Capítulo 83: El emperador y su rey

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En la residencia principal del Palacio del Harem del Castillo de Hannover vivían todos los consortes Imperiales dirigidos y vigilados por el Consorte Imperial, que era quien tenía una residencia propia, la más grande de todas

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En la residencia principal del Palacio del Harem del Castillo de Hannover vivían todos los consortes Imperiales dirigidos y vigilados por el Consorte Imperial, que era quien tenía una residencia propia, la más grande de todas. En ese momento, iban y venían sirvientes cargando todo lo que los príncipes y el emperador Yamamoto habían traído para Ryu y el emperador como regalo de bodas.

La entrada del emperador Yamamoto había sido un evento espectacular lleno del color rojo y dorado, como celebración previa a la boda del Emperador Kenshiro Sonne y el Consorte Imperial Ryu Endo. Solo que, el recibimiento solo formado por la emperatriz madre y el príncipe Akimitsu había disminuído su impacto y la posición de Ryu ante las demás familias nobles y el pueblo. Luego llegaron las noticias de que el joven emperador se había quedado al lado de su emperador consorte, el Rey Ancel y el cachorro para el bautizo. La mayoría entendió aquello, pero que no se diera noticia de su inicio de viaje, quería decir que el emperador Kenshiro se quedaría hasta la coronación de su emperador consorte en Whitehall. Aunque los Endo habían dejado fluir que era para demarcar su lugar como esposo del Rey Ancel, muchos creían que era simplemente porque el emperador estaba enloquecido por su primer esposo y que realmente no sentía algo especial por nadie más que él. Otros creyeron que podía significar un fortalecimiento de su alianza, ya que la Federación estaba acercándose peligrosamente al Imperio Gaul.

En ese momento, el Consorte Imperial estaba en el centro del salón de visitas, probándose lo que sería su traje principal para aquella boda. Observó sus mangas, el detalle del bordado en oro era exquisito.

—Te verás hermoso, hijo.

Eun, su padre omega, le veía con una mirada llena de orgullo.

—Supongo que es adecuado... — Respondió.

—No entiendo por qué no quisiste algo más llamativo. — Susurró Meiyoung que también estaba presente.

—Soy solo en Consorte Imperial, tía, debo de ser recatado.

El traje era ya lo suficientemente lujoso, si se le añadiera más detalles o una corona más grande sería como desafiar al Emperador Consorte.

—Ese niño es muy orgulloso para estar presente. — Replicó ella.

—Es un león, tía imperial, estoy seguro que estará presente para marcar su territorio. — Replicó — No quiero ganarme su odio.

—Ya te odia de todos modos. Es lo usual. El Emperador Consorte odia a su competencia más cercana. Mientras más te odie más cerca estás de robarte la atención de tu esposo.

Lo sabía. Los otros esposos de su padre sentían mucha envidia de Eun. Observó a su hermoso padre omega bajar la cabeza ante la voz de Meiyoung. Era un comportamiento aprendido. En Taiyou, Meiyoung era respetada y obedecida sin lugar a dudas, la única persona que podía negarle algo era el propio emperador.

"Padre, pronto seremos libres...no importa qué tenga que hacer, incluso si tengo que soportar esta humillación de seguir siendo el esposo de alguien que ni siquiera me desea".

Crónicas de Amor y Guerra [ABO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora