Capitulo 84

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—Así los quería ver—la voz de Sebas me levantó, estaba acostada al lado de Al y Estefan estaba atrás de mi, también dormido.

— ¿Cómo te fue? —preguntó Al somnolienta.

—Bien, un poco cansado ¿Tu, como estas? ¿El bebe? —preguntó agachándose para besarle la pancita, aproveche para despertar a Estefan.

—Estamos bien, extrañando a papa.

— ¿Ustedes como están? —Sebas preguntó viéndonos, Estefan estaba restregándose los ojitos— ¿No han discutido más?

—Estamos bien, Sebas—respondí—Y no hemos discutido mas.

—Por ahora.

—Si, por ahora—dijimos Estefan y yo al unisonó, algo que estúpidamente nos hizo reír.

—Eso es un buen paso, espero que sigan así, sin discutir—se fue desabrochando la camisa, Estefan y yo nos levantamos.

—Creo que ya es hora de irnos—dijo Estefan.

—Si lo hacen por mí, no tienen por qué hacerlo, digo, puedo descansar después.

—Por ti y porque ya es tarde, mañana hay clases—me estire, queriendo quedarme con mis amigos.

—Hablando de clases, amor, estábamos hablando más temprano que deberíamos nosotros cuatros irnos de vacaciones por pocos días para que no tengas problemas con el trabajo, no sé, pasar tiempo juntos como solíamos hacer, antes que nazca esta belleza—dijo Allie sobándose la barriga.

—Me parece bien, tendría que hablar con los jefes para decirles.

—Entonces, nos vamos yendo.

—Tengan cuidado por ahí—dijo Sebas ayudando a Allie a pararse del sofá.

—Sí, gracias por la visita—nos abrazamos y nos fuimos directo a la puerta.

—Cuida a Allie, eh—dije señalándole, Sebas me vio con mala cara.

—Siempre.

—Lo sé—le di un abrazo y fuimos al auto.

Al entrar Estefan se me quedó viendo fijamente.

— ¿Qué? —pase mi mano por su mejilla que retuvo con su mano para dejarla ahí por más tiempo.

— ¿Vamos a ir a cenar? —lo pensé, mantuve la mirada en él por unos largos segundos.

— ¿Podemos ir a cambiarnos? —pregunte mordiendo mi labio.

—Si—sonrío, se inclinó para besarme—Que bella eres, de verdad.

Solo me reí y deje que su mirada inocente me invadiera, manejó hacia la casa. Al llegar fui directo al baño y me duche rápidamente, estaba toda pegajosa por la siesta que había tomado en casa de Al e ir así me daba toda la flojera de la vida. Salí encontrándome a Estefan quitándose la ropa.

—Hola—dijimos al unísono.

—Voy a entrar—me pasó por un lado sonriendo.

Me quite la toalla y busque un vestido blanco con la espalda abierta que mi madre me había comprado hace años, me lo puse y me coloque unas converse rosas, deje mi cabello suelto y me puse un labial rosa, al salir Estefan me ve aun con una sonrisa.

— ¿Por qué me sonríes así? — la pregunta hizo que se agrandara su sonrisa.

—Por nada.

Me acosté en la cama mientras que veía a Estefan vestirse, podía hacerlo durante horas.

—Por tu cara puedo decir que te gusta lo que ves.

—Puede ser—respondí ladeando la cabeza, viendo como se abotonaba la camisa.

—Si sigo viéndote no vamos a salir nunca de aquí, me daré la espalda—lo hizo dejando una vista mejor.

—Iré por agua—dije levantándome, pasando por detrás, deslizando mi mano por su lindo trasero.

Salí de la habitación y cogí un vaso de agua, antes de que pudiera tomarla, Estefan estaba frente a mi vestido, deje de lado el vaso y se acercó a mí para besarme.

—Cena, la cena—se alejó de mi antes de que se pusiera intenso el beso— ¿Estas lista?

— ¿Por qué te detienes?

—Si no lo hago, no podre hacerlo después—respondió viéndome fijamente.

—Vámonos—dije asintiendo, fui directo a la puerta.

No sabía hacia dónde íbamos y tampoco era que me importase, lo que realmente importaba lo tenía justo al lado, manejando hacia nuestro destino. Estacionó el auto en el mismo restaurante que habíamos ido con mi madre cuando llegaron de viaje. Nos bajamos llamando la atención de algunas personas que estaban afuera.

Estefan dio su nombre en la recepción, me tomó de mi espalda descubierta cuando la chica nos indico donde íbamos a sentarnos. Aun me sorprendía cuanto afecto podía causar en mí solo un toque de su mano.

—Señorita—dijo para que me sentara.

—Gracias, amor.

Nos sentamos a la vez que la chica nos pasaba el menú, Estefan no dejaba de verme.

— ¿Alguna vez te dije que pensé cuando te vi por primera vez? —me preguntó aun si mirar el menú, deje el mío a un lado y me incline un poco hacia adelante curiosa de su respuesta.

—Creo que no, al menos que recuerde.

—Hal, eres hermosa—lo dijo como si fuese difícil de creer—Esa vez, bueno ya sabes... no podía quedarme tranquilo, no podía dejarte ir... es la mejor decisión que he tomado en mi vida—miró el menú y volvió a verme—Y hoy nuevamente me di cuenta de ello.

Me mordí el labio y no oculte el suspiro involuntario, tenía el hombre de mi vida frente a mis ojos.

—Te amo—susurre sonriendo, mis ojos se humedecieron.

Vimos de nuevo el menú y nos decidimos por pasta carbonara y vino, mientras que nos atendían hablábamos de momentos vividos en el pasado. 



Hola mis amores, hoy un cap mas larguito que el anterior. 

Espero que esten muy bieeen,

Los adoro, nos vemos el domingo

P.S: Si llego a escribir cap, este es el ultimo que tengo. Recen, amigos, recen por mi.



VOLVERIA A TI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora