Ya lo avisé en el capítulo anterior, pero quiero volver a advertirles de que en este capítulo se van a tratar temas que pueden herir la sensibiliad de ciertos lectores. Se tratan temas como: la violencia familiar, el abuso sexual, secuestro, la ansiedad, otras enfermedades o la homofobia.
De nuevo, les pido disculpas si no traté estos temas correctamente. He tratado de informarme lo mejor posible y tratarlos con la sensibilidad apropiada (aunque luego está nuestra pared que no respeta nada). Sé que tipos de recuerdos como estos pueden dejar huella, y por eso lamento no haber tenido en cuenta estos traumas a la hora de desarrollar los personajes en un principio. Y, por supuesto, lo que menos pretendo es romantizar ninguno de estos problemas.
Y por último, quiero repetir que si están pasando por cualquiera de estas situaciones u otras, no duden en contactar conmigo por el buzón de Wattpad o por Mensaje directo de Instagram. Estaré siempre encantada de poder escucharles y ayudarles en la medida de lo posible. Por darles un consejo más general, les diré no se callen ninguna de estas situaciones: hablen con alguien de confianza (puede ser un amigo, un familiar, un profesor, un orientador, un vecino) o incluso con un psicólogo. Les prometo que se puede salir de todo, aunque muchas veces necesitamos algo de ayuda para superarlo.
Bueno, después de que nuestro panda de Gryffindor llorase como un descosido.
(No ofesense, dude).
Después de eso, ¿qué les parece si seguimos con el resto?
¿Quién podría ser el siguiente?
Draquis...
Creo que los fans están deseando este momento.
El rubio se entretenía mirando los cuadros de la Mansión Malfoy. No era capaz de recordar los nombres de la mayoría de sus familias, debido a que nunca había visto a muchos de ellos. Algunos estaban en Azkaban, otros fuera del país y otros habían fallecido. "Fallecer", el pequeño Malfoy odiaba esa palabra. Estaban muertos, simple y llanamente. ¿Por qué necesitaban tantos eufemismos?
De nuevo, escuchó a su madre gritándole a su padre. Aún no sabía por qué discutían tanto esas últimas semanas, puesto que utilizaban un encantamiento que impedía entender lo que decían. Pero Draco sí que era capaz de distinguir el tono de sus voces. El de su madre era desesperado y enojado, mientras que el de Lucius era un tono frío, pero alto.
—¡Me he hartado, Lucius! ¡Eres despreciable!
El rubio había tenido claro desde el primer segundo cuál sería su recuerdo. Pero conforme más se acercaba el momento, más le dolía. Empezaba a notar pinchazos en el pecho. No, sabía que significaba aquello. "Contente, Malfoy", se dijo, porque en ese momento necesitaba la frialdad de su familia.
Ahora, el rubio pudo diferenciar las palabras perfectamente. Supuso que su madre había salido de la habitación conjurada. Él seguía contemplando las decoraciones de la mansión, fingiendo que no sabía nada. Para evadirse, trató de pensar en lo cerca que estaba su tercer año de Hogwarts.
—Draco, nos vamos —escuchó que le decía su madre desde el final del pasillo. Él no entendía nada de lo que estaba pasando. Al llegar a su lado, su madre le colocó una mano en la espalda y siguió caminando, obligándolo a él a moverse también.
—¡No! Tú a mi hijo no te lo llevas —escupió Lucius con ese tono autoritario, pero calmado.
—Está mejor sin ti, créeme —contestó la mujer, sin girarse.
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¿Verdad o reto? (HP)
Fanfiction¿Qué pasaría si encerráramos a cinco Slytherins y cinco Gryffindors en una misma habitación? ¿Y si, para colmo, empezasen a jugar a Verdad o Reto? ¿Qué pasa si añadimos cartas y una pared metiche? Harry, Ginny, Neville, Ron, Hermione, Draco, Pansy...