Sexto día: Nevstoria

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Neville y Astoria entraron a la pequeña habitación, donde les esperaban las plantas del joven. 

—¿Qué podemos hacer hoy? Tenemos todo un día...— preguntó el chico.

La castaña se acercó a él y le tomó la mano con cuidado. 

—Bueno... aún no hemos tenido una cita— propuso. 

Sin quererlo, las mejillas de Neville comenzaron a entrar en calor. 

—La verdad es que yo nunca he tenido una cita...— admitió, algo avergonzado. 

—¿En serio? En ese caso, será un placer ser tu primera vez.

—¿Es eso una proposición indecente?— se burló él, levantando una ceja mientras la miraba fijamente. Ella tuvo que contener la risa. Dudaba tanto que Neville pillase una proposición indecente...

—Claro que no. Solo me apetece ser la chica con la que tienes tu primera primera cita.

—Una primera primera cita...— repitió el muchacho riendo. Una gran parte de él esperaba que también fuese su última primera cita. —¿Y qué sugieres que hagamos en un momento tan especial como este?

Astoria pensó en algunas de sus primeras citas. Paseos por los jardines, partidos de Quidditch, golosinas en Honeydukes, largas tardes en Hogsmeade, aburridas charlas en el salón de Té de Madame Pudipié. 

—¿Sabes?— dijo Neville, cortando los pensamientos de su novia.— Cuando salgamos de aquí... y seguimos saliendo... me gustaría que en alguna cita fuésemos a Sortilegios Weasley. Siempre es divertido ver qué nuevos inventos tienen Fred y George. 

—¿Qué más te gustaría hacer?

—Ver un partido de Quidditch. Gryffindor contra Slytherin. Sería genial ver cómo os machacamos— bromeó él. 

—¿Ah, sí? Ya lo veremos.

Astoria buscó entre sus cosas y sacó diez objetos pequeños, plumas, tinteros e incluso pergaminos arrugados. 

—En el equipo de Slytherin tenemos a...— comenzó a anunciar, como si fuese una comentarista profesional— Draco Malfoy como buscador; a los cazadores Cassius Warrington, Urquhart y Vaisey; al guardián Miles Bletchley; y a los golpeadores Crabbe y Goyle. 

Acto seguido, encantó los objetos para que levitasen y se moviesen en el aire; haciendo que los tres más pequeños fuesen la quaffle, el bludger y la snitch. 

—¿Y tu equipo, Longbottom?

Él sacó siete cosas de donde pudo, mientras intentaba recordar los componentes del equipo de Gryffindor. 

—Como bateadores tenemos a... Ritchie Coote y a Jimmy Peakes; como cazadores a Ginny Weasley, Dean Thomas y Demelza Robins; como guardián a Ron Weasley y como buscador a Harry Potter. 

—Da igual que tú tengas al Elegido, yo tengo al mejor equipo de la Liga de este año. Vamos, admite que Gryffindor cayó cuando Oliver Wood se graduó. 

—Jamás.

Neville no era competitivo, pero había empezado a acostumbrarse a bromear y a pelear en juego. 

Ambos agitaban sus varitas, concentrados en el juego. Ninguno era demasiado bueno, así que no conseguían marcar ningún punto.  

—Ey, si tú controlas la snitch no es justo— protestó el chico. 

—No hemos puesto reglas...

Neville frunció los labios, fingiendo molestarse. Una pequeña sonrisa cruzó su cara cuando pensó en algo. Sin previo aviso, dejó caer su varita, tomó el rostro de Astoria entre sus manos y la besó. La castaña estaba tan sorprendida que tardó unos segundos en corresponder. Él se separó sonriendo. Cogió con rapidez su varita e hizo que la pluma Harry Potter cogiese la pelusa Snitch. 

¿Verdad o reto? (HP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora