El mundo Homms
El mundo de los Homms es bien parecido al planeta tierra, hay edificios más modernos que los de la tierra, los autos no tiene llantas, flotan en el suelo, los seres de este mundo son muy semejantes a los humanos, con la única diferencia de que no tiene boca y se comunican telepáticamente o con vibraciones que pueden producir sus propios pensamientos, así que si eres un humano común y corriente y no tienes el don de la telepatía, aun así podrás hablar con ellos, pues algunos entienden los lenguajes de la tierra y ellos se comunicaran contigo con esas vibraciones y sentimientos que pueden transmitir.
No quiero ni imaginarme o preguntar cómo es que se alimentan.
Ya que estoy aquí, no tengo ni la menor idea de donde comenzar a buscar... Aquí hay mayor cantidad de seres por ahí, es de día y el sol está en su esplendor, además aquí las cosas se ven a colores, no como en el mundo de los desterrados.
Le he preguntado a unos cuantos eres de este mundo si han conocido a un humano llamado Arsen, pero todos me dicen que no. Que podría ir a buscar a lugares más concurridos o a las ciudades a las que llegan a instalarse los seres de otros mundos.
Mientras descubro cómo llegar a esas partes de la ciudad, un cansancio inmenso me invade, como si hubiera estado despierto varios días, sin dormir ni un solo minuto. Puede que sea debido al cambio brusco de ambientes que he tenido durante las últimas veinticuatro horas, o incluso el teletransportarme tan seguido de un mundo otro traspasando así las dimensiones, el tiempo y el espacio.
Me las arreglo para teletransportarme una vez más a una de las partes de esta ciudad en la que me dijeron que posiblemente podría encontrar a Arsen, pues es una ciudad tranquila con seres de otros mundos en el cual se puede vivir en paz.
Paz. Eso era lo que buscaba Arsen, o al menos eso dio a entender el cantinero del bar.
Voy a uno de los edificios en los que me dicen que puedo pedir una habitación para descansar, en la tierra lo llamaría hotel, pero aquí los llaman monumento.
El monumento es un edificio grande con cientos de habitaciones y no son muy caras, incluso aceptan dinero de la tierra. No tengo idea de cómo se regulen todo esto del dinero de los distintos mundos, pero por lo visto ninguna tienda o monumento prohíbe pagar con algún tipo de dinero.
En cuanto llegó a la habitación del cuarto quedó asombrado, por trescientos pesos, me dan una habitación sumamente lujosa, o tal vez a mí me parezca así, porque este mundo está más avanzado que la tierra, en cuanto a tecnología, así que posiblemente una habitación realmente lujosa, sería lo mejor de lo mejor en la tierra.
Par ese entonces, no tengo ni energías de observar cada cosa en la habitación, solo me recuesto en la cama y de inmediato quedó dormido.
- ¿Señor Adam? - Escucho en mi mente unas horas después. Me despierto y le contestó a Emma.
- ¿Si? -. Contestó medio adormilado.
- Me comunico con usted porque no he recibido ninguna información ¿Ha investigado lo que le pedí? -. Me pregunta amablemente.
- ¡Claro! es solo que la persona que sabe todo acerca de esas cosas, precisamente decidió huir de la tierra, he ido a buscarlo. Aún no lo encuentro, de hecho, ahora estoy en otro mundo.
- ¿Cuánto cree que tarde en encontrarlo? - Me pregunta.
- No lo sé... es un mundo grande y con cientos de habitantes, hasta el momento nadie me ha dicho que lo conozca.
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TeleQuinesis
Science FictionEmma jamás fue una chica normal, siempre tuvo algo que la diferenciaba de los demás. Ella posee un don. Al mirarla todos ven a una chica de diecinueve años, con una vida aún por vivir, el futuro como la vida es incierta. En cualquier momento puede...