Capitulo 62

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Estaba siendo despertada por los labios de Estefan, uno por mi barbilla, otro en mi cuello, sus manos recorrían mi rostro para quedar entre mis cabellos.

—Despierta—abrí los ojos uno por uno, Estefan me besó lentamente, su cadera deslizándose contra la mía, no evite gemir entre su boca—Buenos días.

—Aja...—me concentre para responder pero me costaba con los movimientos lentos de Estefan.

—Estaba pensando...—a él también le costaba hablar— ¿Por qué no nos quedamos hoy en casa?

— ¿No ir a clases?

—Ir a la playa, tal vez—lo mire sonriendo—Tomar el sol.

— ¿No quieres ir a la casa de tus padres? —pregunte, él asintió.

— ¿Te gustaría?

—Contigo todo me gusta—respondí deslizando mis manos hacia sus muslos para que intensificara sus movimientos, me penetró ahí mismo, casi con dedicación, aun me sentía avergonzada por la escena que había montado ayer, su boca me devoró al mismo tiempo que susurraba su nombre, se alejó para verme fijamente.

—Eres lo que más quiero—y me volvió a besar.

Nos quedamos un rato en la cama, sin decir nada, solo estábamos disfrutando del silencio, de la respiración del otro.

Cogimos todo lo que llegaríamos a necesitar, ropa, un poco de comida, sabanas limpias, agua y nos montamos al auto y fuimos directo a la cabaña de sus padres, la última vez que había pisado esa casa era la última vez que estuve con Estefan, era imposible no recordar esos días de infierno y sufrimiento.

Todo estaba como lo habíamos dejado, la casa estaba llena de arena.

Estefan se acercó a mí y me abrazó por atrás, rozando su boca en mi oído.

—En esta casa, tu, fuiste mía—lo dijo tan suave que por un momento me imagine derretida en el suelo.

— ¿Y te gustó? —me voltee para verle, sus ojos recorrieron mi rostro.

—Aun en la situación en la que nos encontrábamos, me hiciste muy feliz—la sinceridad habló por él.

— ¿Y ahora?

—Me sigues haciendo feliz, todos los días—hizo una pausa—Nunca es suficiente.

—Contigo lo quiero todo—susurre sintiendo el calor de mis mejillas.

—Y lo vas a tener—sentenció besando mis labios.

Dejamos el lado cursi y nos dedicamos a limpiar la casa que estaba hecha un desastre, tardamos dos horas para que todo estuviese limpio y decente.

Abrimos las ventanas, el mar estaba hermoso como siempre, hacia un buen día de playa, por suerte teníamos la playa para nosotros dos solos.

Me puse un bañador color melón que me hacía ver más blanca de lo que estaba, suspire decidida broncearme y me solté el cabello, al salir del baño Estefan estaba poniéndose su bañador, me miró con una sonrisa.

—Estas como la leche—bromeó.

—Y te gusto así.

—Me encantas—dijo acercándose a mí y besándome.

Cogimos una canasta y metimos comida, aperitivos y bebidas, agarre una toalla grande y nos fuimos a la playa, por suerte muy pocas personas pasaban, nos tiramos en la toalla y aprovechamos de disfrutar el buen sol que estaba haciendo.

Los dos empezamos a hablar cosas respecto a la universidad, sus entrenamientos, la visita que le íbamos a hacer a los chicos en las vacaciones sin que supieran, de solo tenerlo en mente me daba nervios y emoción.

—Ven—Estefan se levantó y me ayudó a levantarme, nos pusimos a la orilla del mar no podía dejar de sonreír, recordando las veces que me había izado y lanzado con él.

Toque el agua con mis pies, estaba fría haciendo que me causara escalofrío, entramos casi corriendo, nos sumergimos, las manos de Estefan sujetaron mis piernas y me acercó a él.

—Hola—susurró besándome.

—Hola, bonito—dije del mismo tono echando sus cabellos hacia atrás.

— ¿Sabías que tengo a la novia más hermosa del mundo entero?

— ¿Del mundo entero? —pregunte sorprendida.

—Al menos del mío, si.

—Tonto—sonreí acortando la distancia de sus labios con los míos.

Donde me gustaba siempre estar. 



Hola, hola.

Espero que se encuentren bien y que les haya gustado el cap de hoy. 

Nos vemos el miércoles.

LOS ADOOOORO 


VOLVERIA A TI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora