TeleQuinesis

Capítulo 55

El pozo

Luego de que Jonás se termina el cartucho de discos, le enseñó a cargar el arma, recogemos nuestras cosas. Reviso el mapa y seguimos el camino indicado. Ahora al tercer punto.

Jonás ahora de cierta forma se ve diferente, se ve con más confianza en sí mismo. Se ve feliz.

Mientras caminamos hacia el tercer punto, Jonás y yo tenemos una plática profunda, le explico todo lo que no le he contado; El cómo descubrí mi don cuando era pequeña, cuando Amy me llevo con los demás, cuando intenté escapar, mi extraña relación con Owen, la historia de cuando me dispararon y el cómo llegué hasta aquí. A las pruebas.

Jonás simplemente se ve fascinado por mis historias como si realmente no me creyera, pero lo hace. Sé que es así.

Esta prueba en el bosque realmente no ha salido tan mal, no hemos comido y mataríamos literalmente por comer tan siquiera un trozo de pizza, pero no hay tiempo para cazar un ave o cualquier cosa que sea comestible. De hecho, ahora vamos trotando al tercer punto porque según los cálculos que Jonás ha hecho respecto al tiempo que nos queda, para llegar al punto de reunión con todo reunido no será suficiente. Estamos cansados, el agua que Jared nos ha dado esta por acabarse, y, si vamos a seguir a este paso, debemos almacenar toda el agua posible para no desmayarnos en el intento. Aún hemos escuchado uno que otro grito debido a un disparo, pero gracias a dios no nos hemos cruzado con algún guardia.

El camino es agitado pues debemos mantener el ritmo, pero de cierto modo es relajante ya que correr me hace olvidar todas mis preocupaciones por un momento.

Luego de pasar toda la mañana caminando y corriendo en dirección hacia el tercer punto casi a las doce y media llegamos.

Tan pronto tomamos un descanso de unos minutos, saco el GPS de la mochila y lo enciendo.

- ¿En dónde se encuentra el cofre? -. Preguntó con voz clara y firme.

La flora en el tercer punto es idéntica al primer punto, es verde, frondosa y con una fragancia fantástica.

- A tres metros a su derecha. - Nos indica la voz femenina del GPS.

Jonás se adelanta y comienza a caminar los tres metros, cuando llega ahí no hay nada. Quiero decir que no hay un árbol o una roca en la cual pueda estar el baúl. Nada.

Cuando llegó a su lado tanto el como yo nos percatamos que en el punto donde estamos, en el punto indicado, el pasto es más pequeño que alrededor de nosotros, como si hubieran arrancado el pasto anterior para enterrar algo y luego el pasto volvió a crecer.

Con las manos comenzamos a escarbar la tierra, la cual es fácil de remover debido a la humedad del suelo. Cuando hemos quitado toda la tierra, descubrimos que hay una tapa de madera comenzándose a pudrir de un diámetro grande.

Antes de intentar levantar la tapa, sacó de nuevo el GPS el cual aún está encendido.

- ¿En dónde se ubica el cofre? -. Pregunto de nuevo.

En este momento, tanto Jonás como yo estamos sucios debido a la tierra que tuvimos que remover.

- Justo en donde se encuentran. - Contesta la voz.

Jonás y yo nos miramos con la misma idea en mente. Levantar la tapa.

Guardo el GPS de nuevo en la mochila y la colocó a unos metros de la tapa de madera.