Stephano Sonne era emperador desde que asesinó a su padre. De todas maneras, esa era la tradición en el imperio. Y no guardaba ningún tipo de aprecio por su padre. Lo odiaba desde que tenía memoria, quizás empujado por el clan familiar materno que le enseñó a reivindicar la sangre de los Sonne. Y es que su padre había tenido de emperatriz a un omega de un reino vasallo. Stephano nació de la consorte imperial, es decir, de la segunda esposa del emperador, de un clan nativo de Hannover muy cercano a los Sonne.
Por suerte, ocupaba el lugar de primer hijo, por lo que fue entrenado desde pequeño. Así que pudo competir con sus hermanos, superándolos rápidamente. Con lo cual, se ganó su lugar como príncipe heredero. Se comprometió con su prima Beatrice de un clan noble, pero cercano a la familia materna de Stephano, el clan Wettin. Ella fue su amiga desde que tenía memoria. Era una omega bastante voluntariosa y traviesa de niña.
"Cuando sea emperador voy a darte la libertad que quieres" le había prometido, pero solo le trajo miseria, llanto y muerte al convertirla en su esposa y emperatriz. Los jóvenes prometen cosas tontas, son arrogantes y no se toman en serio el analizar el futuro de manera realista.
En ese instante, al frente de toda la corte de Hannover, incluído los representantes de todos los reinos vasallos y los clanes ancestrales de Hannover, su segunda emperatriz, Meiyoung, la mujer que Stephano más odiaba, le veía con superioridad. Caminó sin ver a nadie más que ella. Odiaba verla usando las joyas de la realeza imperial, los colores que solo le pertenecían a Beatrice.
Su padre fue débil, temió seguir con la guerra contra Taiyou, por lo que decidió que era mejor un tratado de paz a través del matrimonio. Se hizo viejo y débil, por eso Stepano debió asesinarlo.
Un segundo de silencio se extendió en la corte de Hannover antes de tener que inclinarse levemente ante Meiyoung. Avanzó y tomó su lugar en el trono que le pertenecía.
—Príncipe Kenshiro, es tan bueno en política como en batalla. — Saludó al joven alfa que, a vista de Stephano, era solo una marioneta del clan Endo, la realeza de Taiyou. — Lo felicito por expandir más el imperio. — Su vista se giró hacia el joven príncipe que le recordaba vagamente a Beatrice. — Pero, pensé, príncipe Ancel, que deseaba la independencia para sus reinos.
Su vista se detuvo en él y no apartó su mirada hasta que Kenshiro puso medio cuerpo delante del omega. Una acción que solo confirmó a Stephano que ese joven sufriría su misma vida. Sintió un poco de lástima por Kenshiro, pero no se manifestó en ninguno de sus gestos.
—Padre imperial, justamente nuestro acuerdo es de mutua cooperación como estados hermanos, pero respetando la independencia y paz.
"Padre imperial", su cuerpo entero se crispaba cuando escuchaba ese título de la voz de Kenshiro. Ese joven ocupaba el lugar que deberían haber ocupado sus amados gemelos que nacieron de Beatrice.
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Crónicas de Amor y Guerra [ABO]
RomanceEl príncipe Ancel (omega) celebra un baile por su mayoría de edad, se espera que en tal baile encuentre al alfa ideal para ser su consorte, y así ascender al trono. Sin embargo, un misterioso rufián lo ataca en el jardín llamándolo "mi omega". Ance...