Arreglado
Los chicos han venido a visitarme durante el día y me han hecho compañía, incluso e reído con la mayoría de toso. Y justo ahora que ya es de noche. Y me había quedado dormida y Owen decidió acompañarme e igualmente se ha quedado dormido, me ha dado calor y como Owen está a mi lado, me da cosa moverme y despertarlo.
- ¿Owen? - Le digo en un susurro mirándole la cara; se ve tan... tranquilo y tierno.
- ¿Mmm? - Me contesta levantando sus cejas sin abrir los ojos.
- Tengo calor. - Le digo en un susurro.
Abre sus ojos, los cuales son hermosos y grises, e inmediatamente me sonríe de esa manera tan suya... provocándome que le regresarle la sonrisa.
- Perdón. - Me dice, se levanta de la camilla y me destapa. - ¿Mejor? - Comenta desde enfrente de mi semidesnudo.
- Mejor ¿Me ayudarías? - Le digo un poco dudosa.
Sin duda ya se ve mejor que hace unas horas, ya no parece tanto un zombi, ya se le han comenzado a deshinchar sus ojeras.
- ¿En qué quieres que te ayude? -. Me responde dulcemente mientras vuelve a la camilla y se sienta de pies cruzados frente a mí.
- Ayúdame a levantarme, no lo he hecho en cuatro días y ahora me siento totalmente inútil aquí...- Le digo extendiendo mis brazos hacia el para que me ayude.
- ¿Para qué quieres levantarte? Son las cuatro de la mañana, vuelve a dormir. - Me dice mientras bosteza y se estira.
- Sé muy bien que es temprano, pero enserio debo levantarme, además me anda del baño...
- Está bien. - Me dice y se lanza encima de mí abrazándome fuertemente.
- ¿Qué... haces Owen? Tienes que ayudarme a levantar no a quedarme acostada. - Le recuerdo.
No es para nada raro, me siento cómoda a su lado, aun así... si recapitulo en mi pasado y pienso acerca del tema ¿Acaso no era yo la que no quería nada de chicos en su vida? O... tal vez no había encontrado un chico como él.
- Lo sé, pero son muchos pasos para llegar al baño, mejor te teletransporto a él, porque si lo haces caminando te tardaras tanto que pasara el invierno y todavía no llegaras al baño. - Me dice cariñosamente mientras se ríe en mi oreja.
- Ja ja ja que gracioso Owen. -Le digo con tono irónico y de la nada aparecemos en el baño.
El baño es enorme y muy bello, casi parece de un hotel lujoso, tiene una tina de mármol color avellana, una regadera dentro de un mini cuarto de vidrio, un lavamanos color vino, el retrete y bastantes diseños de mandalas en los azulejos del suelo y de la pared.
- ¿Lista? - Me dice antes de soltarme.
- Si – Le respondo, Owen me suelta y durante un segundo creo que me voy a partir en dos, pero tomó todas las fuerzas que tengo y logro mantenerme erguida.
- ¿Estás bien? - Me pregunta con las manos preparadas para agarrarme por si caigo al ver mi cara de dolor.
- Sí, es solo que me duele mucho la herida, pero debo comenzar a caminar para que el dolor vaya desapareciendo. - Le digo mientras cierro la puerta del baño con seguro y él se queda fuera.
- Emma.... abre la puerta-. Me dice desde fuera intentando abrirla. Por su tono diría que ha comenzado a preocuparse.
- Tranquilízate, solo voy a hacer del baño, no pienso escapar. - Le digo con una sonrisa mientras camino como una viejita hacia el retrete. Eso sí, cada paso es una tortura. - Y no te atrevas a teletransportarte al baño, si lo haces me enojare mucho contigo. - Le digo con tono autoritario.
- ¿Y si caes?
- Te gritaré- Le digo. - Pero no vayas a entrar sino lo hago.
No iba dejar que viera ese momento tan íntimo...
- Está bien- Contesta derrotado.
Después de cinco minutos dolorosos y largos por fin llego al retrete y me bajó los calzoncillos.
- ¿Emma?
¿De verdad? ¿No puede darme unos minutos en paz?
- ¿Owen?
- ¿Cómo va todo?
- Bien.
Después de unos minutos, me encuentro de nuevo al lado de la puerta, lista para abrirla, en cuanto lo hago me encuentro con Owen sentado frente a esta, recargado en la pared del pasillo.
- ¿Por qué tardaste tanto? - Pregunta cómo un niño pequeño, como si lo hubiera dejado abandonado en el supermercado.
Se levanta, y me pasa el brazo por la cintura, para que pueda apoyarme en él mientras camino, por si llegara a fallarme el pie o algo.
- Porque sí. -Le digo sonriendo; seguramente él nunca se ha herido y no ha sentido el dolor que siento con cada paso o movimiento que doy. - El baño es muy bonito ¿En dónde estamos?
- Estamos en la orilla de la ciudad, en la casa de Alex.
- ¿A orillas de la ciudad? - Le digo preocupada parando de caminar en cuanto lo escucho.
- Si ¿Por qué? ¿Qué sucede? -. Me pregunta mientras me mira preocupado.
Y en ese instante comienzo a acordarme de que tenía que ir a casa de mi tía Clary, seguramente ya habló al FBI para buscarme...; también debo hablar con Maggie e Ethan para que no se preocupen por mí...
- ¿En esta casa hay teléfono? - Pregunto ansiosa volviendo a caminar. Por lo visto vamos hacia la cocina.
Desconozco la ubicación de mi celular.
- Por supuesto. - me dice dejándome en un sillón para luego irse a la cocina.
- Necesito hacer unas llamadas. - Le digo inmediatamente.
- No puedes hacer eso, si lo haces sabrán nuestra ubicación. - Me dice Owen desde la cocina.
- Es importante, seguramente mis amigos y mi tía han de pensar que me secuestraron o algo parecido. - Le digo aún más nerviosa pasándome las manos por el pelo revuelto y sin cepillar.
Owen vuelve con dos vasos de Agua con hielo y me ofrece uno, lo tomó y me acabo el agua en dos segundos mientras él apenas le da un sorbo.
- Tranquilízate. - Me dice poniendo su brazo por encima de mis hombros. - Hemos arreglado eso. - Agrega.
- ¿¡Que?! ¿Cómo que han arreglado eso? - Pregunto confundida y un poco enojada pidiendo una explicación. Pero Owen solo sigue bebiendo el agua y no me dice nada.
- Owen dime algo. - Le insisto tomando su brazo para levantarme y poder verlo a la cara.
¿Qué habrá querido decirme con ''Lo hemos arreglado''?
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TeleQuinesis
Science FictionEmma jamás fue una chica normal, siempre tuvo algo que la diferenciaba de los demás. Ella posee un don. Al mirarla todos ven a una chica de diecinueve años, con una vida aún por vivir, el futuro como la vida es incierta. En cualquier momento puede...