Capítulo 8

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 El desayuno


Unos toques en la puerta me hacen despertar.

- Adelante...- Contestó un poco molesta, todavía es temprano y normalmente me despierto más tarde.

Amy entra con una bolsa de hielos en la mano y se sienta en la silla del escritorio.

- ¿Cómo estás? -. Me pregunta con entusiasmo.

- Bien... supongo-. Le digo cerrando los ojos cuando me llega el recuerdo de algo que hice ayer, y los abro rápidamente. - Amy, lamento haberte empujado al suelo, no pensé bien las cosas...- Le digo arrepentida y algo avergonzada.

- Shsss... No te preocupes, yo hubiera hecho lo mismo en tu lugar, y en el poquito rato que te conocí ayer me di cuenta de que nos llevamos bien-. Me dice riéndose mientras me ofrece la bolsa de hielos.

Comienzo a reírme con ella y tomó la bolsa de hielos para ponérmela en el chichón.

- ¿Cómo se ve hoy? -. Le preguntó señalando mi chichón.

- Mejor, al menos mejor que ayer...- Guarda silencio por unos segundos, como si estuviera recordando algo y luego continúa-. Iré por algo de ropa para ti, ya vuelvo-. Me dice mientras se levanta para irse.

Me quedo en la cama pensando en lo que ha sucedido y como es que llegue hasta aquí.

Luego de unos minutos regresa Amy con ropa doblada sobre las manos.

- Te traje un pantalón de deporte y una blusa-. Me explica contenta mientras los acomoda sobre el escritorio. - Es la única ropa que tengo limpia, se me ha olvidado lavar; te dejare sola para que te cambies, te veo abajo para desayunar. -Me sonríe por última vez y sale de la habitación y me deja sola. Totalmente sola...


Me quedo unos minutos más acostada, y luego me levanto, entro al baño y me miro al espejo.

¡Me veo horrible! mi cabello realmente parece un nido de pájaros y el chichón... una montaña morada sobre mi frente. No puede ser, esto no se puede arreglar ni con maquillaje...

Agarro un peine que está dentro de un mueble y me cepillo el cabello haciendo que vuelva a como normalmente es, abro un jabón, me mojo la cara con agua del lavamanos y la seco por último.

Me visto con la ropa que me dio Amy, la cual me queda muy bien para no ser mía, y bajo a la planta baja entusiasmada por lo que sucederá en este día...



En la mesa está sentada Amy, Bastián y Leía comiendo cereal mientras platican sobre un programa de televisión o algo así.

- ¿Quieres que te prepare algo de desayunar? -. Pregunta Amy en cuanto se da cuenta de que me acerco a la mesa.

- No, bueno... yo quería saber si podía prepararles el desayuno a ustedes, como un agradecimiento de mi parte. - Le digo con orgullo ya que me defiendo muy bien en la cocina.

- ¡¿Sabes cocinar?!- Me pregunta Bastián entusiasmado y sorprendido a la vez.

- Si, preparo los mejor Hot Cake que probaras en tu vida-. Le digo tomando asiento en una silla justo a su lado.

- ¡Yo quiero! -. Me dice Bastián mientras hace a un lado su plato de cereal. - Ya estoy harto de desayunar día tras día cereal

- ¡Y yo! -. Dicen al mismo tiempo Amy y Leía.

- Muy bien, pero necesitare huevos, harina, vainilla...

Luego de diez minutos por fin están los Hot Cake y ya todos están esperándolos, incluidos Owen, Leo, Lucia y Ada que acaban de despertarse.

Durante el desayuno tuve la oportunidad de conocer a todos un poco más, descubrí que Owen come muchísimo y es muy caballeroso, Leo y Bastián siempre ven todo como una competencia, e hicieron una para ver quién comía más Hot Cakes en dos minutos, Leía es especialmente cuidadosa con todo y es muy calmada, Amy es extremadamente divertida y te sube el ánimo con tan solo verla, Ada aunque sea como la mamá de todos en este lugar es como una más de nosotros, sin mencionar que es la única que cocina de entre nosotros, aparte de mi claro.

- Necesito Hablar contigo, te veo en diez minutos en la puerta de salida-. Me dice Ada al final del desayuno.

- Esta bien-. le digo mientras recogemos la mesa.

El pronóstico para hoy, creo que será calmado y no sucederá nada extraño. Aunque claro, esto sigue siendo raro, quiero decir... ayer sucedieron tantas cosas. Y hoy, acabo de desayunar con todos estos chicos, los cuales, después de un rato ya no parecen misteriosos o como si quisieran secuestrarme.

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