Lucía
- ¿Qué hora es? -. Le pregunto a Leo en cuanto se me pasa la sensación de ahogarme.
- Son las tres de la tarde, has dormido un buen rato Bella durmiente.
- Vuélveme a decir Bella durmiente y vas a ver que no podrás sentarte sobre ese lindo trasero en semanas-. Le digo.
- ¡Miren nada más! La Bella durmiente despertó de mal humor-. Me dice sarcásticamente.
- Te lo advertí.
- Que... Ni siquiera puedes moverte. No lograras herir éste lindo trasero en un tiempo-. Me dice para luego reírse como maniático.
- Bueno...-. Le digo rendida-. Ayudarme a levantarme.
De inmediato se levanta de la silla de al lado de la camilla y me carga en su regazo.
- ¡Wuau! -. Le digo claramente sorprendida.
- ¿Que?
- No puedo creer que tengas la fuerza para cargarme, no te ofendas, pero tú cuerpo no se ve...
- ¿Musculoso?
No contestó, pero se claramente que si entendió.
Para cuando llegamos al último escalón de la escalera Leo ya está agotado.
- Bájame, puedo sostenerme de pie-. Le digo al ver una gota de sudor resbalar por su frente.
- ¿Segura?
- Si-. Contestó rápido porque seguro si espera más tiempo sus brazos delgados se romperán tal cual ramita.
Con sumo cuidado me deposita en el suelo y mientras él se recupera yo me recargo en la pared tratando de mantenerme en pie.
- ¿Emma? ¿Qué haces aquí? -. Me dice Ada claramente asombrada de verme de pie.
- No lo sé, creo que quería subir y conocer la nueva casa-. Le digo riéndome mientras miro a Leo.
- ¿Qué le pasa? -. Me pregunta en cuanto lo ve.
- Me dijo Bella durmiente.
Leo levanta la mirada del suelo y me mira con cara de me las vas a pagar, mientras Ada tiene un gesto el cual indica que no entiende nada.
- Solo está cansado-. Le digo para tranquilizar a Ada.- Por cierto su padre envía saludos-. Le digo al oído.
- Oh... Está bien...
Claramente no sabe cómo reaccionar.
- En una media hora estará lista la comida, llegaste en un buen momento porque comeremos lasaña-. Contesta claramente sorprendida, pero eludiendo el tema de su padre debido a Leo.
- ¡Que rico! Aunque sinceramente no me importaría comer lo que sea, solo deseo comer algo sólido después de cinco días con comida líquida.
Ada se va y me quedo sola con Leo aun tratándose de recuperar.
- Vamos a sentarnos, nos hará bien-. Le digo tocándolo del hombro.
- ¿Cuántas pesas Bella durmiente? -. Me dice claramente queriendo molestar.
- Eso no es asunto tuyo-. Le digo mientras me voy caminando como puedo a la sala para sentarme en un sillón. Fingiendo estar indignada por su pregunta.
Luego de un rato de estar sentada en el sillón con Leo, Lucía aparece por la puerta con bolsas llenas del supermercado.
- ¡Vaya! Ya estas despierta-. Me dice al verme luego de cerrar la puerta por detrás de ella.
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TeleQuinesis
Science FictionEmma jamás fue una chica normal, siempre tuvo algo que la diferenciaba de los demás. Ella posee un don. Al mirarla todos ven a una chica de diecinueve años, con una vida aún por vivir, el futuro como la vida es incierta. En cualquier momento puede...