Décimo octavo día: Dramione

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Solo quería decirles que este es el capítulo número 100, y, aunque en este fanfic ya no sepa cómo van a acabar las parejitas y Dramione no va por el mejor de los caminos (no como Croyle o Nevstoria, al menos), sentía el deber moral de decirle el capítulo número 100 a mi ship favorito del mundo mágico.

P.D. Lean la nota de autora al final de este capítulo. Les traigo otra sorpresa.

***

Hermione se despertó casi al amanecer. Fue toda una sorpresa (y algo de susto) ver a su lado a Draco y no a Pansy. "A estas alturas, ya debería haberme acostumbrado a las cosas de la sala", se dijo. No tenía ninguna prisa por despertar a Draco. Ya tendrían un largo día sin saber cómo diantres ocupar su tiempo. No era necesario que empezase antes de lo normal.

La chica fue al baño, a tomarse una ducha y prepararse para todo lo que le esperaría. Ya apenas les quedaban algunos días en la sala. Y las cosas habían cambiado. Mucho. Pensaba que la sala había cumplido su objetivo, al menos con ella. Ya no tenía ningún tipo de rencilla con los Slytherins. Aunque seguía estando pendiente el asunto de Ginny. No estaba enojada con ella, pero no podía decir tampoco que su confianza hubiese salido intacta de todo aquello.

Hermione pensó, de regreso a la habitación, que casi hubiese preferido pasar todo el día con Pansy. Al menos, con ella no había una serie de sentimientos sin resolver. Draco y ella habían quedado en ser solo amigos. Y sabía que era lo correcto. Ninguno de ellos estaba preparado para una relación. Y, siendo sinceros, por muy bien que se le diesen a Draco las relaciones íntimas entre amigos, Hermione no estaba para medias tintas. Ella no era el tipo de persona que podía besar a alguien y estar enamorada de esa persona sin un compromiso de por medio. Al menos, no podría manejarlo a largo plazo. De eso estaba segura.

Y ya había estado antes en una amistad teniendo sentimientos por la otra persona. Sabría lidiar con eso, por muy pocas ganas que tuviese de volver a estar atrapada en esa situación. No era algo tan malo, se dijo. Era preferible poder apoyar a Draco como amiga. Quería verlo convertido en un gran hombre. En un buen hombre. Y quería poder ayudarlo en su proceso. Esa era la mejor manera de conseguirlo.

Cuando llegó de nuevo al cuarto, Draco seguía dormido.

Ella se sentó en la silla y cogió algo de pergamino, intentando repasar lo que recordaba de las asignaturas. Algún día, volverían al mundo real, y los ÉXTASIS acabarían ocurriendo al final del curso.

De repente, escuchó cómo Draco gruñía algo incomprensible.

—Buenos días a ti también —respondió ella, aún continuando con su tarea.

—¿Eh? ¿Q-qué haces tú aquí? ¿Y Harry?

—No lo sé, pero apostaría a que está con Ginny.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Bueno, si la pared nos ha puesto a los dos juntos, imagino que habrá puesto las mismas parejas que ya hizo una vez.

—Le falta originalidad —respondió Draco, poniéndose en pie.

Hermione levantó entonces su mirada del pergamino y sus ojos encontraron el torso desnudo de Draco. Sutilmente, retiró la vista. No era que no le gustaba lo que veía, sino que le gustaba demasiado. Eso quizás podría ser un obstáculo en todo eso de "ser solo amigos".

—¿Qué crees que estarán haciendo esos dos? —preguntó Draco, acercándose a Hermione por la espalda y poniendo las manos en sus hombros.

—No lo sé. Conociéndolos estarán discutiendo. Quizás, cuando se abran las puertas mañana, solo quede uno vivo.

¿Verdad o reto? (HP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora