Capitulo 34

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Lo primero que hice al entrar a casa fue echar un atomizador de coco que había comprado, era automático pero no aguante en probarlo, la casa no olía tan mal pero aun quedaba esencia de ello, guarde la compra y pedí comida china.

Estefan me llamó dos minutos después de que me entregaran la comida china, fui hacia la universidad encontrándome con él en el estacionamiento.

—Hola, guapa—dijo subiéndose al auto, antes de que manejase se inclinó y me besó.

— ¿Cómo te fue en la práctica? —pregunte regresando a casa, él puso su bolso atrás.

—Bien, nos están sacando el alma.

— ¿Por la temporada?

—Sí y porque dice que todos perdimos el tiempo en las vacaciones.

—Algo que no es mentira—respondí riendo, recordando que en las vacaciones que nos dimos, solo hubo mucha comida y sexo.

—Y lo disfrute no lo voy a negar—dijo cuando estacionaba el auto en la casa.

Al entrar Estefan me miró.

—Huele raro.

—Intente arreglar un gran desastre.

— ¿Qué gran desastre?

—Una cena no terminada—abrí las ventanas para que hubiese aire—Al parecer el día este que Allie estuvo en el hospital, ella y Sebas estaban teniendo una cena pasó lo que pasó, ninguno volvimos a casa hasta hoy.

—Vaya—Estefan me miró asqueado—Un grandísimo desastre.

—Compre esto—le mostré el atomizador automático—Se activa cada cinco minutos, quizá funcione.

—Esperemos que funcione—Estefan revisó las bolsas de la comida china que había dejado sobre el desayunador— ¿Para nosotros? —preguntó emocionado.

—Sí, amor—se acercó a mí y me dio un besito.

—Venia muriendo de hambre—susurró ayudándome a sacar la comida, nos fuimos a nuestra habitación y nos sentamos en la cama, casi juntos, prendimos la televisión y nos quedamos viendo una peli de superhéroes que estaban pasando.

Después de comer, llevamos todo a la cocina y botamos las cajitas, volví a la habitación, Estefan estaba quitándose la ropa.

—Voy a darme una ducha—dijo entrando en ropa interior hacia el baño.

Aproveche para hacer la guía de matemáticas que habían entregado hoy en clases, eran solo diez ejercicios que no tarde en responder.

—Sabes, odio darme duchas sin ti—dijo saliendo del baño.

—No me invitaste.

— ¿Ibas a venir conmigo?

—No—respondí cuando Estefan se subía a la cama y ponía mis cosas a un lado—Hey, estaba haciendo los deberes—sus labios se apoderaron de mis labios.

— ¿Te falta mucho?

—No—medio sonreí—Ya había terminado.

Él comenzó a dejar besos por mi cuello, bajando hasta el centro de mis senos.

El teléfono comenzó a sonar.

— ¿Es en serio? —bufó, estire el brazo para coger el móvil, el numero era de afuera.

— ¿Serán los chicos? —pregunte contestando.

— ¿Hal? —la voz de Phonnie hizo que mi corazón se volcara.

—Hola, mi princesa—digo a media voz por la emoción, Estefan me veía también con una sonrisa en el rostro, puse la llamada en alta voz— ¿Cómo estas?

—Bien, todos estamos bien—se oía ruidos en el fondo.

— ¿Por qué hay tanto ruido, princesa? —preguntó Estefan.

— ¿Hermano? Hola... estem... mi tío está arreglando la casa—respondió disminuyendo el ruido de fondo— ¿Se escucha?

—Ahora sí, cuéntame ¿Donde está mama?

—Fue a comprar comida

— ¿Ya estas yendo a la escuela? —pregunto a la vez que Estefan deslizaba sus dedos por mi espalda, dando pequeños masajitos.

—Sí, estoy aprendiendo ingles—se le oía susurrar—One, two, three, four... eh, six... no, no, fight luego viene six.

—Que bueno, mi princesa bella.

—Los extraño—susurró llorosa.

—Nosotros también a ti, cariño, a todos, faltan algunos mesecitos para que podamos vernos—respondo sintiendo la nostalgia a flor de piel—Para que veas nuestra casita nueva.

— ¿Tienes una casa, Hal?

—Si te portas bien y haces todas tus tareas pronto te traeremos para que conozcas nuestra nueva casita—respondió Estefan.

—Yo me porto bien—exclamó.

—Lo sé, mi amor.

—Me tengo que ir.

—Te amamos, Phon, Phon.

—Yo también, adiós.

—Adiós cariño—susurre a la vez que colgaba.      

—La extraño tanto, no espero el día en el que me vaya a verla.

—Podríamos ir un día de estos, pasar tres días por allá—me miro— Escucharla me ha hecho extrañarla mas.

— Deberíamos hacerlo— Estefan me miro con una sonrisa que transformo su rostro— No esa clase de cosa que piensas que deberíamos hacer. 

— ¿Ni un poquito? 

—No ahorita—susurre viendo como ponía mala cara.

  —Juegas con mis sentimientos, Hal.

—Y me amas por eso.

—Y te amo por eso— susurro besándome, acostándose a mi lado viendo como organizaba todas las cosas de la cama.


Hey

Aquí un nuevo cap.

Espero que estén bien en el día de hoy y lo que queda de la semana. 

Y espero que les guste también. 

Nos vemos el dominguito.

Los adoooooro.


 

   

      

VOLVERIA A TI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora