Capítulo 88: Resurgimiento

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Los días habían sucedido rápidamente con todas las cortes tensas por el gran evento que sería la Renovación de votos de los emperadores y la bienvenida al Segundo Consorte Ryu Endo

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Los días habían sucedido rápidamente con todas las cortes tensas por el gran evento que sería la Renovación de votos de los emperadores y la bienvenida al Segundo Consorte Ryu Endo. Para los Shehu y las demás familias reales esta alianza podría ser peligrosa. Sin embargo, también los rumores de que no era tan firme corrían por los pasillos del Gran Castillo de Hannover, que era como una ciudad en sí misma.

Todos querían comprobar que realmente la alianza entre el Emperador Consorte y el Consorte Imperial fuera real, que la Federación y el clan Endo realmente se llevaban bien. Además, el ex pretendiente del Rey Ancel, el emperador Hazam, estaría presente como un amigo e invitado especial. Enemigos o no, todas las familias reales estaban llenas de morbo por saber si todo procedía como se había dicho.

A tres semanas del gran evento, Han y Meth habían coincidido en el inicio de su periodo de celo. Por su parte, Han tendría dos días de celo, mientras Meth serían cuatro. Previamente, habían consultado algunas fuentes de cómo sobrellevarlo adecuadamente sin tener que involucrarse entre ellos. Por el bien de su alianza querían evitar volver a tener intimidad. Sin embargo, compartir un amante para poder cubrir sus necesidades no sonaba como algo malo.

Ambos ex esclavos sabían muchas formas de anular el celo, pero querían explorar su sexualidad contenida, por lo cual cada uno había bebido medicina para calmar los efectos más intensos del celo que les obligaría a estar juntos dado que era el alfa y el omega más cercano que tendrían. Querían vivir su celo lo suficiente para disfrutarlo con otro amante.

Conforme los días pasaban, ambos se convencían que el mejor para hacer ese trabajo era Andy West. Efectivamente, el joven beta era hijo de un alfa y una madre beta. Al ser el tercer hijo y que sus hermanos mayores fueran un alfa y un omega, no tenía mucho que aportar a su familia, ser sirviente real era un gran logro para acercar a su familia provincial a la corte real.

—Disculpe por llegar tarde, Lord Corve.

Han sonrió ante el joven beta que llegaba con las mejillas sonrojadas y los castaños cabellos despeinados, los cuales se escapaban de su coleta baja, típica de los betas de la Federación. Su rostro tenía pecas salpicadas por sus mejillas que le daban un toque inocente.

El día de la cena, cuando todos se marchaban, Han le dedicó una sonrisa a Andy y luego le dejó un mensaje a través de un sirviente confiable. Se habían estado viendo por las noches, en las horas libres que tenía Andy. Han conocía perfectamente el castillo de Hannover, todos sus lugares secretos hasta los más mínimos, así que en los lugares más oscuros y vacíos se encontraban para conversar.

Andy le contaba todo lo que sucedía en la corte de la Federación y criticaba mucho a sus compañeros y a Adrien, se dio cuenta que buscaba impresionarlo.

Meth le había dicho que este joven era en realidad ambicioso y que su familia lo envió a la corte para ver si, bajo el cuidado de Adrien, se enderezaba, pero no le habían dicho a Adrien sobre ese detalle; en cambio, le habían contado una historia triste que Andy había perfeccionado sobre el desprecio de su familia por ser beta.

Crónicas de Amor y Guerra [ABO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora