Capitulo 99

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Estaba nadando en la casa de mi madre, no me sentía lo suficientemente preparada para quedarme sola, mi madre estaba sentada en el sofá trabajando, iba a pedirle si podía quedarme unos cuantos días aquí pero iba a ignorarla, no podía perder más días en la universidad.

—Hija, Allie al teléfono—dijo mi madre asomándose, me salí me seque rápido y conteste, había esperado media tarde y noche por su llamada.

—Hasta que al fin—dije.

—Ya llegó ¿Vienes?

—Claro que voy—colgué, mi madre me veía atenta.

— ¿A dónde vas?

—A la casa de Allie—dije sonriendo—Sebas me dijo que quería hablar conmigo y pues estuve esperando hasta ahora.

— ¿No me mientes, verdad?

—Si quieres vuelvo a llamar a Al—respondí subiendo las escaleras.

Me quite el bañador y me puse la pijama de conejitos que tanto le gustaba a Estefan, me recogí el cabello, me puse unos zapatos y baje.

—Hija, antes de que te vaya quiero decirte algo—estaba parada en la puerta.

—Dime.

—No quiero que creas que desconfío de ti, solo que no quiero que te metas en problemas, sí, ya una vez estuve a punto de perderte y no quiero que vuelva a suceder—dijo—Solo quiero que todo esto que te está pasando con Estefan lo tomes muy bien, no quiero que te deprimas, ni quiero verte de nuevo en el hospital.

—No volverá a pasar, esa vez estuvimos obligados a separarnos, esta vez fuimos nosotros quienes tomamos la decisión, no me es fácil no te voy a mentir pero salir me ayuda, solo quiero despejar mi cabeza y dejar de lado cualquier pensamiento sobre esto—admití.

—Bueno, no te detengo mas, ve con cuidado.

—Sip.

Salí de la casa y fui directo a la casa de Al, Nani, Allie y Sebas estaban comiendo helado.

—Hey—digo entrando.

—Hasta que llegas—dijo Al sonriendo.

—Hola, Hal—Sebas se levantó y me abrazó—Tenia tiempo que no te saludaba.

—Sí, el trabajo llama.

— ¿Quieres helado, cariño?

—No, Nani no quiero quedarme mucho tiempo mañana tengo que irme a la uni y debo madrugar—digo sentándome con ellos en el sofá.

—Bueno, Hal solo quería darte esto—dijo Sebas entregándome un papel en ella tenía un numero—Cuando hable con Estefan me dijo que te diera ese número, la idea era que te lo diera él pero...

—Está bien.

—No debería decirte pero me dijo que él no se quería ir, solo lo veía como una solución y que sabía que lo necesitaba pero se quería quedar—sonreí para no llorar, respira muy profundamente.

—Él se podía haber quedado—pestañee para retener mis lagrimas—Se lo dije pero... ya todo está hecho.

—Todo se soluciona, es solo una pequeña vacaciones de relación—dijo Al para decir algo.

—Si...bueno—me levante del sofá—Solo era una visita rápida, el fin de semana vengo a quedarme y pasamos más tiempo juntos, mamá no está de acuerdo que venga todos los días por la distancia y eso.

—Está bien, cariño, te esperamos aquí—dijo Nani abrazándome—No sufras nunca por nada ni por nadie, cariño, no mereces pasar por eso nunca.

—Gracias.

—No hay de que—dijo Nani besándome la frente, bese a mi amiga y a su bebe y a Sebas le abrace.

—Buenas noches, nos vemos el fin—salí de la casa rompiendo a llorar.

Soy toda una llorica, Dios.

Camine lentamente hacia la casa y me limpie la cara para que mi madre no me interrogara, al entrar ella se había quedado dormida en el sofá, me acerque a ella y le quite el ordenador de las piernas justo cuando abría los ojos.

—Llegaste.

—Sí, ve a dormir arriba, má—ella se levantó.

— ¿No vienes?

—Tomare agua primero—ella asintió y subió, fui por agua y cogí el teléfono de casa, la zona horaria no era tan drástico y de seguro Estefan no estaría dormido. Marque el número que me dio Sebas.

Estaba nerviosa.

Salí a la alberca y me senté en el sofá de papá, repicó dos veces cuando oí su voz.

—Buenas noches.

—Hola—susurre sintiendo mi corazón a mil.

— ¿Hal? —hubo un silencio—Pensé que no llamarías

—Hoy fue que pude hablar con Sebas...—me mordí el labio para no hacerle saber que estaba llorando— ¿Cómo te fue en el viaje?

—Fue una porquería—otro silencio—No quería irme, ya lo sabes... pero creo que podremos sobrellevarlo.

—Si podremos hacerlo—susurre— ¿Este número es de tu casa?

—No, mi madre se encargó de alquilarme un lugar mientras que me quedaba aquí ¿Estas en la casa?

—Estoy donde mi madre—asentí viendo alrededor, la noche estaba nublada—Iba a quedarme pero no quiero faltar a la uni, todos creen que hemos terminado.

—No lo hemos hecho—sus palabras parecían interrogantes—Decidimos que no.

— ¿Cómo están los chicos?

—Está bien, no dejan de preguntar como estas y que cuando vienes, están muy grandes casi irreconocibles.

—Me alegro que estén bien...

—Te extraño, Hal—su voz ronca me detuvo el corazón—Te extraño como la primera vez que supe que te amaba.

No dije nada, el nudo de mi garganta no me dejaba hablar.

—Te amo ¿Lo sabes, verdad?

—Sí, amor—respondí—Yo también te amo y te extraño y desde que te fuiste he pensado que ha sido una malísima idea pero ya está hecho, hay que vivir con ello y tienes que ver a tu familia que también te necesita...

—Pensaba en regresar, justo hoy—otra vez mi corazón se detuvo—Pero mi madre me ha dicho que si decidimos esto hay que completarlo.

—Si—asentí limpiándome las lagrimas—Voy a pensar en ello todos los días.

Otro silencio largo nos invadió.

— ¿Estas comiendo, no? —me acorde de toda la comida que me llevo Liam la otra noche.

—Como una vaca—reí—Vamos a estar bien.

—Lo estaremos.

—Me tengo que ir, amor—me levante del sofá para caminar—Mañana debo madrugar para ir a la uni y ya sabes como es.

—Ten cuidado por ahí.

—Lo tendré, te amo—cerré mis ojos—Y te extraño y te todo.

—Te amo, Hal, volveré.

Y colgamos. 



Hola hola 

Aquí el cap de ayer, no tuve internet durante todo el día, vivir en Venezuela es un tema diferente así que pues nada, disfrútenlo, compartanlo y ámenme, jaja 

Los adooooro. 

Bye. 

VOLVERIA A TI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora