aquella noche. Había estado mirando por la ventana tratando de averiguar por qué llegaban esas misteriosas cartas. Era siniestro la idea de que alguien pudiera estar mirando todos sus movimientos como un espectador en una partida de ajedrez. Además, una de ellas hacía referencia a sus sentimientos confusos por Hermione. No estaba seguro si él la veía como algo más que como una amiga, pero, si tanto se lo tenía que pensar sería cierto.
Por otro lado estaba demasiado nervioso esperando la llegada de posibles cartas de nuevo. Necesitaba aclarar su mente, y quizás aquellas personas tuvieran la solución.
Escuchó unos pasos a su espalda. Se dio la vuelta y vio a una castaña caminando hacia él. Sus pies descalzos por el frío suelo. Su pelo estaba mucho más despeinado que de costumbre y su rostro parecía más cansado de lo que nunca había estado.
—Es muy temprano, nunca te imaginé madrugando tanto—bromeó ella con una sonrisa tímida. Se frotó los brazos intentando huir del fresco matinal.
—¿Estás bien?—preguntó el pelirrojo algo preocupado por su amiga.
—Lo mismo iba a preguntarte yo. Llevas raro desde las cartas y pareces no haber dormido esta noche.
El chico suspiró. Le conocía tan bien... Jugó con los dedos intentando buscar alguna excusa. Por suerte, un suave ruido en el cristal de la ventana le libró de contestar.
—Otra vez...—murmuró la muchacha. Una gran nube de lechuzas cubría el cielo.
Ron corrió a la habitación y gritó para despertar a todos informándoles de la llegada de las lechuzas. En menos de dos minutos, todos estaban junto a la ventana. Porque, aunque lo negaran, todos tenían curiosidad por saber de dónde venían, pero sobre todo, saber qué dirían en aquella ocasión.
Astoria abrió la ventana con delicadeza permitiendo el paso del primer ave. En pocos segundos, la sala estaba inundada por la gran marea de pájaros.
Ginny fue la primera en atreverse a coger una carta del pico de una lechuza. Ésta en concreto, era negra con motas blancas. Nada más asegurarse de que abrían la carta, alzó el vuelo. La pelirroja leyó alto y claro.
"Carta para Astoria: Querida Astoria Neville es MIO entendiste tu seras la próxima señora Malfoy tenlo por seguro y Pansy la futura señora Zabinni" "Atte: Estrella Estefania Ivonne Canela Whitte futura señora Lombottong "
Inmediatamente, la aludida miró con asco a Malfoy, sin darse cuenta de que Neville hacía lo imposible por ocultar su sonrojo. Por suerte para él, todos tenían los ojos clavados en la castaña.
—No te acerques a mi Draquito—le amenazó Pansy.
Al oír este comentario, Goyle se sintió decepcionado.
—No te preocupes, no tengo ningún interés en... —hizo una prolongada pausa y miró despectiva al rubio—... en eso.
El Slytherin la miró ofendido, pero no dijo nada. En cambio, se acercó a la siguiente "gallina voladora" olvidando por completo el incidente del día anterior.
"Para Draco: Su actitud no me parece muy correcta, pero entiendo que se quiera hacer notar, podría aprovechar sus otras cualidades para brillar. Por otro lado, usted jamás dejará de ser un rompe corazones en Hogwarts. Sigo esperando mi turno —la última frase estaba escrita con letra ligeramente temblorosa, como si la escritora se hubiera sonrojado. —
Para Pansy: Usted, me atrevo a decir, tiene la peor actitud que he conocido. Todavía tiene un poco de potencial, ¡No lo desaproveche!
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¿Verdad o reto? (HP)
Fanfiction¿Qué pasaría si encerráramos a cinco Slytherins y cinco Gryffindors en una misma habitación? ¿Y si, para colmo, empezasen a jugar a Verdad o Reto? ¿Qué pasa si añadimos cartas y una pared metiche? Harry, Ginny, Neville, Ron, Hermione, Draco, Pansy...