¿Verdad o reto? (HP)

Tercer día: Retos y Verdades confusos (parte 1) PD Besos "everywhere"

(Aviso de la autora: Muchas gracias a todos por los retos y verdades suculentas !!! Los que estaban repetidos sólo los he puesto una vez. Algunos los he puesto en cartas, por eso no están aquí, pero estarán en el próximo. Promesa.

PD: Qué bella es la persona que escribe ese comentario desde Argentina @R5_PotterHead_JB ) 

Mientras Neville decidía si debía contarle sus problemas a Astoria, ella le sonreía con confianza intentando ayudarle. Se le hacía extraño tratar de confortar a "Longbottom el del sapo", pero sentaba bien apoyar a alguien de vez en cuando. 

—Si no quieres, no tienes por qué decírmelo—empezó ella sin saber muy bien cómo seguir—. Yo... esto... Solo recuerda que me tienes aquí para lo que necesites y que si tienes que desahogarte yo no te voy a juzgar, ¿vale? Nunca más. 

El muchacho asintió con la cabeza débilmente, pero no pronunció palabra hasta unos segundos más tarde: 

—Una mortífaga torturó a mis padres hasta la locura. Ellos... ellos están ahora en San Mungo y a duras penas se acuerdan de mí. Voy a visitarlos cada vez que puedo y mi madre me da los envoltorios de los caramelos. Supongo que pensará que eso es lo que está bien, pero... Y sé que sonará raro, pero los conservo todos. Aún... aún estoy esperando que se puedan recuperar. 

Unas lágrimas silenciosas nacieron en sus ojos, pero no pudieron morir en sus labios ya que unos delicados dedos las recogieron con ternura. 

—A mí me parece muy dulce que los guardes. Y quizá sí que se acuerde de ti si te hace regalos, aunque sean esos. 

El chico la miró con los ojos más tristes y desesperados que Astoria había visto nunca. Sin mediar otra palabra, él se acercó hacia Ginny y Harry quienes hablaban sobre los veranos en la Madriguera con nostalgia. La joven Slytherin se quedó sola mirando a la nada hasta que una castaña se sentó a su lado. 

—Oye, creo que estás siendo muy buena con nosotros. Gracias por eso. 

—¿Por qué no debería serlo? Soy Slytherin, no mortífaga. 

—Lo sé, lo sé—se excusó Hermione—, es solo que estoy acostumbrada a que los de tu casa se burlen de mí y me intenten herir. Es agradable conocer a alguien que honra a Slytherin. 

La aludida sonrió satisfecha, aún pensando en el pobre Neville, quien había sufrido tantas y tantas burlas e insultos. Quizá hasta golpes. Y él no se los merecía. Ya tenía suficiente con sus padres. Y él mismo dudaba de sí. Apretó los puños intentando contener su enfado, más consigo misma que contra alguien más. Ella no se merecía las palabras de la chica que estaba junto a ella. Le había hecho daño a una buena persona que ya tenía suficiente con lo suyo. ¿Acaso era eso honrar a Slytherin? No, en absoluto. 

—Sé en lo que estás pensado. Y puede que hubieses participado en algunas burlas, pero estás cambiando. Éso es lo que cuenta. 

Astoria la miró muy sorprendida. No sólo le extrañaba que hubiera adivinado lo que pensaba, también le extrañaban aquellas palabras amables hacia alguien que no siempre había sido merecedora de ellas. 

—Gracias—murmuró. O creyó hacerlo. 

Mientras tanto, Crabbe tenía la mirada perdida pensando aún en lo que veía en el espejo. ¿Se haría alguna vez su deseo realidad? Por supuesto que no, él era el tonto y estúpido guardaespaldas de Draco. ¿Cómo pensaba ser delegado? Y estaba también su otro deseo: Goyle.