Capitulo 103

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  Hola bellis.  

Les deseo un buen comienzo de mes. 

Los adoooooro. 

Disfruten de la lectura ya saben que pueden compartir y votaaaaaar dlkmdks los adoooro y graciaaaas.

***


Estábamos en otra tienda, Brad ya había elegido su atuendo para esta noche y yo estaba metida en un mostrador con tres vestidos distintos pero con el mismo color. Lucas y Brad me esperaban para verme con cual quedarme.

Me probé el primero, era corto y me tapaba los brazos, tampoco tenía escote. Era muy sencillo.

—No lo sé, Hal, te queda fabuloso eso sí pero siento que terminaras sofocándote—dijo Lucas viéndome y le daba la razón.

—Cambio—canturreo y vuelvo al mostrador.

Sigo con el segundo, este era cerrado hasta los hombros pero tenía un escote en el centro de mis pechos, que hacía que se vieran firmes.

—No, no, no—dijo Brad.

—Pero si se ve bien...

—Amor, mira sus senos ahí, es muy provocador, es como una señal de que debemos verlas a juro.

—Estoy de acuerdo—admití—A parte de que siento que si me muevo hacia los lados se me terminara saliendo uno, si o si.

—Cambio—dijimos Brad y yo a la vez.

Me puse el ultimo, este era con escote atrás como no, corto y de encaje, me gustaba no iba a negarlo.

—Este es—dije dando una vuelta.

—Así es, ese es—dijo Lucas levantándose, cogiendo mi mano y dándome una vuelta—Lastima que Estefan se lo esté perdiendo.

—No hablemos de él—dijo Brad.

Y estuve de acuerdo.

— ¿Cómo hacemos? —les pregunte en la puerta de mi casa, Brad y Lucas estaban en su auto y yo estaba saliendo del mío.

—Podemos quedarnos esta noche aquí—dijo Brad—Si quieres...

—Claro, así me hacen compañía.

—Venimos entonces a las siete—dijo Brad.

—Eso es dentro de unos minutos—digo.

—Entonces, dentro de unos minutos—dijo riéndose, se fueron.

Aproveche para acomodar un poco la casa, fije si había para comer, bebidas, todo estaba bien, acomode las cosas que me pondría, no tardaron en llegar.

—Hola—dijeron los dos cuando abrí la puerta, traían comida y bebidas.

—No debieron traer nada, si son tontos—dije tomando las cosas.

—Somos invitados y nos gusta comer, digamos, que lo hicimos mas por nosotros que por ti—respondió Brad con media sonrisa.

—Bueno, aquí está el baño—dije dirigiéndolos al baño principal y aquí una habitación si necesitan espacio.

—Gracias por dejarnos quedar.

—Amigos de clases que nos queremos toda una vida—repetí la frase de Lucas.

—Mejor dicho imposible.

Empezamos a acomodarnos, Brad y Lucas se bañaron juntos y yo no pude evitar la nostalgia de recordar cuando Estefan y yo lo hacíamos juntos, ya habían pasado dos semanas de que se había ido y realmente tenía que estar orgullosa, lo estaba sobrellevando muy bien.

Al menos eso era lo que quería creer.

Me duche, me vestí y me arregle, me puse unas converse blancas, me recogí el cabello en una coleta alta y me maquille muy poco, me mire en el espejo de nuevo y salí, afuera ya estaban los chicos comiéndose unos snacks con cervezas.

—Si fuese heterosexual, me enamoraría de ti, Hal—dijo Brad.

—Estoy totalmente de acuerdo, creo que hasta los invitaría a hacer un trió y todo—Brad y yo no pudimos aguantarnos la carcajada.

—Muchas gracias, chicos—cogí una cerveza y snack—Ustedes lucen muy sexys también y les quería agradecer de estar aquí, así no me siento tan sola.

—Solo llámanos y estaremos aquí.

—Gracias.

Compartimos un poco más en casa, tomamos un poco menos y nos fuimos, íbamos en el auto de Brad ya que ellos sabían la dirección y como nos veníamos juntos, pues mejor.

Nos llevó a un club que quedaba un poco lejos de la casa, por suerte, encontramos un puesto muy cerca de la entrada, nos bajamos y fuimos directo a la fila que estaba larga.

—Deberías usar tus métodos de mujer sexy que eres—dijo Lucas rascándose la ceja, me le quede viendo.

No perdía nada, solo la dignidad.

— ¿A dónde vas? —preguntó Lucas tomándome de la mano.

—Tss, atentos—me solté de su agarre y camine hacia la entrada para mi suerte había un chico guapo y joven que estaba recibiendo a las personas, comencé a caminar hacia adelante y hacia atrás, el chico no tardó en verme.

— ¿Se te perdió algo? —dijo viéndome de arriba y abajo.

—La dignidad—susurró para mi, él no se percata—No, la verdad.

— ¿Y qué haces por aquí? —preguntó sin dejar de revisar las identificaciones.

—Si te soy sincera, ni yo lo sé—respondo—Pero podría excusarme de que te ves bien, esta noche.

Logro que sonría y doy por hecho de que es una buena señal. Siempre he sido mala con el coqueteo en sí, el único a que he logrado coquetear es a Estefan. Que de seguro me estaría mirando fatal justo ahora.

—Tú también te ves bien—dice, dejamos de hablar pero yo no me aparto, al contrario, me quedo ahí parada viéndole.

— ¿Quieres que te deje entrar, verdad?

— ¿Me dejarías? —pregunto sonriéndole de oreja a oreja.

—Con una condición.

¿Con una condición? ¿¡Con una condición!?

Sexo no.

Sexo no.

Sexo no. 



VOLVERIA A TI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora