Capítulo 44

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  Busca... Busca...  


¡¿Una bomba?! ¡Que! ¿Cómo rayos se supone que quiere que encuentre la contraseña del candado si no hay nada aquí, no hay un papel o una pista que pueda ayudarme?

Aparte la alarma esa aún sigue sonando y cada vez retumba más fuerte en mis oídos.

Me tranquilizo e intento analizar la situación desde otro punto de vista.

Primero: Estoy en la misma habitación en la que el agente de la muerte me había dejado, la única diferencia que notó es que ahora hay un reloj de pared enorme arriba de la puerta y una alfombra debajo de la mesa.

Segundo: Esta alarma no deja de sonar y ahora en la puerta hay un candado, debo encontrar la contraseña para abrirlo y escapar de aquí.

Tercero: Todo parece tan real... pero... ¿Será una simulación?

Muy bien, queda claro que la alfombra y el reloj no estaban ahí cuando llegué, deben ser una pista o algo... ¿Pero cómo me ayudaran a abrir el candado?

Me acerco al candado y me percato que solo se deben poner tres números, pero... ¡¿Cuáles son?!

Tan pronto termino de ver el candado fijo mi vista en el reloj, genial... ni siquiera funciona, está trabado, seguro no tiene pilas.

Miró la alfombra e igual nada, en esta habitación no hay nada que me pueda ayudar.

Tomó la nota y la leo una y otra vez, para intentar descubrir si hay una pista en el mensaje o algo, pero nada, no se me ocurre nada y menos con la alarma aun sonando en todo su esplendor.

Me levanto y comienzo a buscar en la pared, en el techo, en el suelo o en la silla y en la mesa si hay algún número grabado o algo, pero no hay nada ¡Nada de nada! No al menos números que puedan ayudarme.

Calculo que he pasado aquí como quince minutos o tal vez más... No lo sé, pero aún no explota la bomba y eso es bueno. Solo espero salir de aquí lo antes posible.


Desesperada y algo tensa por no saber la respuesta a todo esto, me dejo caer al suelo y me recargo en la espalda mirando hacia la puerta, mientras pienso en alguna solución, pero todas la que se me llegan a ocurrir requieren de utilizar mis dones, y no puedo, es como si algo los estuviera recluyendo, algo no me deja ocuparlos así que estoy por mi cuenta.

¡Pero claro! Pienso mientras me quedo pensando en el reloj y en la alfombra.

Es claro que las pusieron ahí por una razón y es obvio que el reloj no está descompuesto, lo pausaron para indicarme un número... ¡Uno de los dígitos!



Me levanto rápidamente con una sonrisa en el rostro y me acerco a la puerta mirando hacia arriba, hacia el reloj el cual marca las doce y media...

De inmediato colocó 1230 en el primer espacio de los dígitos pero no sucede nada, lo colocó en el segundo espacio de los dígitos y tampoco sucede nada, continuo con el tercero y el candado hace un pequeño clip que sorprendentemente logró escuchar a pesar de la alarma que aún continúa sonando por todas partes.

¡Sí! ¡Lo logre! Ahora debo conseguir los otros dos dígitos para salir de aquí y no explotar en mil pedacitos.


"Busca en donde no ves nada y hallarás la respuesta"


¿A qué se refiere con eso?

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