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—¡Salud! —gritaron todos alzando sus vasos llenos de alcohol, la música estridente y ya nadie estaba tan cuidadoso con su vestimenta, algunos se habían quitado los sacos, incluído los esposos.

—¿Qué estás tomando? —preguntó ChangBin caminando detrás del omega que solo bebió de su vaso.

—Piña colada, sin alcohol —contestó tomando galletas de la mesa de dulces, el alfa bebió de su cerveza, por obvias razones Kai no podía beber alcohol.

—Estás más lindo hoy —halagó el alfa con una risa, el omega lo observó.

Era evidente que ambos estaban más arreglados, el omega había recibido la ayuda de su mejor amigo, así que tenía detalles que nunca se hubiera hecho.

—Quítate, tengo esposo —contestó con una risa cuando el alfa lo abrazó por la cintura.

—Tu esposo es muy afortunado —agregó besando su mejilla antes de ver a sus invitados.

—En un rato iré a-...

—¿La niña está llorando?

—Uhm, no...

—¿Tiene hambre?

—No...

—¿Le cuesta dormir?

—No...

—Relajate entonces, mi vida, no le pasará nada a la bebé, además está con tu mamá y ella te llamará apenas pase algo —habló el alfa con una sonrisa, el omega tomó un respiro.

—Bien, tienes razón...

—¡Es nuestra boda! Hay que celebrar.

—No te emborraches —advirtió riendo cuando el alfa sólo rodó los ojos.

Apenas estaba empezando. Música, diversión, conocidos festejando como nunca ante la unión de una pareja que resultó ser inesperada para muchos.

Y a pesar de que quedaba muy poca comida...

Seguía habiendo alcohol.





























—En la noche... De bodas... Tienes que tener... Ropa interior... Sexy...

—¿Tú crees poder hacerlo? Es un chiste.

—¿¡QUE!? No... No es un chiste, bonito... Estoy más que listo... Para... Para...

—¿Para?

—Para... Enseñarte mis trucos... En la cama... Vas a ser muy feliz...

—Ajá, como tú digas —rodó los ojos el omega avanzando por el pasillo con su esposo que estaba ebrio, ya estaba amaneciendo y la mayoría de invitados habían subido al hotel, ellos habían sido los últimos al ser anfitriones.

ChangBin había bebido más allá de cerveza, sin reparo.

Tanto, que las piernas no le respondían y tropezaba al caminar.

Por eso, el omega no tuvo más opción que llevarlo por el pasillo de forma nupcial, aguantando el peso del alfa en sus brazos.

Agradecía no haber dejado de entrenar después de dar a luz.

—¿Estás... Listo?

—Listo, muy listo.

—Pues... Te voy a... Detonar.

—¿Detonar? ChangBin, ¿De dónde sacas esas cosas?

—Detonar es que te voy a-...

—Ya lo sé.

Twisted Strawberry || TaeGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora