Crónicas de Amor y Guerra [ABO]

Capítulo 75: El atardecer del león

El mundo se había derrumbado en ese instante para Javier. Su primer amor había sido Amel, pero su mejor amigo de toda la vida había sido Clovis, a quien consideraba como su familia. No era necesario amar a alguien de manera romántica para considerarlo familia. Por lo que, Javier pudo reponerse de la muerte de Amel y seguir adelante, cuidando de Clovis y de Ancel. Entonces, lo recordó: este reino y Ancel eran lo que tanto Amel como Clovis más amaban, si ninguno estaba ahí, Javier tenía que proteger a ambos hasta su último aliento.

Se limpió las lágrimas y se repuso para continuar leyendo el mensaje completo.

"Fuimos atacados antes del amanecer por mercenarios vestidos completamente de negro, a los cuales solo se les veía los ojos y no se logró olfatear nada. Los caballos, posiblemente, fueron envenenados porque estaban enfermos cuando intentamos huir. Los ojos de todos los atacantes eran negros y rasgados. Tenemos los cuerpos de algunos para su revisión.

Manteníamos una correcta vigilancia, pero cuando nos atacaron nuestro rey peleó a nuestro lado. Llegaron cada vez más, pero logramos contenerlos. Sin embargo, una estocada con una daga fue recibida por nuestro rey, la cual no hizo un corte tan grande, por lo que no le dio importancia. La pelea continuó por horas.

Los guardianes oscuros que nos acompañaron por orden del emperador también fueron asesinados. Al amanecer, logramos espantar a todos, pero nuestro rey empezó a enfermar y su herida no dejaba de sangrar, más bien pareció haberse infectado. Para ese punto ya había perdido mucha sangre. Nuestro rey no le prestó atención porque una estocada nunca había sido suficiente para detenerlo. Cuando el sanador intentó cauterizarla, ya había perdido mucha sangre. El sanador cree que en la hoja de la espada con que apuñalaron a nuestro rey tenía un anticoagulante y un veneno desconocido.

Como líder de los escoltas de su magestad Clovis no pude protegerlo, así que cuando regrese a Whitehall me pongo a su disposición. Hemos intentado mantener la muerte de nuestro rey en secreto, pero no podemos asegurar que de alguna manera no se haya filtrado la información.

Las últimas palabras de nuestro rey mientras agonizaba fueron: "Rey Ariel, Dios león dorado, dios león peliplata bendigan el camino de nuestro Rey Ancel Dacourt y su linaje sagrado y a Whitehall. Te amo Amel, espero reencontrarme contigo"

Lo que expresaba la carta estaba sellado por el escolta principal del Rey Clovis, por lo que tenía que ser verdad. Por supuesto, todo esto tendría que ser investigado. Esos mercenarios debieron ser enviados o contratados por alguien. Por las características físicas parecían ser de Taiyou, pero no era prudente asegurar algo solo por eso. En un principio, pensó en ordenar a todos que se mantuvieran en discreción hasta que el cuerpo llegue para no levantar pánico, pero el líder de la escolta tenía razón: bien pudo haber escapado alguien de ese grupo o la población de la Franja Solitaria notarlo.

La Franja Solitaria había sido un territorio prácticamente abandonado, de donde las grandes potencias obtenían esclavos a bajos costos. Se ubicaba en parte de la frontera entre Whitehall y Hannover. Pero, este territorio pasó a ser parte de Hannover al ser tomado por el emperador Kenshiro cuando aún era un príncipe hace algunos años. Solo que ser parte de Hannover solo había simplificado el hecho de que tanto Hannover como su Reinos Vasallos terminaran por esclavizar a su gente de forma más simple.