Décimo sexto día: Llorando en musical

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¡Hey, loves! ¡Tienen un capítulo sorpresa! Esto es porque en un inicio, pensé que quería que todo fuese el mismo capítulo, pero me di cuenta de que era muy largo y que podría quedar mejor si lo dividía. Y, sobre todo, porque no podía dejar de escribir y quería compartirlo con ustedes cuanto antes.

Segundo. Este capítulo habla de las canciones que me dijeron en la parte de las cartas. Las canciones y partes traducidas de la letra estarán en cursiva y en negrita.

***

Pansy corrió entusiasmada a poner la música en su walkman. 

—Primero empezaré a poner de fondo las que no nos han dicho específicamente para que hablemos —explicó, mientras dejaba que sonase Bloody Mary, de Lady Gaga.

—No está mal —comentó Goyle, mientras meneaba la cabeza al son de la música.

Al tiempo que terminaba, la Slytherin ponía la siguiente (Porque te vas). 

—Bueno, ¿cómo llevan sus retos personalizados? —preguntó, mientras empezaban los primeros acordes.

—No, ¿por qué tuviste que recordarlo? —protestó Ginny, dejando escapar un largo suspiro.

Bien hace.

¡Tienen que empezar a hacer cosas!

—Sí —secundó Neville—. Además, podemos aprovechar la introspección de las canciones para completar algunos, ¿no creen?

—Desde luego, no el de la charla sexual con Ginny —dijo Ron, poniendo una mueca desagradable.

—Y no es la única que te espera —se burló la pelirroja, señalando con la cabeza a Pansy—. Vas a tener que quitarte ese pudor, Ronald.

—Bueno, sí, pero no hace falta tener la conversación frente a todos los demás.

—Está bien, como gustes —accedió ella—. Es tu reto: llévalo a cabo como se te cante.

—¡Hablando de cantar! —intervino Hermione, antes de que empezase otra discusión.—¿Por qué no empezamos las canciones?

—Sí, buena idea —dijo Pansy—. ¿Quieres empezar tú?

—Sí, ¿por qué no? No tengo otro reto que cumplir, al fin y al cabo.

Are You Satisfied - Marina

Niña sobresaliente, ¿no lo ves? Nada viene regalado. Dicen que soy una obsesa del control, que me mueve la codicia de triunfar. Pero nadie puede pararme.

A pesar del ritmo alegre, la letra era bastante deprimente. Y, aunque había enterrado esa faceta durante su estancia en la sala, bien era cierto que podía verse identificada con toda su autoexigencia.

—Vaya, he conocido tanto a la Hermione adolescente, que casi se me olvidaba que también eras una "niña sobresaliente" —rio Astoria.

—Sí, creo que a mí me ha pasado igual —admitió la castaña.

—Ambas conviven en ti. Pero espero que nunca llegues al extremo que habla la canción —dijo Harry, acercándose a su amiga con los brazos extendidos.

Y es mi problema si no tengo amigos y siento que quiero morir.

—Descuida —dijo ella, abrazándolo y dejándose abrazar—, no lo haré.

—Herms, espero que sepas que siempre estaré aquí para ti. Pase lo que pase —susurró el chico en la coronilla de la joven a la que casi consideraba una hermana.

¿Verdad o reto? (HP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora