TeleQuinesis

Capítulo 75

  Ojos por todas partes  

 

A las nueve como quede con Jared, voy al estacionamiento y el ya esperando al lado de una camioneta, pareciese que no recuerda lo que sucedió cuando nos reunimos una hora más temprano.

- Sube, vamos a dar un paseo-. Me dice gentilmente mientras abre la puerta de la camioneta y me invita a pasar.

Si fuera Emma en este momento, ni de broma entraba con él a la camioneta, pero... Soy Amanda y después de ver lo que sucedió en su oficina y saber realmente todo lo que está sucediendo, igual y es de ayuda hacer esto. Subo a la camioneta seguida por Jared, cierra la puerta y comenzamos a andar.

- Llévanos al edificio de la calle House-. Le dice Jared al conductor; un agente de la muerte.

«La calle House... Ahí es donde estábamos instalados antes de que los agentes fueran por nosotros»

Hay una gran diferencia entre el campus de los novatos y el de los veteranos, la primera, el tamaño, este es de mayor dimensión, además de que obviamente este no está bajo tierra, está a la vista de la sociedad. A pesar de los meses que llevo estando con Jared, nunca habíamos salido, por dos razones, la número uno, no nos dejan acercarnos tanto a las salidas y dos, que estamos tan ocupados con nuestro horarios tratando de cumplir con ellos al pie de la letra que se te olvida que hay un mundo fuera, sin embargo cuando recuerdas que ese mundo existe te das cuenta de que no lo necesitas del todo, ya que dentro del campus te encuentras cosas del exterior, como bien puede ser un cine, un gimnasio, bibliotecas, tiendas, cafeterías...

Al llegar al límite de la salida del campus, me concentro en prestar atención a todo lo que veo, pues creo que en el futuro lo necesitare. Conforme vamos alejándonos de lo que es el centro del campus, en donde normalmente estamos, el campus se va transformando, pues a pesar de que aún hay vegetación el número de personas que ves en los alrededores van disminuyendo, incluso su apariencia va cambiando, pues al llegar literalmente a la salida los agentes que tienen asignado esa área del campus, no visten como nosotros, visten con uniforme el cual es totalmente de azul marino; este consta de una chaqueta que pueden o no llevar, según sea su agrado con una blusa o camisa totalmente blanca con mangas cortas, en la cintura hombres y mujeres llevan un cinturón en el cual cuelgan armas, como lo son armas de fuego, armas blancas como cuchillos o navajas y lo que no puede faltar un arma como las que ocupamos en las pruebas, el pantalón igualmente es azul marino acompañado de unas botas, de esas que ves a los trabajadores comunes y corrientes; sin mencionar que todos llevan comunicadores en el oído casi imperceptibles a la vista.

De esto me hubiera percatado la vez que nos trajeron, pero estaba tan impresionada simplemente por la vista que proyectaba el campus, que solo me moleste en ver los grandes edificios que se extienden a lo largo de este, ocasionando así que no prestara atención en lo que debía, como ahora lo hago.

En la salida hay una gran puerta de tubos separados solo por unos centímetros entre cada uno en el cual hay guardias, al llegar ahí el conductor baja el cristal polarizado de la camioneta y permite que el guardia superior en el área observe su rostro, para luego dar una señal con la mano al que cuida los controles de la puerta, la cual unos segundos después comienza a abrirse de forma rápida, tan pronto pestañeo, la puerta ya está completamente abierta permitiéndonos así el paso.

- ¿Por qué hay tanta seguridad? -. Pregunto de la manera más honesta que puedo mientras en mi rostro hay una expresión de sorpresa-. Quiero decir, todos los que estamos dentro somos felices, estamos aquí porque queremos, nadie quiere irse...