Capitulo 146

526 35 0
                                        



—Lo amo tanto, tantísimo. Tanto que dudo de mi si algún día deje de amarlo, desde que murió mi padre me había obligado a no amar, me había obligado a no sentir, a no llorar, Estefan fue el que dio inicio a mi desbloqueo, me ayudó a superar, me enseñó que si puedo hacerlo, que no debo darme por vencida aunque muchas veces quise hacerlo, me demostró que si algo es para ti, tienes que luchar por ello y nunca rendirte, debes ir a por ello, debes esforzarte y si te sientes cansado solo tienes que seguir, aunque quieras tirarlo todo a la borda. No sé si estaré para siempre en su vida, no sé si nos amaremos hasta cansarnos pero por ahora, justo en este preciso instante, puedo jurar que sin él mi vida perdería sentido, sin él yo no sería feliz, si no te hubiese conocido...—mire a Estefan, sus ojos estaban brillosos—Sin ti, estaría realmente perdida y te agradezco por todo, por salvarme, por enseñarme cada día que estas para mí, por amarme... no quiero prometerte una vida feliz...—hice una pausa, procurando no llorar—Porque lo voy a hacer, porque cada día me voy a levantar y te amare mas, te hare feliz, mi vida, así que si, si quiero casarme contigo, si quiero vivir una vida a tu lado y si, si y mil millones de veces sí—dije temblando de los nervios.

Había comenzado el día, la casa de mi madre estaba abarrotada de gente, estilistas, vestidores, maquilladores, primos, familiares que no conocía, compañeros de trabajo de mi madre, al menos, según ella, lo más cercanos, los chicos jugaban con unos primos, había ruido, mucho ruido, no había visto a Estefan durante el día porque según mi madre y todas las mujeres de la casa, estaban de acuerdo que ver el novio antes de la boda era un inicio a la mala vida y si ellas querían creer en ello, pues, venga, hay que prevenir que lamentar.

— ¿Estas nerviosa? —me preguntó Allie que ya estaba peinada y maquillada, Rose estaba más grande y estaba caminando con unos de esas caminadoras para bebes.

—Un poco... bastante—confesé—Quería algo pequeño y bueno... ya ves que...

—Para tu madre, pequeño es esto—dijo haciéndome sonreír—Todo va a salir bien, he esperado por este día desde que empezaron a salir, desde que supe que ustedes se pertenecían y me hace feliz, verte feliz, Hal, hemos crecido juntas en todos los aspectos posibles y eres parte de mi, hermana y ser parte de todo este ajetreo, de todo esto, en general, me hace muy feliz—las dos nos pusimos a chillar en silencio—Y te agradezco por todo.

—Allie, no... no quiero llorar—dije abrazándola fuerte—Te amo, hermana, no tienes nada que agradecer, eres parte de mi, mi hermana... y te amo... más que a nada...

— ¿Mas que Estefan? —bromeo.

—Un poquito más—dije

—Tranquila, no te hare escoger, sé que me escogerás a mi.

—Tonta...

—Fea—las dos nos reímos justo cuando me iban a peinar, me senté y deje que me hicieran, había escogido llevar mi cabello recogido, mi vestido era sencillo, tenia doble escote, adelante y atrás, en sí, la boda lo era aunque la casa estuviera casi imposible de caminar y que solo se escuchara historias distintas de matrimonios, primas, tías, abuelas, cada una con una historia diferente, la emoción que emanaba mi casa era un poco agobiante pero no dejaba de ser emocionante. Estaba feliz, completamente feliz.

Terminaron de arreglarme y tocaba la hora de ponerme el vestido, sabía que ya casi no faltaba nada para la hora, para realmente, realmente estar casada con Estefan delante su familia, delante de la mía y varios desconocidos, Allie, Nani, Eva, Haziele y mi madre estaban esperando a que saliera del baño, estaba sentada, respirando profundamente, tratando de mantener la calma porque los nervios iban a asesinarme. Volví a respirar profundo y salí, sus gritos retumbaron la casa entera y yo no pude evitar contagiarme.

— ¿Qué les parece? —pregunte.

— ¡Voy a llorar—chillo mi madre—Hija que hermosa estas...

— ¿Hermosa? Tía esta preciosísima.

—Si, Hal, eres la novia más bella de todas—opinó Eva también con sus ojos llorosos. Me pare frente al espejo y me volví a mirar, casi imposible de creer.

—No quiero llorar—admití alejándome del espejo—Gracias por estar aquí...

—Ay hija, no—Nani se acercó y me abrazó fuerte—Este es tu día y debes disfrutarlo al máximo... eres grandiosa.

—Gracias, Nani...

—Chicas, en cinco minutos vamos saliendo—dijo el que estaba encargado de casi todo, mi madre había contratado a muchas personas y yo no quería opinar al respecto si ella era feliz, pues, todos lo éramos.

Todas nos montamos en una limosina y brindamos por este día, por mí, por ellas, por nuestra boda y por nuestra nueva vida de casados.



Este es el vestido de Halsey y el peinado, casi que diría que la chica podría ser Halsey, espero que les guste  

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Este es el vestido de Halsey y el peinado, casi que diría que la chica podría ser Halsey, espero que les guste  

VOLVERIA A TI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora