Capitulo 89

519 38 2
                                    


Me sobresalte y lo primero que me di cuenta, era que Estefan no estaba a mi lado. Me levante de golpe y lo busque por la casa, no estaba.

Mire el reloj y eran las cuatro de la tarde.

No había una nota.

Marque a su celular y me agarraba la contestadora, me di una ducha rápida y lo espere, aproveche para hacer comida, tenía que arreglarlo todo, tenía que pedir perdón, tenía que emendar lo que había dicho anoche.

No podía dejar de pensar sobre lo sucedido, era una tremenda estupidez, yo había sido demasiado estúpida al respecto y tenía que solventar todo.

Se habían hecho las seis de la tarde, la comida estaba lista, yo estaba sentada en el sofá aun esperando. No quería entrar en pánico.

Me volví a levantar y fui a la cocina a calentar la comida ya no iba a esperarlo mas, comencé a sacar los platos justo cuando la puerta se abrió, Estefan estaba serio, cerró, suspiró y se apoyó a ella sin darse cuenta que estaba ahí, al verme volvió a suspirar.

—Hola—susurre con las lágrimas a punto de salir por mis ojos.

Así era como yo solucionaba las cosas.

—Lamento si llego tarde—dijo quitándose los zapatos—Me voy a bañar.

— ¿Comerás?

—Si—respondió entrando a la habitación, me quede ahí parada, me limpie las lágrimas que aun no salían y comencé a respirar. Serví la comida y espere a que saliera.

Nos sentamos a comer en silencio, quería hablar pero sentía que no era el momento de hacerlo, realmente el ambiente estaba muy tenso. Estefan puso un sobre en la mesa.

—Por esto fue que estaba afuera—quito su mano para que yo cogiera el sobre, no dejaba de verme, se veía cansado.

Cogí el sobre y lo abrí, el corazón me estaba golpeando el pecho muy rápidamente, estaba nerviosa. Lo que había adentro era un boleto para Canadá, solo uno y tenía su nombre.

—Es para mañana en la mañana—susurró.

No quería verlo, no sabía cómo sentirme.

—Lo estuve pensando anoche...—se pasó las manos por su rostro, sus ojos estaban comenzando a llenárseles de lagrimas—Y creo que necesitamos un tiempo, he decidido irme, tomar un poco de distancia, saber qué es lo que realmente...

Estefan se levantó de la mesa y llevó los platos a la cocina, estaba congelada, no sabía siquiera que decir, me levante y camine hacia la cocina, me puse frente a él, estaba de espalda a mí.

—No tenemos que hacer esto—suspire—Podemos arreglarlo.

—Podemos, duraremos semanas así pero luego volveremos a lo mismo, Hal—me encaró—No quiero hacer esto.

Sus manos fueron a mi rostro, apoyó su frente de la mía.

—No terminemos—dije poniendo mis manos en su pecho—Se lo que dije anoche pero estaba molesta, de verdad que no quiero terminar contigo, te amo demasiado y lo siento, por herirte y por hacerte pensar que haces todo difícil pero no es así, lo haces todo más fácil y no verte por las mañanas me va a costar mucho y lo siento...—me mordí el labio para detener el sollozo que se escapaba por mi garganta.

—Yo tampoco quiero terminar.

Me incline y lo bese, lento y entre lágrimas que no dejaban de caer.

No quería perderlo pero si quería que esto funcionara, tendría que hacer el esfuerzo y dejarlo ir.


Buenas noches.

VOLVERIA A TI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora