El clan Endo era dirigido por Yamamoto Endo, el actual emperador de Taiyou. Eran un clan tan antiguo que sus orígenes se remontaban a los mismos dioses, según las leyendas de Taiyou. Habían conservado el poder sobre el territorio de Taiyou en base a la creencia de su sangre sagrada. Yamamoto nombró oficialmente a su hijo mayor, hijo de su emperatriz, como su heredero desde que el joven alcanzó la mayoría de edad y tomó su primera esposa, pero desde su nacimiento había sido su hijo alfa favorito para convertirse en el heredero. Todos sabían que Akimitsu sería el heredero, por lo cual lo trataban de esa forma.
La guerra contra Hannover se había vuelto insostenible para Taiyou si no querían que su gente comenzara a pasar penurias, por lo que Yamamoto accedió a la propuesta de paz del aquel entonces emperador de Hannover. Con lo cual, por medio del matrimonio de Meiyoung y Stephano se logró esa ansiada paz.
Entonces, Yamamoto decidió no ceder el trono a su hijo para protegerlo de cualquier mala intención de Hannover. Prefería él ser el blanco de cualquier ataque. Aun así, debido a su edad, la mayoría de deberes descansaban en Akimitsu.
Nadie podía cuestionar a Akimitsu por no cumplir con sus deberes. Había recibido a todos los concubinos omegas y betas femeninos que la corte le aconsejó. Tenía muchos hijos, pero todos omegas y betas. Ningún heredero alfa puro para ser su sucesor.
Si bien sus hermanos alfas sí que habían tenido herederos alfas, todos sabían que nadie estaba más capacitado que Akimitsu para ser el nuevo emperador. Entonces, Kenshiro nació de la princesa Meiyoung, con el destino y derecho de convertirse en emperador de Hannover. Akimitsu y el pueblo de Taiyou entendieron que podía ser el designio de los Dioses. Uno de los bellos y talentosos hijos omegas puros de Akimitsu debía convertirse en el consorte de Kenshiro, entonces tendrían cachorros que heredarán y protegerán ambos imperios. De esa forma, el Clan Endo lograría la unificación con ellos en el poder.
Por ello, todo lo que le hubiera enseñado a un hijo alfa se lo enseñó a Kenshiro, su sobrino. A Kenshiro nunca le faltó nada, era respetado y tratado como un príncipe de Taiyou, tenía sirvientes, esclavos, todo a sus pies, para que se concentrará en sus estudios para dirigir un imperio y entrenamiento para la guerra. El príncipe se dedicó en mente y cuerpo a prepararse para recuperar su derecho al trono en Hannover y cumplir con su destino.
Posiblemente, parte del éxito del clan Endo era su unidad familiar. Por ello, los hermanos de Akimitsu continuaron apoyándolo como heredero y en la crianza de Kenshiro. Mientras que Meiyoung se comprometió con la educación de Ryu como príncipe omega para que un día fuera el perfecto emperador consorte de Kenshiro. Aunque tanto Kenshiro como Ryu eran pequeños, sus destinos estaban escritos por sus familias.
Debido a esta crianza, Kenshiro estaba agradecido a su clan materno, a su abuelo, a sus tíos, a todos. Por años, pensó que ser educado y entrenado era todo lo que podía esperar de una familia. Al menos era más de lo que había recibido de su padre, Stephano. Desde siempre. Stephano nunca le había enseñado nada, nunca recibió un mensaje, absolutamente ningún gesto de aprobación. En cambio, su tío Akimitsu lo entrenó personalmente en todo tipo de armas, guío su instrucción en todas las letras y ciencias para ser un gobernante inteligente.
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Crónicas de Amor y Guerra [ABO]
Storie d'amoreEl príncipe Ancel (omega) celebra un baile por su mayoría de edad, se espera que en tal baile encuentre al alfa ideal para ser su consorte, y así ascender al trono. Sin embargo, un misterioso rufián lo ataca en el jardín llamándolo "mi omega". Ance...