Cap CXXXIV: El regreso de Miriam

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16 de septiembre de 2022


Ya a mitad de la sexta región paran el vehículo en una Pronto Copec para tomar una pausa.

-Pablito, ¿quieres algo pa' tomar? – pregunta Sofía.

-Eehh... una Pepsi estaría bien – dice Pablo.

-¿Javi?

-También.

-¿No van a entrar? – pregunta Sofía.

-Yo espero aquí afuera – dice Javiera.

-Yo también – dice Pablo. Sofía entra a la tienda – Javi, te quiero contar algo que pasó en el carrete en la casa del Hugo que no le he dicho a nadie.

-¿Y qué hueá puede ser más relevante que todo lo que hiciste? – pregunta Javiera con gracia.

-Vi a la Marce y a la Rachel dándose un beso en la boca en la habitación del Hugo – dice Pablo.

-¿En serio? Bueno... igual sabemos que a la Marce le atraen un poco las mujeres.

-Sí, pero ¿a la Rachel? No sé... la Rachel igual mostró rechazo hacia la insinuación de la Marce, así que igual me parece raro.

-A mí no. La Rachel es su mejor amiga, se tienen confianza, que no te parezca raro – dice Javiera. Al cabo de unos minutos Sofía, Dustin, Guillermo y Natalia salen de la tienda para continuar el viaje, se estaban tomando un café.


-¿Y Pablo? ¿Estai' mareado o no? – pregunta Guillermo mientras maneja.

-No, estoy bien, gracias.

-¿Te prendo el aire acondicionado? – pregunta Guillermo.

-No, no se preocupe. Estoy bien respirando el airecito de afuera – dice Pablo.

-A mí me podí' tutear si querí' – dice Guillermo.

-Y a mí – dice Natalia.

-Y a mí – dice Dustin.

-Vale, les agradezco la confianza – dice Pablo.


El viaje continúa, llegan a la séptima región, cruzan Curicó, se desvían y llegan a Molina para posteriormente llegar a su destino: El Bolsico. Un pequeño pueblo ubicado en la ruta K-235 en la comuna de Río Claro. Descienden por un camino en bajada que los lleva a la casa en donde viven los padres de Sofía. Una casa de campo que está a pasos de una acequia baja en donde tanto gallinas, como gallos y patos se bañan y beben agua.

-Bueno, hemos llegado a nuestro destino – dice Guillermo. Todos descienden del vehículo y cada uno se hace cargo de su equipaje – Pablo, ¿ya no estai' mareado?

-No, en ningún momento lo estuve, el viaje estuvo piola. Igual, gracias por preocuparte – dice Pablo.

-Que son sensibles y llorones esta generación cristal, se hacen problemas por cualquier hueá – dice Guillermo sonriendo.

-Ay Guillermo, que eres pesado – dice Sofía.

-Sí oh. Qué antipático te poní'. Si en el fondo todos tenemos algo de cristal – dice Natalia. En ese momento aparece Rodrigo Galindo de 47 años, hermano mayor de Natalia y primo de Sofía, de 1,60 de altura y cabello ruliento oscuro.

-Bueena Naty. Llegaron, ¿cómo están? – pregunta Rodrigo, que se acerca a saludar a su hermana, posteriormente a Guillermo, Sofía y los demás.

-Todo bien – dice Natalia.

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