Capítulo 23

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Segunda visita


- ¿Segura que ya estas lista para regresar a una vida normal? -. Me pregunta Owen en la habitación en la que dormiré con Amy, por el resto de mi estancia en esta casa, el cual, por cierto, es indefinido.

Algo que debo mencionar es que en él poco el tiempo que he pasado con los demás, ciertamente siento el ambiente cargado de... ¿Incomodidad? ¿Temor? La verdad no estoy segura de que es, pero claramente hay algo diferente en todos, sobre todo cuando todos están reunidos, suele ser a la hora de la comida; menos en Amy, ella sigue siendo la misma chica que he conocido desde ese día en la calle y me alegra la idea de poder compartir habitación con ella.

- Si, ya estoy lista... me gustaría cambiarme-. Le digo gentilmente en cuanto me percato de que en la cama que dormiré Amy me ha dejado un conjunto de ropa más cómoda y acogedora que la bata que estoy usando desde que entre en coma.

- Muy bien-. Me dice Owen con su sonrisa, pero ahora no es despreocupada, yo diría que es todo lo contrario; es preocupada y obviamente él no sabe mentir, algo sucede y no quiere que me entere; pero en estos momentos ya estoy cansada y no tengo ni una pizca de ganas para hablar al respecto de lo que sucede, tal vez lo haga mañana. - En cuanto estés mejor, hare que te olvides de todo esto, al menos un día. - Me dice antes de salir de la habitación

Ya que estoy sola, me quito la bata, mi collar y los dejó caer al suelo mientras me acerco al espejo de cuerpo completo, el cual está al otro lado de la habitación, con el único objetivo de observar mi cuerpo lastimado; incluso diría que parece que hubiera estado en coma más de cuatro días, tal vez sea la perspectiva de no haberme visto durante unos días, o puede que la herida realmente me haya afectado.

La herida de la bala parece como una sutura de cuando te quitan el apéndice y te cosen, alrededor se ve de morado a verde, como un moretón. Espero y con el tiempo el aspecto mejore... Porque aun soy joven y bella, y desearía al menos una vez en mi vida utilizar un bikini de dos piezas, una vez, es todo lo que pido.

«Toc» «Toc»

Alguien toca la puerta.

- ¡Un momento! -. Grito a quien sea que esté detrás de la puerta.

Corro hacia la cama y me visto lo más rápido que puedo; antes de abrir recojo la bata y el collar del suelo y lo lanzó igualmente a la cama.

- ¡Adelante! -. Grito mientras intento actuar normal sentada encima de la cama.

- ¿Ya te ibas a dormir? -. Me pregunta Ada entrando por la puerta-. Por qué puedo venir mañana-. Agrega deteniéndose en cuanto pasa por la puerta esperando claramente mi respuesta.

- No, solo me estaba cambiando, pase-. Le digo sonriendo mientras la invitó a pasar con un movimiento de mano.

Espero y me explique el por qué todos actúan tan extraño.

- ¿Ya te sientes mejor? -. Me pregunta mientras se acerca a la cama y se sienta conmigo para platicar.

- Si, aunque me gustaría ser más útil en la casa, siento que retrasó todo.

- Oh... ¡No cariño! Tu ni nadie retrasa nada, sólo... La realidad a veces es dura de vivir-. Me dice como si fuera mi madre, con cariño- y no te preocupes, con el tiempo mejorarás y podrás hacer más cosas...como practicar y aprender a dominar tus dones, ayudar en la casa y lo más importante, ayudar a ganar la batalla con Jared.

- ¿A qué te refieres con entrenamiento? ¿Te refieres a salir a correr media hora al día o algo así?

- No, me refiero a enseñarte a utilizar correctamente tus dones.

- Pero ya controlo el mío.

- Y eso está perfecto, pero tú tienes más de un don Emma... Los tienes todos, tú podrás teletransportarte, controlar mentes, cambiar de forma física...

Ahora algo de lo que dijo el señor Adam tiene sentido.

- ¿A eso se refería su padre?

- Ahora que sacas el tema, antes de poder contestar tu pregunta necesito que me digas todo lo que te dijo mi padre.

- Me dijo que su madre le extraña y que él me va a enseñar a ser la líder del grupo, también mencionó su ayuda.

- Tal y como él te dijo, tú serás la líder del equipo y los guiarás ¿En qué lugar viste a mi padre?-. Me pregunta mientras se acomoda mejor en la cama.

- Lo vi en una cabaña ubicada en un bosque muy hermoso, casi como el de un cuento de hadas.

- Mm... Ya la ubico.

- ¿En dónde? -. Pregunto ansiosa.

- Está entre los mundos, aunque supieras el lugar exacto tú no podrías llegar ahí sola, no al menos hasta que conozcas más acerca de la vida y de tus dones. Por eso te contacto mientras dormías, y siempre lo va a hacer así, o podría decirte cosas a la mente.

- ¿Por qué solo él puede llevarme ahí? ¿Ahí vive?

-Sí, ahí vive . no cualquiera lo puede hacer, seguro si lo intentas te mueres... Y no queremos eso ¿Verdad?

- No, no quiero morir.

- Que gusto escuchar eso, por último no olvides que solo tú, mi padre y yo sabemos de esto, no debes decírselo a nadie, ni a Owen o a Amy-. Me dice mientras se levanta de la cama con la bata en la mano-. La llevaré al cesto de ropa sucia-. Me dice antes de comenzar a irse.

Antes de que salga de la habitación, mi collar se cae de entre la bata y Ada se detiene a recogerlo.

- Emma debes usar tu collar en todo momento, para que tus heridas sanen más rápido ¿Lo recuerdas? Tu collar es tu salvavidas-. Me dice mientras me lo lanza y luego se va.

Ya se me había olvidado.

Tomo el collar entre mis manos y me lo vuelvo a colocar en el pecho como lo tenía antes; justo cuando el cuarzo del collar toca mi piel, este resplandece como el otro día en el taxi, recuerdo que me habían explicado que el collar tenía una conexión conmigo, seguro por eso brilla.

- ¿Qué haces? -. Me dice Amy apareciendo por la puerta.

- Nada, pero... Creo que ya me voy a dormir-. Le digo levantándome de la cama para destenderla; ya que ahora es mi amiga, aprovecho la oportunidad que se me ha brindado para preguntarle:

- ¿Por qué en la comida todos estaban raros?

- Se presentó un problema, nada grave, pero no te preocupes, ya paso.

- ¿Segura? -. Le digo mientras me acuesto en la cama.

- Si, ahora ve a dormir, te ves muy cansada.

- Bueno... Si tú lo dices...-. Le digo justo antes de que salga de la habitación y cierre la puerta.

Me olvido de todo lo que enfrente en el día y me duermo...




- Hola Emma-. Me dice el señor Adám con su cálida sonrisa dentro de su cabañita, sentado en la sala justo enfrente de mí, como la vez anterior.

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