Capítulo 12

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Al llegar a la casa el sofá estaba en el patio.

— ¡Está aquí!—digo casi estallando de alegría, salí del auto y fui directo hacia al sofá, sentándome encima del papel plástico que le cubría, Estefan se unió segundos después.

—Pensé que llegaría mañana, así me habían dicho—dijo tomando mi mano y besándola.

—Vayamos adentro a meter a esta belleza—nos levantamos del sofá, abrí la puerta a la vez que dejaba la comida sobre el desayunador.

—Déjame ayudarte—dije viendo como Estefan metía el sofá dentro de la casa sin ayuda.

—Ayúdame luego a estrenarlo—respondió haciéndome reír.

— ¿Estrenarlo? —pregunte haciéndome la tonta, él solo me miró dándome mi sonrisa favorita, terminó de entrar y se sentó en el sofá tomando aire, me ofreció sus manos que no rechacé, me acercó a él haciendo que me sentara entre sus piernas.

—Tenemos nuestro sofá—dijo deslizando sus manos debajo de mi camisa, sobando la piel que quemaba a su toque—En nuestra casa, sin que nadie nos diga nada, sin que nadie nos vea, haciendo lo que nos plazca.

Su voz tan suave y precisa me estaba matando.

— ¿No? —aterrice y asentí.

—Como hemos estado haciendo—susurre casi audible, realmente no podía concentrarme sabiendo que sus manos viajaban por mi cuerpo.

— ¿Quieres comer? —preguntó con una sonrisa entre sus dientes, no respondí simplemente me quedé ahí sentada entre sus piernas, observando lo lindo que le quedaba el bronceado en su rostro, le hacía contraste con sus ojos verdes, su mano fue a mi rostro, deslizándose hasta llegar a mi cuello—Nos podemos quedar todo el tiempo así o podemos levantarnos acomodar esto, ducharnos, comer y luego...

— ¿Dormir?

—Sí, dormir—respondió besando mis labios, nos levantamos del sofá y aprovechamos para quitarle el plástico que lo cubría y colocarlo frente a la pared gris, al verlo nos provocó nuevamente sentarnos, cosa que no hicimos por el hecho de que nuestro estómago ya estaba reclamando comida.

Luego de habernos duchado fuimos a la cocina por nuestra pizza, cogimos un par de coca colas que estaban en el refrigerador y nos volvimos a acostar en nuestro refugio que habíamos construido la noche anterior, prendió la tv y puso una película que realmente no le estaba prestando atención, estaba concentrada en mi pedazo y en lo relaja que estaba.

—Sinceramente, estoy muy cansado—dijo suspirando a la vez que se metía una porcion en su boca

—Igual yo, aunque valió la pena, ya tenemos donde sentarnos.

—Sí, un paso más a nuestra independencia—sonrió acostándose a mi lado a la vez que tocaban a la puerta, Estefan me miró desconcertado.

— ¿Quién crees que sea?

—No lo sé, amor—Estefan se levantó y se acercó a la puerta para abrirla, como tardaba me levante y aproveche para botar la caja.

—Pasa—oí decir a Estefan al mismo tiempo que Sebas entraba a la casa.

— ¿Qué pasó?

—He peleado con mis padres y me he ido de casa—respondió Sebas pasando sus manos por sus ojos rojizos— ¿Me puedo quedar esta noche?

—Claro, Sebas—dije sonriéndole, me dolía la situación en la que Allie y Sebas estaban pasando era muy grande y me enfadaba no poder ayudarles, no lo suficiente como quería.

—No quería venir a molestarlos pero no encontré a mas nadie a quien decirle y ya saben que no puedo ver a Al—dijo dejando un bolso en el suelo.

—Está bien, tienes suerte de que el sofá llegó, así lo estrenas—dijo Estefan haciendo que me tragara la risa.

—Pensé que llegaba mañana.

—Igual nosotros pero más que mejor—dije yendo a la habitación, tomé el móvil y volví— ¿Quieres que llame a Allie para que hables con ella? —en sus ojos se reflejaron la luz, marque a su número, ella no tardó en responder.

—Toma, Romeo—le pase el móvil, él lo cogió y salió de la casa para hablar con ella.

— ¿Está bien que se quede, no? —preguntó Estefan enrollandome entre sus brazos, yo asentí.

—Es nuestro amigo, casi parte de nosotros, no podemos dejarlo y menos en la situación en la que están pasando—susurre—A parte de que él nos ha ayudado... a mí, ya sabes...

—No quiero ni acordarme de eso... —dijo frunciendo el ceño, casi haciendo puchero.

—Tratare de convencer a Nani a ver si Allie puede quedarse unos días con nosotros, sé que eso evitará que estemos momentos solos pero...

Sus labios me callaron.

—Tendremos tiempo para nosotros—susurró de nuevo devorando mi boca.

Sebas regresó a casa un poco más alegre, me devolvió el móvil.

— ¿Todo bien?

—Sí, gracias—se sentó en el sofá—Es cómodo y se hunde—dijo riéndose—Hicieron buena elección, tanto con el sofá, la casa y ustedes, los admiro, chicos.

—Gracias Sebas—dije sentándome a su lado—Sabes que para nosotros eres un gran amigo y nos has ayudado mucho y realmente estamos muy agradecido contigo.

—Estoy muy llorica, no deberías decirme eso ahora—dijo restregándose los ojos.

—Nosotros ya comimos pero si quieres comer algo o que ordenemos o cocinemos algo no tengo problema—dijo Estefan sacando las últimas cervezas de la nevera.

— ¿Unas hamburguesas? —dijo Sebas emitiendo una sonrisa triste.

—A ello voy—Estefan cogió el móvil y llamó.

— ¿Estás preparada para la universidad?

—La verdad es que no—respondí con sinceridad—Si no fuese porque estaré con Estefan seria aburrido, no me imagino estar ahí sin Allie.

—Es fácil adaptarse—dijo Sebas bebiéndose toda la lata.

—No te deprimas—le tomé la mano a Sebas—Nani tarde o temprano tendrá que aceptar que realmente te harás cargo del bebe, que amas a Allie y que es injusto que no los dejen verse y más en la situación en la que esta.

—Verdad, no debería impedirme verla, necesita sentir y saber que tiene un padre, que necesita el calor paternal... que no pasara trabajo conmigo.

—Si no pasara eso, nosotros haríamos lo posible para que se vean, como dices necesita el calor paternal—dije sintiendo la furia crecer dentro de mí, era la misma que estaba sintiendo cuando mi madre me prohibió que no viese a Estefan.

—Amor...—habló Estefan moviendo sus hombros, haciéndome entender que me calmara.

—Lo sé, lo sé pero es que me molesta—deje botar al aire en mis pulmones, me levanté del sofá y bote la lata.

La hamburguesa llegó minutos después, nos sentamos en el suelo a la vez que veíamos una película, estuvimos despiertos hasta tarde, cuando el sueño ya había llegado a nosotros, Sebas se había dormido primero que nosotros y no lo culpaba esta situación cansaba.

Que te prohibieran ver a alguien a quien amabas y no poder hacer absolutamente nada, cansaba.


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VOLVERIA A TI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora