Capitulo 147

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Habíamos elegido las cabañas para casarnos, la mayoría de los invitados se iban a quedar ese fin de semana ahí y nosotros más que felices, nos había parecido simbólico volver a casarnos en el mismo lugar de nuestra primera boda, mi corazón tamborileaba, la noche caía sobre nosotros y el lugar estaba decorado completamente, flores y luces esparcidos por todo el lugar, estaba todo solitario, estaban esperando por nosotras.

—No soy quien se va a casar y estoy nerviosa—dijo Eva terminándose el trago.

—Que quedara de mi—dije sonriendo—Estoy que vomito de los nervios.

—Ay, Hal, no vayas a vomitar.

—Tratare—un hombre vestido de traje me abrió la puerta y salí junto con mis dos damas de honor, mi madre y Nani ya habían salido del auto para unirse a las personas, se podía oír una música melodiosa y tranquila.

—Dios, que nervios—di pequeños saltos.

—Todo va a salir bien y si te sientes muy incómoda, Hal, nos miras y tocas tu nariz y nosotras haremos cualquier cosa ¿De acuerdo?

—Gracias—susurre—Espero que no pase nada.

—Vamos, chicas—dijo el mismo hombre de la casa, Eva y Allie caminaron una detrás de a otra, la canción comenzó a sonar y escuche como todos se levantaban, no dejaba de temblar, no dejaba de sentirme como si estaba a punto de vomitar, respire profundamente y entre, tratando de no llorar, Estefan esperaba por mí al fondo de la habitación, estaba vestido de traje y sus ojos estaban fijos en mí, no dejaba de sonreír. Miró a Sebástian y a Liam que estaba atrás de él, pude ver que Sebas le susurraba un "lo sé" a Estefan, cuando llegue a su lado, jure que iba a desvanecerme de ahí, estaba tan guapo, tan... todo era perfecto.

—Hola—susurró viéndome fijamente—Estas hermosa.

—Y tu estas muy guapo—susurre también—Estoy muy nerviosa.

—Todo saldrá bien—dijo, ya había empezado a hablar el sacerdote que mi madre también llevó, no dejaba de mirar a Estefan incluso cuando comenzó a hacernos las preguntas.

— ¿Se amarán y se honrarán uno al otro como marido y mujer por el resto de sus vidas?

—Si—dijimos los dos al mismo tiempo.

—Como es su intención entrar en el matrimonio, unan sus manos derechas, y declaren su consentimiento ante Dios y las personas aquí presente—dijo, hicimos lo que dijo y nos miramos frente a frente— ¿Aceptas a Halsey como tu esposa? ¿Prometes serle fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarla y respetarla todos los días de tu vida?

Estefan me miró y sonrió—Si, acepto.

— ¿Aceptas a Estefan como tu esposo? ¿Prometes serle fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarla y respetarla todos los días de tu vida?

—Sí, acepto—susurre llenando mis ojos de lagrimas.

—Ustedes han declarado su consentimiento ante Dios. Que el Señor en su bondad fortalezca su consentimiento para llenarlos a ambos de bendiciones. Lo que Dios ha unido, el hombre no debe separarlo—dijo a la vez que nos miramos—Los anillos, por favor.

Se acercó Phonnie con los niños con una sonrisa más grande que ella.

—Que estos anillos sean un símbolo de amor y fe verdadera entre ellos y que recuerden siempre el amor que se tiene uno del otro—Estefan cogió mi anillo y me lo puso, estaba temblando y yo estaba en medio de mares, repetí lo mismo—Puede besar a la novia.

Estefan se acercó a mí y acunó mi rostro entre sus manos temblorosas—Te amo, te amo, te amo—susurró besándome castamente, escuche muy vagamente como aplaudían y silbaban, Estefan se separó un poquito de mis labios—Y te amare por siempre—y volvió a besarme para luego gritar— ¡Oficialmente casados, señores!

Mas gritos y aplausos, mi madre, Nani y Haziele estaban llorando a mares, salimos Estefan y yo de la cabaña y volvió a besarme, la fiesta era al aire libre, todos comenzaron a ir para allá.

—Ya regresamos—dijo Estefan cogiendo de mi mano y llevándonos lejos de las personas, nos encerró en una cabaña sabe Dios de quien era, me apoye de la puerta.

—Que hermosa que te ves—dijo mordiéndose el labio inferior—Creo que nunca he estado tan nervioso en mi vida.

—Creí que iba a vomitar—admití—Ahora sí, estamos casados.

—Para siempre—dijo abriendo sus ojos llenos de sorpresa y diversión.

—Y por siempre.

—Hasta que la muerte nos separe—susurró acercándose a mí y besándome—Si pudieras solo sentir como me siento justo ahora, Hal, estoy muy feliz de estar a tu lado... de comenzar esta etapa, de irnos lejos, de hacer una familia, te amo tanto.

—Yo te amo mucho mas—dije en su boca—Mucho, mucho más.

—Vamos a reunirnos con toda esa gente que espera por nosotros.

—A disfrutar nuestra boda, mi amor.

—De nuestra vida    

VOLVERIA A TI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora