Capítulo 2

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Al abrir la puerta me encontré con la sorpresa de que mi madre se había cortado el pelo hasta los hombros.

— ¿Qué te has hecho, madre? —fue lo primero que pude articular.

— ¿No te gusta?

Ella entró dejando un montón de bolsas sobre el suelo.

—Claro que sí pero vaya sorpresa—respondo ayudándola a poner las bolsas sobre el desayunador, Estefan salió del pasillo colocándose una camisa.

—Qué guapa, suegra—dijo al verla, abrazándola, los últimos meses, mi madre y Estefan se habían unido, tanto que mi madre se molestaba cada vez que se hablaba del pasado.

— ¿Cómo les fue en el viaje? Si me decían que se quedaban una semana más, les juro que me iba a buscarlos, no podía tenerlos tan lejos tanto tiempo.

—Nos fue bien, madre...uh...—hice una pausa para tragar el pedazo de pizza que mi madre veía mal—Igual no podíamos quedarnos más tiempo el dinero ya se nos estaba acabando.

—Les traje un poco de comida para que no estén comiendo esa basura, no es bueno para su organismo.

—Es una basura con buen sabor—apoyo a mi madre sacando algunas frutas de las bolsas.

—Como se que no se han instalado todavía, pensé que traer comida de la buena estaría bien y también un poco de ropa—dijo ella apoyándose del desayunador.

—Gracias, madre siempre pensando en nosotros—dije dejándole un beso en la mejilla, ayude a Estefan a guardar las cosas mientras que mi madre ayudaba en limpiar aunque se lo haya dicho millones de veces de que no lo hiciera.

— ¿Cómo ha estado el trabajo? —le pregunto Estefan a mi madre cuando nos sentamos en el desayunador, el único lugar donde se podía sentar por ahora en la sala.

—Mejor, como siempre—dijo ella con aire de cansancio—Creo que también podría tomarme unas vacaciones, fuera del trabajo, fuera de todas esas personas que causan estrés en mí, quizá invite a Haziele conmigo.

—Mi madre se lo agradecerá, mas de una vez me ha dicho que el trabajo que tiene la agota mucho.

—Entonces no me lo pensaré, esta semana planeare mis vacaciones.

—Y nosotros comenzaremos a decorar nuestra casa que ya le hace falta—dije sonriendo, cada vez que decía nuestra casa sentía una llenura por dentro que nada podía quitarlo.

Mi madre se fue casi al anochecer, me hacía falta, su conversaciones, su voz, su calor maternal, me hacía falta Allie no la veía desde la graduación y mucho menos a Sebas.



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¡Hola mis amores, espero que tengan un feliz domingo!

Gracias por leer, votar, comentar y por estar.

¡LOS ADOROOOOOO!

¡47 besos, abrazos, amor y tooodo, tooodo, tooooodo!


P.S: Todavia no tengo los días en los cuales voy a subir los caps pero mientras que me decido, tratare de subir los fines de semanas. 

VOLVERIA A TI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora