Décimo séptimo día: Trampas y bromas

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Lo primero que hizo Neville al despertar fue ponerse el calcetín. Desde el instante que lo tocó supo que algo andaba extraño. La textura era... para nada lo esperado. Se le hacía familiar pero incómodamente desagradable. En cuanto se apoyó en el suelo y se puso en pie, se resbaló. Y entonces reconoció al instante la textura. Era una cáscara de plátano.

Con el golpe y el quejido de su amigo, Ginny se despertó.

—¿Qué haces en el suelo, Nev? —preguntó confusa y aún atolondrada, con los ojos medio cerrados.

—No lo he hecho a posta —se lamentó el chico.

Ginny se incorporó con dificultad.

—¿Y por qué no te levantas? —le preguntó. Neville le hizo caso y se puso en pie.

—Creo que mis calcetines se han convertido en una especie de cáscara de plátano.

—No digas tonterías, Nev.

JAJAJAJAJAJJA.

Veo que tienes poca paciencia al despertar.

Pero el pandita tiene razón.

Les he llenado la sala de trampas y bromas.

Y solo trabajando juntos podrán desactivarlas.

Buena suerte.

—¿Qué? —se escapó de los labios de la pelirroja.

—Creo que deberíamos avisar a los demás —sugirió el chico.

De repente, escucharon un grito agudo de una de las habitaciones cercanas.

—Creo que ya lo saben —dijo Ginny, poniéndose en pie y corriendo en dirección del grito.

La voz le había llevado a la habitación de Malfoy y Crabbe. Cuando entró, se los encontró a ambos empapados en lo que parecía sangre. Ginny compuso un gesto de horror.

—¿Qué diablos ocurrió aquí?

Crabbe tenía el rostro descompuesto por el pánico, pero aún así se las ingenió para mirar a Ginny y señalar encima de su cabeza. Fue entonces cuando la pelirroja se fijó en la nube que había aprecido sobre la cabeza de ambos Slytherins. Estaba lloviendo, pero la lluvia estaba coloreada de un color escarlata intenso.

—¿Qué es? —se aventuró a preguntar.

Draco negó con la cabeza, también con semblante aterrorizado. La chica sacó su varita y conjuró "Finite" apuntando directamente a la nube. Sin embargo, no hubo ningún cambio. La nube seguía ahí, sangrando sobre los dos chicos.

—No funciona.

No shit, Sherlock

¿Ya han olvidado lo que les dije hace menos de un minuto?

—¿Qué les dijo? —preguntó Draco.

—Que ha llenado todo esto de trampas y bromas.

Neville llegó junto a ellos, deslizandose con sus calcetines-banana. 

—Y que debemos trabajar juntos para arreglarlo —añadió a la explicación de Ginny, antes de pararse a mirar a los dos Slytherins cubiertos en lluvia roja.

—Será mejor que avisemos a todos los demás —declaró Ginny.

Vincent asintió, y se levantó, intentando con todas sus fuerzas no prestar atención a lo que sea que lo estuviese empapando. Con cuiadado, dejó que Neville se apoyase en él.

¿Verdad o reto? (HP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora