Décimo día: Noche de brujas

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—¿Solo somos un burdo entretenimiento para ti? —le espetó Ginny, aunque agradecida de poder sacar su voz.

¿Tú qué crees?

¿Que son mis mejores amigos?

¿Que son las personas más importantes en mi vida?

¡Pues no!

Solo me hacen reír.

Y se me pasan las horas con ustedes.

Pero que no se les suba a la cabeza.

—Tú no te preocupes, que no creo que ninguno de nosotros lo considere un halago —respondió Ginny cruzándose de brazos.

No se molesten, pequeños.

Para compensar haberles herido el ego...

... esta noche será un poco diferente.

No tendrán que respetar las parejas de las habitaciones.

Es más. 

Ni se tendrán que relacionar con esas parejas.

Salvo Croyle.

Porque serán chicas por un lado.

Y chicos por otro.

Las chicas vayan a la habitación Hinny.

Y los chicos a la habitación Croyle.

Ginny sonrió gratamente. Aquello era justo lo que había deseado. Una noche de chicas.

—¡Bien! —exclamó con gran alivio.

—Yo quería hablar con algunas chicas —comenzó Harry.

Ni una queja. 

Vayan a sus dormitorios.

No podrán salir de ahí.

Bueno, para ir al baño.

No quiero hagan sus cosas en mi suelo.

Y sí, comadreja, ya sé lo que vas a decir.

También podrán ir a la cocina.

Las chicas no protestaron demasiado y se dirigieron juntas a la habitación de Ginny y Harry.

—¿Por qué parece que mi habitación es siempre la de las reuniones?

—Porque es la Elegida. ¿Lo pilláis? Por ser la habitación del Elegido —dijo Astoria entre risas.

—No sé si está borracha o si ha pasado demasiado tiempo con Crabbe —sentenció Pansy, sentándose. 

—No, nada de eso... Es solo que estoy cansada.

—Ya, con la noche que te dio ayer Longbottom... —se burló Parkinson, aún sin estar del todo segura de lo que había pasado durante la noche con su amiga.

—Piensa lo que quieras...

—¿Qué pasó, Astoria? ¿Voy a esperar un bebé Nevstoria? —se entusiasmó Hermione.

—Chicas, no sean entrometidas —rio la castaña.

—Es decir, ¿que sí? —insistió la azabache.

—Está bien, se lo contaré. Pero les va a decepcionar.

Pasó a relatarles las inseguridades de Neville y cómo había decidido hacer de cada día uno memorable. Les relató también su noche de sobras y figuras a la luz de un débil Lumus.

¿Verdad o reto? (HP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora