Décimo séptimo día: Complicidad y conexión

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Después del almuerzo, volvieron a sentarse en círculo.

—Bueno, supongo que otro de mis defectos ha salido hoy a la luz —suspiró Ginny—. A veces me comporto como una niña caprichosa. Si no quiero hacer algo, seré cabezota hasta que consiga salirme con la mía o al contrario.

—Aunque ese algo que quieras sea demostrar que serías mejor pareja para el gay de turno —comentó por lo bajo Astoria.

—¿Quieres callarte de una vez? —espetó la pelirroja.

—Está bien, lo siento.

Sin embargo, su tono de voz no era ni cercano a arrepentido.

—Neville, te quiero, pero no soporto a tu novia —murmuró Ginny.

El chico la miró desamparado. No le gustaba estar en esa posición: en el medio de una trifulca entre una de sus mejores amigas y su novia. Carraspeó con incomodidad.

—¿Por qué no pasamos a algo positivo? ¿Draco? —pidió.

—Está bien —suspiró el chico—. Weasley, Greegrass... ustedes dos son más parecidas de lo que quieren admitir, y quizás por eso sus caracteres chocan tanto. Ginny tampoco se dejará pisotear y eso es una cualidad muy buena, solo que quizás es más impulsiva que tú, Astoria. Y Astoria pues... es mordaz. Es cortante, pero de una forma astuta e ingeniosa.

—Oh, claro, porque directamente echar las cosas en cara cada que tenga oportunidad es una forma super mordaz de atacar a alguien —replicó Ginny con sarcasmo.

—Cariño, es que contigo sobran las sutilezas.

—¿Sabes qué, Longbottom? —dijo Draco, rodando los ojos.— Admiro tu santa paciencia para ser neutral cuando estas dos no dejan de tirarse al cuello la una de la otra. Yo habría dejado de escuchar a las dos mucho tiempo atrás.

El rubio pensó durante unos momentos, aún le quedaban 6 personas más sobre las cuales decir algo bonito. Aunque quizás, después del trabajo en equipo para desmontar las bromas y trampas, no fuese necesario mucho más.

—Bueno, hoy fue un día largo. Quizás deberíamos irnos a dormir ya —propuso.

No tan rápido.

No creas que te dejaré irte de rositas sin acabar tu reto diario.

Maldita pared.

—Está bien, pues Parkinson fue bastante útil hoy. Fue resolutiva cuando nadie más encontraba una solución al pequeño problema peludo de Hermione. Y cuando la poción no pareció funcionar, Hermione se lo tomó bien y no explotó en rencor ni nada parecido. Goyle fue valiente al compartir algo que le parece tan íntimo.

—Ya dijiste eso de Greg —le recordó Vincent.

—Puede, pero... Fue... Fue una buena respuesta.

—¿Intentas decir que la fantasía de Goyle te pareció sexy? —preguntó con una sonrisa de medio lado Pansy.

—Oh, cállate —espetó Draco, enrojeciendo.

—Sí, cállate —secundó Greggory, deseando poder olvidar ese pequeño momento.

—Y Crabbe, tú eres atento a los detalles. Estoy seguro de que nadie más se acordaba de lo que había dicho sobre Goyle —apuntó el rubio, aún con las mejillas coloradas—. Y me queda decir algo bueno de ese par —suspiró, señalando a Harry y Ron—. Supongo que son leales.

—También dijiste eso de Harry —señaló Vincent de nuevo.

—Crabbe, cuando te digo que eres atento al detalle no es para que me hagas pensar en más cumplidos.

¿Verdad o reto? (HP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora