Se que ha pasado un mes desde que no he subido ningún capitulo pero es que no les voy a mentir, no tenia ni ganas ni inspiración, o hace poco fue que pude escribir y saque unos tres capítulos contando con este, les debo una disculpa por no avisar, por no subir, porque se que les gusta esta historia, que aman a Estefan y a Halsey y lo siento muchísimo.
Aquí les dejo el cap que tocaría hoy día miércoles, espero que me perdonen, de verdad y sobretodo que me entiendan, que yo lo intento pero a veces el bloqueo mental puede conmigo
:( Los adoro una vida, cariñitos míos
***
Estábamos de camino no se a donde, Estefan realmente se había tomado en serio la idea de fugarnos y no me iba a quejar, estar en cualquier lugar con él, me encantaba y si la idea de fugarnos y casarnos a escondida era real, pues mejor.
— ¿No estás nerviosa?
—Realmente no—respondí segura—Estoy contigo ¿Qué puede salir mal?
—Que no se haga lo que tengo planeado
— ¿Y qué es lo que tienes planeado? —pregunte viendo como se estacionaba en la gasolinera para llenar el tanque.
—Es una sorpresa, nena—se inclinó para besarme, cuando iba a retirarse lo sujete de la camisa e hice que me volviese a besar, lento y castamente.
—Me encantas—él sonrió y volvió a besarme
—No podría cansarme de ti—dijo más para él que para mí,
—Voy por aperitivos ¿Quieres algo?
—A ti—respondió sin inmutarse, yo sonreí.
Salí del auto y fui a la tienda, fui directo a la sección de snacks y cogí varias cosas, no sé qué tan largo iba a ser el viaje, no sé si íbamos a regresar esa misma noche a casa, quizá no porque hemos empacado, pero la comida nunca podría faltar. Cogí también unas cervezas, agua y coca cola, pague todo y me volví hacia donde Estefan esperaba, llevaba una camiseta negra y los mismos shorts que había llevado a casa de mi madre tenía unos lentes puesto que le hacían ver como un chico malo, a un lado estaba aparcado un auto con unas chicas que se lo estaban comiendo con la mirada, me acerque mordiéndome los labios para no morir de risa, podría molestarme pero ¿Por qué hacerlo? De todas formas, si fuese ellas, yo estuviera igual.
—Ya regrese—podía escuchar que las chicas empezaban a hablar, Estefan me cogió de la cintura antes de agarrar las bolsas que llevaba en mis manos. Antes que lo dijera, me incline para besarle, como si la vida dependiera de ello.
— ¿Nos vamos? —preguntó en mi boca con una media sonrisa.
—Claro—nos subimos al auto con una risa en nuestra cara, por una parte era cruel pero eso pasaba cuando se le quedaban viendo a mi hombre.
Estefan manejó hasta que se nos hizo de noche eche mi asiento hacia atrás y prendí la radio, amaba viajar en carretera y si era de noche y con la persona quien amaba era mucho mejor.
— ¿Si sabes hacia dónde vamos, verdad? —pregunte viendo que veía qué camino tomar.
—La verdad es que no...—dejó de mirar la carretera para verme a mí, asustado
— ¿Me hablas en serio?
—No...—se mordió el labio inferior—No sé dónde queda, un compañero de clases me lo recomendó una vez pero...
—Pero...
Estefan no respondió siguió manejando con una sonrisa, abrí una papitas y comencé a comerlas, tarareando la canción de la radio, no me la sabia pero nada me detenía.
Luego de un par de horas más, los ojos comenzaban a cerrárseme, Estefan seguía manejando moviendo las manos al ritmo de la música
—Si quieres duermes, amor—Estefan puso su mano en mi pierna, yo me incorpore y tome una cerveza.
—No debo dormirme—susurre—Soy la copiloto debo estar pendiente de la música—bromee
—Voy a estar bien, igual ya nos falta poco...
—Entonces me quedo despierta ¿no crees?
Estefan miro hacia todos lados y se inclino rápido para dejar un beso en mis labios, haciéndome reír.
—Antes de que vuelvas a dormir, estaremos llegando.
Siguió manejando y yo seguí comiendo y dándole papitas a él, luche para no dormirme, cada vez que mis ojos se sentían pesados me incorporaba y comenzaba a comer más.
Unas dos horas después de comer casi todo y tomarme casi todo estábamos llegando al lugar, no pude ver el nombre por la oscuridad de la madrugada, Estefan tenía una sonrisa en su rostro que me hizo amarlo más. Se podía ver muchos árboles alrededor de nosotros, Estefan cruzó y nos encontramos con muchas cabañitas individuales.
— ¡Son tan bonitas! —chille viendo que cada una tenía un color diferente, atrás de unas de las cabañas se podía ver que estaban celebrando algo pero no alcanzaba a ver, había música y una fogata.
—Tenemos que ir a registrarnos—dijo Estefan estacionando el auto, nos bajamos encontrándonos con el frio helado de la madrugada. Nos acercamos a recepción y Estefan ya había reservado una habitación, le dieron una llave en forma de pino que marcaba la habitación 74 y salimos volviéndonos a encontrar con el frio.
— ¿Quieres ir por las cosas o después?
—Vamos por las cosas—susurre tratando de calmar el frio que empezaba a colarse por mis huesos, fuimos al auto cogimos lo que quedaba de comida y bebidas y nuestra ropa, caminamos un largo rato tratando de encontrar nuestra habitación y cuando lo hicimos casi que tiraba todo al piso para irme acostar en la cama que esperaba por nosotros.
Estefan metió la llave en la cerradura y abrió la puerta, por alguna razón me sentía como Bella de Crepúsculo cuando se mudan a su nueva casa que Alice les había preparado en el bosque, todo se veía tan acogedor,
—Es muy bonito—susurre viendo todo, era todo muy pequeño pero espacioso para nosotros dos, la cocina se encontraba frente a la sala de estar que tenía dos sofás grandes y atrás de los sofás había una cortina enorme, podía adivinar un ventanal y me mataba de curiosidad averiguarlo, al lado de los sofá había unas escaleras que llevaba a nuestra cama y el baño, era lo único que se encontraba arriba, encima de la cama se encontraba una ventana que daba al cielo, mire a Estefan emocionada.
—Ya quiero probar esa cama—dije sin habérmelo pensado muy bien, riéndome al instante.
—Yo también quiero, nena—respondió Estefan en mi cuello dejando un beso a su paso.
Dejamos la comida en la cocina, pusimos el bolsocon nuestras cosas en la entrada y subimos las escaleras, al estar arriba losdos nos acostamos en la cama, expresando en voz alta nuestro cansancio y sindarnos cuenta nos quedamos ahí, tumbados entre el cielo y el sueño.

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VOLVERIA A TI.
RomanceA veces un amor puede estar entre lo imperdible y lo recuperable. A veces no te das cuenta que aunque la tormenta haya pasado, se quedan sus secuelas. Acompáñanos a averiguar lo que quedó de este imperdible amor. Secuela de Imperdible Am...