El callejón
Al final de todo, después de todo lo que dicen acerca de que no hay que confiar en extraños, decido confiar en Amy.
Subo a una camioneta vieja y oxidada con Amy, lleva conduciendo apenas unos diez minutos por la ciudad cuando da la vuelta en un callejón oscuro construido con ladrillos al que seguramente ni un vago se atrevería a entrar por miedo a la soledad, que obviamente sentiría en él y estaciona la camioneta.
«¿Enserio?»
- ¿Este es el lugar seguro al que te referías? - Le digo entre enfadada, decepcionada y riéndome. Debe ser una broma. Ni siquiera hay gente alrededor, ni ratas, ni... ¡Nada!
Yo me imaginaba algo así como un edificio de ochocientos pisos con policía en la entrada o algo, pero menos esto. Un callejón.
- Sí, lo importante es que te estoy salvando la vida ¿No? - me dice, no sé si enojada u orgullosa. - Aquí estarás a salvo, créeme-. Me dice ahora mirándome a los ojos.
Amy sale de la camioneta y camina hacia la pared de ladrillos que está enfrente de la camioneta. En una de las paredes hay una puerta en la que a un costado tiene un pequeño teclado, supongo que para ingresar una clave o algo. Lo cual no tiene tanto sentido, porque la puerta también tiene chapa, por lo tanto, o se abre con una cosa o con la otra.
He de admitir que el teclado se ve fuera de lugar, pues, estamos en un callejón descuidado, y de pronto te encuentras con eso. Es algo sospechoso, e incluso inusual.
- Anda... Vamos sal, no pasara nada malo-. Menciona amablemente mientras abre la puerta de mi lado de la camioneta.
Salgo de la camioneta de mala gana porque, aunque me cueste admitirlo de una u otra manera ella me está ayudando. Aunque no fuera de la manera que yo esperaba.
El olor del lugar es una mezcla de basura, mugre, más basura y más mugre. En este lugar es seguro que no haya vida.
- ¿Por qué me trajiste aquí? - Le digo mientras coloco mi mano en mi nariz para tratar de evadir el olor que a ella parece no importarle en absoluto, o tal vez ya esté acostumbrada.
Amy se acerca al teclado e introduce una contraseña, después de esto, en la pantalla del teclado aparece una leyenda y luego, vuelve a introducir otro código, en cuanto un mini destello verde brilla sobre el teclado, saca unas llaves de sus pantalones, introduce una de ellas en la chapa, la gira y abre la puerta.
Lo que se alcanza a ver desde el exterior no es nada parecido a lo que te imaginas por fuera, se escucha música a alto volumen, hay luces, una pantalla, y se escuchan risas.
Amy entra y espera al lado de la puerta a que yo entre, pero no puedo, estoy en shock, primero, unos hombres de traje me buscan por una razón desconocida, luego la conozco a ella y me trae ''a un lugar seguro'' en un callejón que parece abandonado hasta por los insectos y animales rastreros, luego en cuanto abre la puerta, el interior es sumamente diferente al exterior. Ni un poquito normal, no sé si puedo confiar en un lugar que aparenta ser otra cosa o en ella.
- Bueno, como quieras, cuando te decidas a entrar cierra la puerta, podría meterse una rata o algo peor-. Me dice irónicamente mientras entra dejándome fuera en el callejón.
Luego de que proceso un poco lo que me ha sucedido en el día, entro y cierro la puerta creyendo que ya nada puede ser más raro que esto ¿o no?...
El interior del edificio como ya dije, es totalmente incomparable al exterior, es colorido, tiene luces de colores que lo hacen lucir alegre, hay aparatos con los que te puedes divertir y.... seis chicos, incluyendo a Amy vestidos con ropa totalmente normal, comiendo pizza en el comedor mientras disfrutan de alguna broma.
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TeleQuinesis
Science FictionEmma jamás fue una chica normal, siempre tuvo algo que la diferenciaba de los demás. Ella posee un don. Al mirarla todos ven a una chica de diecinueve años, con una vida aún por vivir, el futuro como la vida es incierta. En cualquier momento puede...