Capítulo 107: El camino del rey

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Era un caos

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Era un caos. Ancel no podía creer que antes sus ojos se hubiera desatado una batalla campal. Para ese momento de su vida había presenciado varias batallas, se había encontrado en el corazón de la misma guerra, en el infierno que fue la guerra contra Yamamoto, pero esta situación era mil veces peor, esto pertenecía a una de sus más horribles pesadillas que su padre siempre calmó.

"En Whitehall estás a salvo", fue su consuelo siempre.

Ante sus ojos, en su palacio, los dos clanes que su padre siempre le había dicho que eran los más confiables peleaban con rabia desmesurada, mientras que los otros miembros de la Federación estaban esperando su orden. Se encontraba tan aturdido que ni siquiera podía usar sus feromonas o su voz para controlarlos.

Siempre creyó que en Whitehall estaba seguro, que su cachorro estaba seguro, siempre confiaron en que sería su refugio, incluso Kenshiro los había enviado de regreso por esa razón. ¿No se suponía que Whitehall era el plan B de su cachorro si todo salía mal en Hannover?

Comenzó a respirar agitado. Giró de un lado a otro buscando a Arthur Leroux, el líder del clan o al duque de Lemos pero no los encontraba. Ethan se había marchado, lo había abandonado por llevarse a esa mujer en brazos. Ethan jamás había abandonado su lado, ni siquiera por Adrien que era su esposo. Desde que pelearon juntos contra los clanes norteños pensó que Ethan permanecería a su lado sucediera lo que sucediera.

Escuchó varias voces solicitando su orden, su control, pero todo le había sobrepasado. Entonces, los escoltas de reyes y príncipes desenfundaron sus espadas para abrirse camino y lograr salir de ese salón y dirigirse a sus respectivas residencias para guarecerse

Tenía que imponer orden, pero la soledad le hundió, asfixiándolo. No estaba su padre, no estaba su esposo, no estaba Adrien, no estaba Ethan... ¿Quién estaba de su lado? ¿A alguien le importaba su vida?

Varios de sus escoltas y soldados se habían unido a la batalla porque pertenecían al clan Leroux o al clan Lemos. El orden mando se había roto, el líder de la escolta se había marchado, por lo que el resto de escoltas parecían tan aturdidos como su rey.

Él no tenía a nadie, muchos de sus funcionarios pertenecían a esas dos familias.

Algunos gritos se escucharon, creyó que era de Hazam o de Ashford o de ambos o quizás de Javier. Giró la mirada, una espada se dirigía hacia su dirección. Estaba inmovil, esta vez no estaba su esposo a su lado para protegerlo.

"Corre", le dijo su instinto, pero sus piernas no se movieron.

"¿Por qué había creído que mi hogar era seguro? Si mi madre murió aquí de la mano de su mejor amiga"

En segundos, una espada fue lanzada, la cual colisionó con la espada que le habían lanzado. Un grupo de cinco sirvientes enmascarados se posicionó a su lado, protegiéndolo. No entendió.

Crónicas de Amor y Guerra [ABO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora