Capitulo 111

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Halo, mis churris

¡Que llegaremos a los 11k! 

Ya saben que eso me alegra mas que nada. 

Espero que les siga gustando mi historia que poco a poco... vaya, vaya

Nos vemos el miercoles.

Besis pa to

***



Me desperté de repente, estaba acostada en el suelo en una habitación que no conocía, la cabeza me dolía mil infiernos juntos, me tape los ojos con mis manos y los volví a abrir, no sabía que había pasado y mi mente estaba en blanco. A mi lado estaba Liam también tirado.

—Liam—trate de acercarme a él pero el mareo podía conmigo, me arrastre a duras penas—Despierta, Liam...

Afuera se podía escuchar música y personas hablando, aun estaba en la fiesta.

—Liam, despierta, por favor—lo sacudí y él no contestaba, me puse sobre él para ver si respiraba, por suerte si lo hacía, le di dos pequeñas palmadas en las mejillas, sus ojos se cerraron fuertemente—Despierta, despierta.

Oí pasos cerca de la puerta y me pare en seco, no sabía como había llegado a esa habitación pero estaba muy segura que por nuestra propia decisión no había sido y más cuando Liam estaba inconsciente. Los pasos habían ido de largo y volví a darle dos palmadas un poco más fuerte a Liam, él abrió sus ojos, sus pupilas estaban expandidas cuando me miró, se levantó y vomitó a mi lado, un líquido azul salía de su boca...

Las bebidas que la chica nos ofreció.

— ¿Hal?

—Tenemos que irnos de aquí, ya—sentencie ayudándole a levantar.

— ¿Qué pasó? ¿Qué hacemos aquí?

Escuche atrás de la puerta.

—Creo que nos drogaron—susurre mirándole, él frunció el ceño y me miró fijamente.

—Por eso es que no puedo recordar nada...

—Creo que fueron las bebidas... tú la acabas de botar—le señale el lugar donde había vomitado.

—Tenemos que irnos, ya, Hal.

Liam me cogió de la mano y abrió la puerta de golpe, sorprendiendo a unas personas que estaban hablando, sin importar nada caminamos rápido por el pasillo y tropezando con las personas que se encontraban ahí, cuando íbamos a bajar las escaleras Jack iba subiendo parecía enojado. Liam me puso contra la pared y me aplastó casi con mi cuerpo, su calor corporal me causo escalofrió.

— ¿Quién demonios los invito? —decía mientras que hablaba con otro muchacho.

—No lo sé... yo no, yo no los vi entrar.

—No puede ver conocidos aquí—bramó furioso pasándose la mano por las sienes— ¿Dónde están?

—En la habitación principal—señaló justo donde estábamos antes, cuando iban a pasar detrás de Liam, él me sujetó la mejilla y rozó sus labios contra los míos, iba a protestar pero él me silenció besándome, mi corazón estaba palpitando a millones y por un minuto me bloquee mentalmente. Abrí mis ojos y vi como Jack entraba en la habitación, empuje a Liam y lo golpee en la boca, ninguno de los dos dijimos nada, Liam me volvió a coger de la mano y solo corrimos escaleras abajo, tropezamos más personas hasta salir de la casa. Cuando casi estaba llegando al auto me tropecé y caí raspándome las rodillas, Liam me ayudó a levantar.

—Toma, maneja tu—me dio las llaves y entramos al auto, puse la llave rápidamente y en un suspiro salí de ese lugar, estaba temblando.

—Debemos denunciarlos—dije furiosa, asustada.

—No nos creerán, Hal—dijo pegando la cabeza de la guantera.

—Deben hacerlo, sabe Dios que nos iban hacer en esa habitación—medio grite, lo mire nuevamente— ¿Estás bien?

—Me duele la cabeza—me miró, de su labio salía un hilo de sangre.

—Lamento haberte pegado...

—Solo lo hice para que no nos vieran, habían más de una persona besándose—explicó.

—Solo actué con impulso, lo lamento.

—Está bien, solo fue un simple beso—sonrió—Vamos a denunciarlos, Hal, si no nos creen pues yo mismo los asesino.

—No vas a hacer tal cosa porque nos van a creer—dije manejando hacia una estación de policía, al bajarnos me maree pero seguí adelante.

Liam comenzó hablando, relatando desde que pisamos la casa hasta cuando tomamos de las bebidas, yo relate mi parte desde que abrí mis ojos hasta que salimos, cuando terminamos una patrulla fue hacia la dirección que le dimos, tuvimos que quedarnos unos minutos para firmar confirmas nuestros hechos. Cuando me voy a sentar a esperar, las ganas de vomitar me vencen, miró a Liam con la mano en mi boca y un policía me señala a una puerta, salgo corriendo y al abrir la puerta, vomito sobre el lavabo el mismo liquido azul de antes.

Me mire en el espejo y me enjuague la cara, me sentía enferma.

— ¿Estás bien?

—Sí, ya salgo.

Abrí la puerta y Liam también tenía cara de enfermo.

—Necesito llamar a mi madre—dije—Voy a ver si me prestan un teléfono.

— ¿Puedo quedarme esta noche contigo? No quiero arruinarles la noche a mis padres.

—Sí, claro—dije, me acerque al oficial que estaba en la recepción que me prestó el teléfono.

— ¿Buenas noches? —oír la voz de mi madre me calmaba.

—Mami...

— ¿Hija?

—Estoy en la estación de policía con Liam...

— ¿Están bien? ¿Qué pasó? —preguntó alterándose.

—Estamos bien pero creo que nos drogaron.

—Voy para allá.

Mi madre colgó y esperamos sentados unos minutos, mi madre entraba justo cuando tenían a Jack y algunos otros muchachos esposados, nos miró fijamente.

— ¡Eres un desgraciado! ¡Por eso es que no confiaba en ti, por esto mismo! —gritó Jack a Liam que no se había movido ni un minuto— ¡Todos tenían razón, eres un traidor!

Mi madre comenzó a hablar con el oficial encargo, los dos nos sentíamos demasiado mal como para siquiera hablar. Nos levantamos a regañadientes y madre nos llevó a casa, lleve a Liam a dormir en mi habitación mientras que yo me iba a la cama que aun llevaba el aroma de Estefan, justo ahora me hacia mas falta, lo necesitaba    

VOLVERIA A TI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora