Capítulo 27

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Contacto inoportuno


Todos se molestaron un poco conmigo por haber regresado tarde a casa y no haberles avisado en donde estaría, supongo que si yo estuviera en su lugar igual me enojaria, pero... lo hago por una buena razón, lo hago por el plan; y solo por el plan...

Esa misma noche antes de irme a dormir Ada me visita en la habitación de Amy para informarme que la única regla de la casa hasta que se resuelva lo de Jared, es que si voy a salir de la casa debo avisar a dos o tres personas a donde iré y a qué hora pienso volver, para que no vuelva a suceder lo de hoy, también me devuelve mi teléfono y mi cartera; aparte de eso duermo toda la noche sin molestias de visitar al señor Adam.


A la mañana siguiente me despierta un sonido dentro de mi cabeza.

- Emma....-. Escucho en un susurro.

Es el señor Adam.

- ¿Qué sucede? -. Le pregunto con los ojos abiertos, pero aun acostada en la cama.

- Necesito que te reúnas conmigo-. Me pide.

Esto va por un rumbo extraño, él siempre me transporta a su cabaña, a su mundo. Sin mi consentimiento, porque siempre estoy durmiendo y ahora me lo pide... Además, el contacto es algo inoportuno. Es temprano ¿Quién se despierta temprano en vacaciones?

«Interesante.»

- Claro... ¿A qué hora?

- Ahora mismo.

Eso me toma por sorpresa, pero... ya estoy despierta, que más me queda ¿No?

- ¿En dónde? ¿En la cabaña?

- No, tengo un apartamento en la calle Boston el número del apartamento es el 25, está cerca de su casa, es un edifico color blanco.

- Está bien, voy en una hora y media.

- No, no tengo una hora y media para esperarte, ven ahora mismo.

- Necesito desayunar...-. Le digo aun sin comprender por qué tanta urgencia.

- Pues desayunas aquí, pero te necesito aquí, ahora. - Me dice con tono autoritario.

- Está bien... pero hay un problema, debo avisar en donde estaré y a qué hora volveré a casa.

- Diles que vas a arreglar unos asuntos personales y que volverás al anochecer.

- ¿Hasta el anochecer? -. Pregunto asombrada.

- Si, ahora ven. Por cierto, trae alguna cosa que le pertenezca a tu amigo Leo, la necesitaremos.

- ¿Cómo qué? ¿Un calcetín? ¿Una camisa?...

- Cualquiera de esas dos cosas, pero trae algo que haya usado recientemente.

- Está bien, voy para allá.

Me levanto y veo el reloj, las siete con cinco minutos, muy temprano para levantarse, pero bueno... me visto en silencio mientras veo dormir a Amy desde mi posición, luego me peino de una manera decente y salgo del cuarto cerrando la puerta con sumo cuidado para no hacer ruido y despertar a Amy.

La casa está en total paz, no se escucha ni un solo ruido y es extraño en una casa en la que habitan nueve personas; caminó por el pasillo de las habitaciones hasta llegar al cuarto de Leo, abro la puerta y gracias a dios esta no rechina, entro y busco algo que haya usado recientemente, me acerco a su cama y puedo ver lo tranquilo y lindo que se ve durmiendo, parece un bebé... sobre el suelo encuentro la ropa sucia que ha estado usando estos días, tomo una camisa y la guardó en un bolso que llevo y salgo de su cuarto ¿Para que la querrá el señor Adam?

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